lunes, 30 de diciembre de 2019

(5) LOS OLVIDADOS, de Luis Buñuel (1950)

  Esclavos de una sociedad desigual
La injusticia social acaecida a lo largo de los siglos en la historia de la humanidad es retratada magistralmente por Luis Buñuel a través de unas imágenes absolutamente estremecedoras. Ya desde los primeros compases el mensaje de la película es duro, crítico, directo y contundente, como bien muestra la voz en off que reza: “Las grandes ciudades modernas: Nueva York, Paris, Londres…, esconden tras sus magníficos edificios, hogares de miseria que albergan niños malnutridos, sin higiene, sin escuela, semillero de futuros delincuentes. La sociedad trata de corregir este mal, pero el éxito de sus esfuerzos es muy limitado. Sólo en un futuro próximo podrán ser reivindicados los derechos del niño y del adolescente para que sean útiles a la sociedad. México, la gran ciudad moderna no es excepción a esta regla universal. Por eso esta película basada en hechos de la vida real no es optimista y deja la solución del problema a las fuerzas progresivas de la sociedad.” 
La brillante puesta en escena refuerza aún más la denuncia que el director manifiesta en la historia con personas desamparadas —víctimas de la pobreza— sin más salida a veces que delinquir. Una podredumbre que impera en los lugares más recónditos de las calles representando las diferencias sociales existentes en su estratificación. De esta manera el poder hegemónico, autoritario e imperceptible en ocasiones, consigue su cruel objetivo, esto es: la lucha entre las propias personas con escasos recursos. 
Aunque el film rezume pesimismo existe en él un oasis en el desierto personificado el pedagogo, cuyo cometido es perseguir la utopía en forma de proyecto innovador, buscando, de esta forma, un mundo mejor a través de la restauración de los menores. No obstante, la pugna por sobrevivir se condensa en familias desestructuradas y carencias afectivas, en definitiva, en la esclavitud social a la que es sometida una gran parte de la humanidad. De ahí la vigencia de esta obra universal. De visión obligatoria.

LOS OLVIDADOS. 1950. México. Blanco y Negro. 88 Min.
Dirección: Luis Buñuel
Intérpretes: Alfonso Mejía, Roberto Cobo, Estela Inda, Miguel Inclán, Alma Delia Fuentes, Francisco Jambrina, Sergio Virel, Javier Amézcua, Efraín Arauz, Jesús García, Mário Ramírez
Guión:  Luis Buñuel, Luis Alcoriza
Música: Gustavo Pitaluga, Rodolfo Halftter
Fotografía: Gabriel Figueroa

Críticas de Luis Buñuel (clicar en este mismo enlace para leer las críticas): 
Las Aventuras de Robinson Crusoe (1954), El Río y la Muerte (1955), La Vía Láctea (1969), Tristana (1970), El Fantasma de la Libertad (1974)

viernes, 27 de diciembre de 2019

(3) PRIMAVERA TARDIA, de Yasujiro Ozu (1949)

 La novia resignada
Las relaciones familiares y de pareja son exploradas en esta primera entrega de la denominada “Trilogía de Noriko”. En una sociedad marcada por la guerra cuyas normas decimonónicas coartaban los derechos de la mujer a la hora de tomar decisiones, Noriko emprende una pugna, tanto externa como interna, para intentar conseguir su libertad individual. Su sistema de valores lo tiene muy definido (de ahí que, entre otras cosas, califique como “sucio” casarse de nuevo con otra mujer como en el caso del Sr. Onoderis). 
La moralidad de la comunidad japonesa de aquella época contenía un tácito precepto que toda joven del país debía cumplir: evitar la soltería y procurar el casamiento. Es por ello que su padre y su tía se pusieron manos a la obra para encontrarle un marido “adecuado”. Sin embargo, Noriko se rebela ante esa coyuntura y como resultado, su jovialidad se convertirá en tristeza al sentir vulnerado su derecho a decidir ante aspectos tan cruciales para el desarrollo de su vida. 
La hermosa conexión que existe entre el padre y la hija se verá amenazada por ese dogma consuetudinario que supone ese mandato: se debe cumplir cuanto antes porque las normas, aunque no estén detalladas en un marco legal, se han de respetar. En vista de lo comentado se podría concluir que, contradictoriamente, cuando se abordan ese tipo de situaciones, la vida pausada y sosegada de la comunidad japonesa choca frontalmente con una premura teñida de ansiedad cuyas consecuencias en las interrelaciones son bastante difíciles de solventar. 
Todo ello llevará a que la soledad y la tristeza se apoderen de Shukichi, su padre (claramente mostrado en esa magistral escena de la manzana). Y es que Ozu, a través de la cámara, ofrece un retrato sutil, sencillo, metafórico y poético de todo lo que acontece a través de las adversidades que tiene que padecer la familia Somiya. Interesante radiografía.

BANSHUN. 1949. Japón. Blanco y Negro. 108 Min.
Dirección: Yasujiro Ozu
Intérpretes: Setsuko Hara, Chishu Ryu, Hohi Aoki, Masao Mishima, Kuniko Miyake, Haruko Sugimura
Guión:  Kazuo Hirotsu, Kogo Noda, Yasuziro Ozu
Música: Senji Ito
Fotografía: Yuuharu Atstuta

Críticas de Yasujiro Ozu en Rockmatógrafo: 
Cuentos de Tokyo (1953)
El Sabor del Sake (1962)

martes, 24 de diciembre de 2019

(2) ABRACADABRA, de Pablo Berger (2017)

  El truco de mágia de la liberación 
Abracadabra es una película desconcertante. En un principio da la sensación que estamos ante una auténtica fricada sin sentido, sin embargo, a medida que va avanzando el metraje, nos dando cuenta que tiene muchos elementos de interés.
Especialmente, cabría destacar, sus pinceladas de comedia negra, sus incursiones en lo fantástico y el interesante paralelismo entre los dos personajes opuestos, —encarnado fantásticamente Antonio De la Torre—, que insuflan diferentes sensaciones a su protagonista hasta llevarla a su liberación. Hay algunas escenas memorables como el equívoco en la casa de intercambio de parejas o ese momento Pulp Fiction en la "sala de baile remember" con el espléndido tema de la Steve Miller Band.

ABRACADABRA. 2017. España. Color. 88 Min.
Dirección: Pablo Berger
Intérpretes: Maribel Verdú, Antonio de la Torre, José Mota, Josep Maria Pou, Quim Gutierrez, Priscila Delgado
Guión:  Pablo Berger
Música: Alfonso de Villalonga
Fotografía: Kiko de la Rica

viernes, 20 de diciembre de 2019

(4) EL FOTÓGRAFO DEL PÁNICO, de Michael Powell (1960)

 
Perturbación fílmica 
Martin Scorsese fue quién recuperó y lanzó esta película presentándola en el Festival de Cine de Nueva York de 1979. Posteriormente pasó por los circuitos comerciales con gran aceptación.
El fotógrafo del pánico hace una excelente radiografía de la psicopatía a través de Mark, un joven aparentemente inofensivo y tranquilo, con signos de llevar una vida recta que, sin embargo —como suele pasar en la realidad detrás de este halo de pacifismo que desprenden este tipo de personas— esconde un sinfín de carencias afectivas y emocionales.
Sobrecoge el hecho que, desde el primer instante, el espectador es consciente que, en cualquier momento, alguna cosa nos va a sorprender. Sensación de desasosiego que se mezcla con otra estimulante y placentera al advertir que estamos delante de una obra diferente e inusual. Los minutos avanzan, la inquietud crece: no sabemos si identificarnos con el personaje principal, si empatizar con él o no. Ese es para mí otro de los grandes logros del film, a saber: ese juego emocional que nos sugiere el realizador en el cual nuestra mente se proyecta con la del protagonista.
La trama y la estética (fantástico el uso del color y de la música) que propone Powell es absolutamente estremecedor. Todo encaja perfectamente: el tormento de su infancia arrastrado en forma de trastorno a la edad adulta, su trabajo como escudo para perpetrar sus crímenes, el resquicio de sana esperanza que supone la relación con Helen, la intuición de la madre ciega, el psiquiatra… Cada uno de estos conceptos se aúnan hasta desconcertar al espectador mediante un combinado de sadismo, voyerismo y misoginia.  

PEEPING TOM. 1960. USA. Color. 109 Min.
Dirección: Michael Powell
Intérpretes: Karlheinz Böhm, Moira Shearer, Anna Massey, Maxine Audley, Esmond Knight, Michael Goodlife, Shirley Anne Field, Barlett Mullins, Jack Watson, Nigel Davenport, Pamela Green
Guión:  Leo Marks (Historia: Leo Marks)
Música: Brian Easdale, Wally Stott
Fotografía: Otto Heller

miércoles, 18 de diciembre de 2019

(3) PIEL DE SERPIENTE, de Sidney Lumet (1960)

Atolladero emocional
Sidney Lumet logra, con este film, un acertado reflejo del drama humano a través de un profundo análisis psicológico de los personajes. Así, en la historia aparecen diferentes figuras con distintas motivaciones condicionadas por su contexto (ubicado en un opresivo paisaje sureño) y por sus circunstancias personales: caracterología, traumas, relaciones maritales, alcoholismo, anhelo por alcanzar la redención, edad, físico e interrelación generacional. Brandon, Woodward y Magnani forman un triángulo que lucha en un universo complejo por encontrar su identidad y salir del atolladero emocional en el que se encuentran inmersos
De esta manera, Lady Torrance pugna por desmarcarse de su choque afectivo y del despotismo conyugal, Val Xavier —el protagonista— busca la liberación de su pasado y Carol —desarticulada por el alcohol— intenta seducir a Val para conseguir una remisión de su asfixiante vida. 
Alrededor, además, pululan grotescos personajes: verdaderos abusadores de poder que lo ejecutan a través de las prerrogativas del “imperio de la ley” y de la instrumentalización de la sociedad patriarcal. De sus actos, aparecen víctimas: seres humanos anulados por el peso del yugo de sus verdugos (maridos), como la señora Vee Talbot
No falta la denuncia al racismo y la xenofobia (quema del restaurante italiano por servir comida a negros)…, traducido en una ideología fascista no muy alejada a la del actual presidente norteamericano. 
 
THE FUGITIVE KIND. 1960. Estados Unidos. Blanco y Negro. 119 Min
Dirección: Sidney Lumet
Intérpretes: Marlon Brando, Anna Magnani, Joanne Woodward, Maureen Stapleton, R.G. Armstrong, Victor Jory, Madame Spivy, Virgilia Chew, Ben Yaffee
Guion: Tenessee Williams, Meade Roberts (Novela: Tenessee Williams)
Música: Kenion Hopkins
Fotografía: Boris Kauffman

sábado, 14 de diciembre de 2019

(4) LA SAL DE LA TIERRA, de Herbert J. Biberman (1954)

  Get up, Stand up for your Rights!
La lucha por dignificar los derechos de las personas trabajadoras ha sido una constante a lo largo de la historia. La opresión ejercida desde el poder establecido para explotar, aplastar y discriminar a las clases más desfavorecidas siempre ha contrastado con el concepto utópico de igualdad: una especie de Ítaca donde todas las víctimas de la desprotección quieren llegar. 
La Sal de la Tierra se abrazó a dicha militancia y es por ello que fue un film maldito y perseguido porque hizo tambalear los cimientos del capitalismo. El senador McCarthy se encargó de colocar en la “lista negra” a diferentes componentes de la cinta (el director y el actor Will Geer, entre otros) en su caza de brujas contra ciudadanos americanos acusados de comunistas. 
Los méritos de esta obra se centran en una interesante utilización del falso documental donde aparecen actores profesionales y no profesionales, la mayor parte de los últimos fueron los huelguistas que llevaron a cabo la movilización real en la que se basó el guion. 
Un elemento innovador en la película es su adhesión al feminismo. Las mujeres toman un protagonismo crucial en la historia, así pues, aprovechando la coyuntura, claman también por la igualdad de derechos con los hombres. Aparece entonces una denuncia al machismo reinante, ya que éstas se encuentran con la oposición de sus maridos (inteligente denuncia al equiparar la actuación de las autoridades por aplacar a los piquetes, con la de los cónyuges por abortar la participación femenina). 
El film de Biberman es una clara llamada a la movilización de la ciudadanía, un trabajo didáctico que remueve conciencias y con un claro objetivo por llevar a cabo una metamorfosis en nuestro cerebro (de la misma manera que a los mineros cuando se dan cuenta de la importancia de la igualdad con las mujeres). Su mensaje es que evitemos la indefensión y que nos preparemos para la lucha: nos pueden quitar la tierra, nuestros derechos, pero no nuestra dignidad, no la sal de la tierra.
 
SALT OF THE EARTH. 1954. USA. Blanco y negro. 95 Min.
Dirección: Herbert J. Bibermant
Intérpretes: Juan Chacón, Will Geer, Rosaura Revueltas, Mervin Williams, Frank Talavera, Clinton Jencks, Virginia Jencks
Guión:  Michael Wilson
Música: Sol Kaplan
Fotografía: Rodrigo Prieto

jueves, 12 de diciembre de 2019

(3) EL IRLANDÉS, de Martin Scorsese (2019)

 Traiciones humanas
Lo siento, Martin, pero he visto la película desde la plataforma Netflix en la pequeña pantalla y no, no lo hecho de una sentada. Mis horarios no me lo han permitido. No obstante, he de decirte que tu último trabajo me ha parecido espléndido. Como te he oído en alguna entrevista, te has arriesgado a algo que no se está haciendo en la actualidad. Bien es cierto que tu nombre pesa mucho, pero eso de poner sobre el tapete un largometraje de tres horas y media dan una buena muestra de tu valentía y de que estás en un momento de tu vida en el cual no hay ninguna cabida para el conservadurismo. Tengo que confesarte que en un principio estaba un poco reticente en cuanto a la elección de tus actores, fetiches en este caso. El hecho de pasarlos, mediante la cosmética, desde los setenta años a los cuarenta y tantos me parecía algo inverosímil, sin embargo, cuando empecé a ver sus magistrales actuaciones —especialmente las de De Niro, Pesci y Pacino— se acallaron todas las dudas que en un principio me asaltaron (a pesar de algunas lagunas, como por ejemplo los movimientos corporales, difíciles de disimular). 
Adentrándome más profundamente en la obra, hay irremediablemente en ella, evocaciones a Goodfellas (1990) o Casino (1995)  Junto a The Irishman, completan una impecable trilogía acerca del contexto gansteril en la sociedad americana de entre los años 50 y 80. Pero, tu última cinta es —aparte de las escenas de acción y aunque parezca una contradicción— terriblemente humana. Y lo es porque trata, precisamente, sobre seres humanos. Estamos hablando de personas, ubicadas en este caso en el crimen organizado, pero que, con todo, también tienen familia, emociones y sentimientos (escondidos, debido a su patología). La secuencia donde el padre habla con su hija acerca de su relación es un monumento al cine. Por ello, también destacaría su tono reflexivo debido a las dudas, contradicciones y vacilaciones de su protagonista. Así, en el devenir de la historia brotan aspectos vitales como la cercanía de la muerte, el sentido de la vida, las relaciones paterno-filiales la amistad, la traición, el arrepentimiento, el legado al mundo, la protección a la familia… Todo, está muy bien tratado y entrelazado narrativamente en un film absolutamente recomendable. 
Bien valdrá la pena volverla a visionar, pero ahora, de verdad, siguiendo tus consejos: en cine y de manera continuada (lo de la versión original, huelga decirlo): seguro que me gustará aún más.
Saludos, maestro.

THE IRISHMAN. 2019. USA. Color. 209 Min.
Dirección: Martin Scorsese
Intérpretes: Robert De Niro, Al Pacino, Joe Pesci, Stephen Graham, Harvey Keitel, Bobby Cannavale, Anna Paquin, Ray Romano, Kathrine Narducci, Jesse Plemons, Jack Huston, Domenick Lombardozzi,  
Guión:  Steven Zaillian (Libro: Charles Brandt)  
Música: Robbie Robertson
Fotografía: Rodrigo Prieto

sábado, 7 de diciembre de 2019

(3) 3 CORAZONES, de Benoît Jaquot (2014)

Rellenando vacíos emocionales
Nos cruzamos con alguien por la calle. Como espectadores subjetivos pensamos que dicho sujeto lleva una vida (aparentemente) feliz. Sin embargo, la realidad es que en él existe un vacío interior difícil de rellenar, pues estamos hablando de aspectos psicológicos intangibles e imperceptibles para nuestros ojos. La persona con las carencias del ejemplo mencionado, suele llevar una vida tormentosa e intenta encontrar la afectividad necesaria para colmar esos huecos. 
Algo similar le ocurre al trio protagonista de esta película que lo conforman dos hermanas inseparables —ambas con pareja supuestamente estable— y un inspector de hacienda que trata de rellenar su vacío a través de la conquista de mujeres. Los tres, sin sentirse realizados, cuando se presenta la posibilidad, tratan de encontrar su camino en su vida sentimental. 
Junto a estas lagunas comentadas habría que añadir la importancia que le da el film al azar (el encuentro en "El Jardín de las Tullerías"). El hecho de que las circunstancias ocurran de una manera u otra determinará el futuro de los personajes. El realizador contrapone ésta imprevisibilidad de las situaciones con las cogniciones de cada uno, poniendo a prueba su fuerza interior para poder vencer esas adversidades. 
Así las cosas, Benoît Jaquot construye un relato muy interesante, mezclado de particularidades individuales, familiares y laborales que dan como resultado una angustiosa y turbadora encrucijada de corazones que son golpeados duramente por las distintas facetas del amor. 
Sólo una objeción a la obra; la música es exageradamente tensa, más propio del cine de terror o de suspense. Y un apunte final, las interpretaciones son excelentes, pero la de Charlotte Gainsbourg es absolutamente magistral; pocas veces una mirada ha podido decir tanto.

3 COEURS. 2014. Francia. Color. 106 Min.
Dirección:  Benoît Jaquot
Intérpretes: Benoît Poelvoorde, Charlotte Gainsbourg, Chiara Mastroianni, Catherine Deneuve, André Marcon, Patrick Mille, Cédric Vieira, Thomas Doret, Francis Leplay
Guión:  Benoît Jaquot, Julien Boivent
Música: Bruno Coulais
Fotografía: Julien Hirsch

viernes, 6 de diciembre de 2019

(3) UCCELACCI E UCCELLINI, de Pier Paolo Pasolini (1966)

 Pesimismo existencial
Fábula pesimista sobre la vida planteada por Pasolini en este, su cuarto film fuera del documental, que da un viraje bastante grande en cuanto a sus planteamientos fílmicos. Esta vez se aparta de la reescritura del neorrealismo que estaba realizando en sus inicios para adentrarse en una sátira simbólica en la que propone un peculiar enfoque sobre la trascendencia existencial. Todo ello lo canaliza a través de un intelectual de izquierdas personificado en el cuervo, fiel acompañante de las aventuras y peripecias del padre y el hijo. 
“La fe cree y la ciencia lo ve”, “los ricos pasan de la vida a la muerte, los pobres de la muerte a la muerte”. Como podemos observar, los protagonistas espetan algunas frases memorables con un punto amargamente cáustico que enlazan perfectamente con el mensaje fatalista que emana su contenido. La película, además, está repleta de referencias políticas y sociales situadas dentro de un marco que supone una mezcolanza entre la comedia, el absurdo el surrealismo y el slapstick (calle del desempleado, direcciones a Estambul y a Cuba, peleas y movimientos a cámara rápida…). 
Mediante la alegoría el director realiza una serie de claras reflexiones y análisis a diferentes cuestiones del mundo: las diferencias de clases y las desigualdades sociales (ricos y pobres serían los halcones y los gorriones), la imposibilidad de la paz (cuando el Hermano Cicillo y el Hermano Ninneto evangelizan a los pájaros y estos al final pelean entre ellos), la propiedad privada, la solidaridad, el hambre… 
El fatalismo, el derrotismo, el desánimo y la desesperanza van sobrevolando a través del metraje, especialmente en la última acción cuando la pareja protagonista se come al cuervo, una manera de mostrar e ilustrar la muerte de la inteligencia, de la vida reflexiva y contemplativa y de las ideologías. En conclusión, un film, difícil de digerir, pero —aunque se quede a medio camino en sus propuestas— valiente y arriesgado.

UCCELACCI E UCCELLINI. 1966. Italia. Blanco y Negro. 87 Min.
Dirección: Pier Paolo Pasollini
Intérpretes: Ninetto Davoli, Totò, Femi Benussi, Rossana Di Rocco, Renato Capogna, Vittorio Vittori, Giovanni Tarallo, Umberto Bevilacqua, Renato Montalbano, Alfredo Leggi
Guión: Pier Paolo Pasollini 
Música: Ennio Morricone  
Fotografía: Tonino Delli Colli
 
Críticas de Pier Paolo Pasolini:

domingo, 1 de diciembre de 2019

(3) EL RESPLANDOR, de Stanley Kubrick (1980)

Inquietante atmósfera 
Una vez inmerso en los primeros compases del film tuve la sensación de estar delante de una obra anodina. Mi percepción era de demasiados golpes de efecto y de una música tramposa, exageradamente tensionada para crear una artificiosa zozobra en el espectador. 
Sin embargo, paulatinamente, me fui dando cuenta que estaba equivocado porque Kubrick  demuestra, una vez más, que maneja con maestría todo aquello que quiere sugerir y, en El Resplandor, lo hace de una manera sombríamente oculta, creando una atmósfera asfixiante, inquietante y opresiva. Su final abierto da lugar a una película, importante e icónica, que gana en cada visionado.

THE SHINNING. 1980. USA. Color. 146 Min.
Dirección: Stanley Kubrick
Intérpretes: Jack Nicholson, Shelley Duvall, Danny Lloyd, Scatman Crothers, Barry Nelson, Philip Stone, Joe Turkel, Lia Beldam, Billie Gibson, Barry Dennen, David Baxt, Manning Redwood, Lisa Burns, Alison Coleridge, Norman Gay
Guión: Stanley Kubrick, Diane Johnson (Novela: Stephen King)
Música: Rachel Elkind, Wendy Carlos
Fotografía: John Alcott

sábado, 30 de noviembre de 2019

(4) ANOTHER YEAR, de Mike Leigh (2010)

  Retrato humanamente vital
Otro año que pasa, los problemas mundanos y personales van ocurriendo, aunque no lo parezca sí que suceden cosas extraordinarias porque, ¿qué hay más fuera de lo normal que vivir? En nuestra historia ni existen los superhéroes ni somos los protagonistas de un emocionante videojuego, simplemente hay etapas, procesos que van acaeciendo —nacimiento, infancia, adolescencia (el primer beso), juventud, adultez, senectud…— y todas las vicisitudes que ellas encierran
Mike Leigh hace un magistral ejercicio de estilo en un film elegante y sosegado —con unas soberbias interpretaciones— que habla de las cosas sencillas y, al mismo tiempo, complejas que ocurren en nuestro periplo vital. Separada por las cuatro estaciones del año, la película se centra en el período de la madurez presentándolo como un espacio de tiempo en el cual comprendemos que nuestra juventud ya ha quedado atrás. A partir de ahí, se expone el surgimiento de una especie de desabrimiento en la persona, traducido en una preocupación por un futuro que ya no está totalmente en nuestro control y donde, además, aprendemos a ser conscientes de la relativa cercanía de una muerte antes ignorada. 
El director, asimismo, realiza una profunda mirada interior del ser humano a través de sus protagonistas. Así, podemos encontrar los miedos, emociones, voliciones e inseguridades que nos describen y retratan en nuestra cotidianeidad. 
Los contrastes que ofrece el realizador son evidentes: la pareja e hijo (familia) emocionalmente estables en contraposición con los personajes vacíos y con propensión a la depresión: Ken y Mary, a los cuales les sobrepasan las circunstancias de una vida que, irremediablemente, va arrasando con todo lo que tenemos: amigos, familia, cuerpo, mente…, convirtiéndose en algo que tenemos que aceptar. Por otra parte, tenemos también a Ronnie y, su hijo, Carl que forman un conjunto desestructurado, incapaces de canalizar las emociones y expresar sus sentimientos. 
En definitiva, diferentes caracteres que hacen que en las diversas situaciones las relaciones sociales tengan un distinto fluir. El gran mérito de esta obra es su magnífico estudio sobre la vida, poniendo su foco de atención en lo realmente importante, esto es: las personas
Como podemos intuir, Another year es una cinta humanista, pero sobre todo didáctica porque de ella se puede extraer muchas lecciones y lecturas para analizar y debatir. De visión obligada.

ANOTHER YEAR. 2019. Reino Unido. Color. 129 Min.
Dirección: Mike Leigh
Intérpretes: Jim Broadbent, Lesley Manville, Ruth Sheen, Peter Wight, Oliver Maltman, Imelda Staunton, David Bradley, Karina Fernández, Martin Savage, Michele Austin, Philip Davis, Stuart McQuarrie
Guión: Mike Leigh
Música: Gary Yershon
Fotografía: Dick Pope

miércoles, 27 de noviembre de 2019

(3) JOKER, de Todd Phillips (2019)

Revolución, locura y espiral de violencia
Existen tres componentes que se entrelazan y actúan como soporte de los acontecimientos a lo largo de este film. Primeramente, se encuentra el aspecto revolucionario: una especie de manifiesto antisistema que queda reflejado en el inconformismo del protagonista delante de tanta injusticia. Así, su rebelión contra un orden establecido controlado por los más poderosos, dará lugar al segundo punto de la obra, esto es: el seguimiento mesiánico de sus acciones ejerciendo como metáfora de los indignados que buscan una sociedad más igualitaria. 
El tercer elemento sería la locura. La perturbación mental de Arthur Fleck propiciada por su ambiente familiar, permanece moderadamente latente y tiene su detonante cuando mata a sus tres atacantes en el metro. Aquí la película conduce a una cuestión bastante agitadora para nuestras mentes conservadoras: ¿merecían la muerte esos tres indeseables? Una gran mayoría de los espectadores, seguramente, se sentirán identificados con la reacción del débil ante el fuerte y es, a partir ahí, cuando la película empieza a sacudirnos nuestras conciencias. 
Sin embargo, esta triple coexistencia hace que todo se quede a medio camino porque, ni se acaba de concretar ni tampoco de definir, la propuesta “rompe-esquemas” que en un principio se preveía. Aun así, es un film que merece la pena ver: la atractiva atmósfera cinematográfica, la magistral interpretación de Joaquin Phoenix y la invitación a la reflexión para las mentes más adormiladas así lo avalan.   

JOKER. 2019. USA. Color. 121 Min.
Dirección: Todd Phillips
Intérpretes: Joaquin Phoenix, Robert De Niro, Zazie Beetz, Frances Conroy, Brett Cullen, Bill Camp, Shea Whigham, Dante Pereira-Olson, Douglas Hodge, Jolie Chan, Bryan Callen, Brian Tyree Henry
Guión: Todd Phillips, Scott Silver
Música: Hildur Guðnadóttir
Fotografía: Lawrence Sher

sábado, 23 de noviembre de 2019

(4) CUSTODIA COMPARTIDA, de Xavier Legrand (2017)

 La importancia de la psique en la infancia 
Todo aquello que nos ocurre en nuestra infancia afecta a nuestro desarrollo posterior. Existe una enorme diferencia entre disfrutar de una niñez agradable o vivir un tormento en esa etapa de la vida. Para ello intervienen multitud de variables que van desde el contexto social en el cual estamos inmersos, pasando por los educadores hasta llegar a los propios padres. 
Custodia compartida plantea muy inteligentemente un problema latente que está incrustado en la sociedad como es el hecho de gestionar la educación de nuestros hijos cuando la relación de los progenitores está resquebrajada. 
Xavier Legrand plasma un relato duro, contundente, pero a su vez realista. Una clara prueba de ello es la magistral escena de la persecución por parte del padre, mientras madre e hijo están en la habitación con el teléfono avisando a emergencias. En ella, los espectadores actuamos como trasuntos de las víctimas, experimentando la inquietante tensión del momento. 
La obra habla, además, del desamparo en los hijos, la indefensión en la mujer, el funcionamiento de las instituciones ante el maltrato de género…, situaciones que el director muestra para que con ellas reflexionemos y avivemos nuestra conciencia. A destacar la interpretación de todos los actores, especialmente el niño. Un film para guardar y revisitar.

JUSQU'À LA GARDE. 2017. Fra. Color. 93 Min.
Dirección: Xavier Legrand
Intérpretes: Denis Menochet, Léa Drucker, Thomas Gioria, Mathilde Auneveux, Saadia Bentaïeb, Jean-Marie Winling, Martine Vandeville, Florence Janas, Jenny Bellay
Guión: Xaviern Legrand
Fotografía: Nathalie Durand

sábado, 2 de noviembre de 2019

(3) AMADOR, de Fernando León de Aranoa (2010)

Los dramas de la inmigración y la dependencia 
En Amador quedan reflejados dos tipos de dramas que están muy enquistados en nuestra sociedad. El primero es el de la inmigración: Marcela emigra a España con el fin de encontrar un trabajo y una economía con la cual ayudar a su familia, no obstante, se topa con el eco de la explotación —personificado en empleadores capaces de ofrecer trabajos de muchas horas a sueldos ínfimos y sin seguridad social—. El segundo sería el de los ancianos dependientes: Amador, desprovisto del amparo de su familia y del Estado, tiene que pasar sus últimos momentos sin la atención merecida, suerte que encuentra en Marcela un alivio a su situación. A pesar que ambos protagonistas son dos mundos absolutamente diferentes, se establece entre los dos un lazo muy fuerte que se va acrecentando a largo de su relación.
Resaltar la hermosa conexión con Puri, la prostituta que visita cada jueves a Amador; dos seres marginales con conversaciones aparentemente vulgares pero que encierran una inmensa profundidad acerca de la sabiduría de la vida.
Fantástica la ambientación y la realización de Aranoa a través de las soberbias interpretaciones de Magaly Solier y Celso Bugallo: gestos, miradas directas y huidizas, sonrisas cuasi imperceptibles…, hacen que el drama que subyace en cada historia personal cobre más sentido en este film didáctico, social y comprometido.
 
AMADOR. 2010. Esp. Color. 112 Min.
Dirección: Fernando León de Aranoa
Intérpretes: Magaly Solier, Celso Bugallo, Pietro Sibille, Sonia Almarcha, Fanny de Castro, Antonio Durán, Eleazar Ortiz, Raquel Pérez, Manolo Solo, Mayra Terry
Guión: Fernando León de Aranoa
Música: Lucio Godoy
Fotografía: Ramiro Civita

viernes, 1 de noviembre de 2019

(3) MIENTRAS DURE LA GUERRA, de Alejandro Amenábar (2019)

 Paranoia Franquista
Primeramente, antes de entrar a profundizar en el análisis del film, es importante remarcar —a la vista de lo acontecido últimamente— la falta de madurez democrática del Estado Español. En cualquier país verdaderamente democrático una obra como ésta no hubiera provocado ningún tipo de controversia. Si la ha habido, ha sido porque el Estado así lo ha permitido. Resulta ignominioso observar cómo grupúsculos nazis, legalizados en España, pueden campar a sus anchas reventando cualquier exhibición de la película con la connivencia estatal (más vergonzoso aún si lo comparamos con la brutalidad policial que se está aplicando en Cataluña). 
Después de este preámbulo, necesario en mi opinión, paso a adentrarme en la crítica puramente cinematográfica. La cinta de Amenábar engloba diferentes aspectos humanísticos, sociales y políticos que los dividiría en tres apartados, todos yuxtapuestos entre sí
En primer lugar, la personalidad de Miguel de Unamuno, llena de complejidades y contradicciones dentro de una etapa convulsa de la sociedad española. Estamos en el inicio de la sublevación de las tropas nacionales con la perpetración de un golpe de Estado a un gobierno elegido democráticamente. La metamorfosis del escritor es uno de los puntos más atractivos de la trama, es decir; cómo va cayendo en la cuenta de que el país está en manos de un fascismo aterrador. Por otra parte —de ahí el mérito del realizador al no ser partidista— también podemos ver tanto a un Unamuno que expone su desencanto con la República (que en un principio había sido uno de sus padres y tanto había defendido) como a una España totalmente dividida (discusiones con amigos y familia). 
En segundo lugar, se muestra muy inteligentemente el cinismo y la paranoia franquista a través de personajes psicopáticos como Millán-Astray o el mismo Francisco Franco. En este punto, el director actúa con valentía porque denuncia un hecho muchas veces obviado por la herencia franquista que llega hasta nuestros días. Me refiero a presentar a Francisco Franco Bahamonde como lo que realmente era: un auténtico genocida que, pudiendo acabar la guerra, la amplió para “depurar” a los que no pensaban como él y forjar el poder perpetuo y absoluto. 
En tercer lugar, remarcar su papel didáctico. Mientras dure la guerra es un film que hay que ver, especialmente las nuevas generaciones: conocer nuestro pasado para entender el presente y para no cometer los mismos errores
Destacar, finalmente, su factura técnica con exteriores muy bien conseguidos y con notables interpretaciones, especialmente la de Karra Errejalde en el papel de Unamuno y la de Eduard Fernandez en el de Millán-Astray.

MIENTRAS DURE LA GUERRA. 2019. Esp. Color. 107 Min.
Dirección: Alejandro Amenábar
Intérpretes: Karra Elejalde, Eduard Fernández, Santi Prego, Patricia López, Inma Cuevas, Nathalie Poza, Luis Bermejo, Mireia Rey, Tito Valverde, Luis Callejo, Luis Zahera, Carlos Serrano-Clark, Ainhoa Santamaría, Itziar Aizpuru, Pep Tosar
Guión: Alejandro Amenábar, Alejandro Hernandez
Música: Alejandro Amenábar
Fotografía: Alex Catalán   

Críticas de Alejandro Amenábar (clicar en este mismo enlace para leer las críticas): Abre los ojos (1997)

sábado, 19 de octubre de 2019

(4) CUERPO Y ALMA, de Robert Rossen (1947)

Golpe de gancho al capitalismo
Lo primero que llama la atención de este film, independientemente de la profundidad de su propuesta, es que estamos ante una obra de artesanía perfecta con una historia que engancha desde el primer momento. Contextualizada en el mundo del boxeo, Cuerpo y alma lanza un mensaje clarificador denunciando la corrupción que hay detrás de esta modalidad deportiva y, por extensión, a los demás ámbitos de la vida, esto es: una sociedad jerarquizada e injusta, con el poder perverso en su cúspide cuyo principal cometido será la instrumentalización del pueblo para exprimirlo y extraerle todo el rédito económico posible. Con tal argumentación, su guionista, Abraham Polonsky, le propinó un buen golpe de gancho al capitalismo (después vendría la conocida e ignominiosa Caza de Brujas, que, como bien se sabe todavía se aplica en diferentes territorios del globo terráqueo).
La crueldad de sus imágenes —con acciones abanderadas por un Roberts, jefe del hampa, sin escrúpulos— son estremecedoras. Charley, el protagonista, proveniente de una familia humilde, fagocitado por la nube organizativa de turbiedad de la atmosfera que se respira, llegará al absoluto desencanto y su sueño se desvanecerá al ver alejarse a sus seres queridos.
En definitiva, una brillante película en la que hay que destacar la excelente interpretación de John Garfield.  

BODY AND SOUL. 1947. USA. Blanco y Negro. 104 Min.
Dirección: Robert Rossen
Intérpretes: John Garfield, Lilli Palmer, Hazel Brooks, Anne Revere, William Conrad, Joseph Pevney, Lloyd Gough, Canada Lee
Guión: Abraham Polonsky
Música: Hugo Friedhofer
Fotografía: James Wong Howe

sábado, 12 de octubre de 2019

(2) LA FORMA DEL AGUA, de Guillermo del Toro (2017)

 Conexión interior 
Aunque todos entramos dentro de la categoría de seres humanos, la distancia entre nosotros es, en algunos casos, abismal. Tal como rezaba la teoría platónica: somos esclavos de nuestro cuerpo y nuestra apariencia acalla todo lo que realmente escondemos en nuestro interior. De esta manera, cuesta encontrar a un igual con el cual podemos conectar y, por ello, a lo largo de nuestra existencia nos topamos con multitud de personas toxicas de las cuales hemos de huir cuanto antes. 
El film filtra esa conexión a través de un relato fantástico contextualizado en plena guerra fría. El sello de Guillermo del Toro es innegable: su encomiable construcción poética y su mágica ambientación con ecos ensoñadores nos trasladan a un universo único e irrepetible. Ahora bien, a pesar de lo comentado, La forma del agua me parece una obra menor, con algún defecto de guion —alejada de otros títulos suyos como Cronos (1993) o El Laberinto del Fauno (2006)— aunque en global se deja ver con agrado.

THE SHAPE OF WATER. 2017. USA. Color. 119 Min.
Dirección: Guillermo del Toro
Intérpretes: Sally Hawkins, Doug Jones, Michael Shannon, Octavia Spencer, Richard Jenkins, Michael Stuhlbarg, Lauren Lee Smith, David Hewlett, Nick Searcy, Morgan Kelly, Dru Viergever, Maxine Grossman, Amanda Smith, Cyndy Day, Dave Reachill
Guión: Guillermo del Toro, Vanessa Taylor
Música: Alexandre Desplat
Fotografía: Dan Lausten

jueves, 10 de octubre de 2019

(2) BIRD BOX, de Susanne Bier (2018)

 Futuro opresivo
Conozco dos estupendas películas de Susanne Bier: Después de la boda (2006) y En un mundo mejor (2011). En ambas, la realizadora demuestra ser una fantástica contadora de historias que adopta un atrayente tono reflexivo y una gran dosis de profundidad en cada una de ellas. De hecho, su visionado me llevó a decidirme hace un tiempo a ir conociendo toda su filmografía. Sin embargo, he de confesar que me he topado con esta cinta perteneciente a Netflix por casualidad y he descubierto su autoría en los créditos finales. 
A decir verdad, esta producción sí que se aparta bastante de su estilo tan peculiar de cine de autora, tal vez porque la adaptación del libro no da para muchos argumentos de análisis. No obstante, hay que reconocer que la película tiene ritmo y mantiene la atención del espectador hasta el final. 
El film es algo así como una metáfora apocalíptica del futuro de nuestra especie. Una advertencia de lo que nos puede pasar si continuamos emponzoñando el planeta a través de guerras imperialistas y maltratos ecológicos. El desarrollo de la trama y la puesta en escena recuerdan a series como The Walking Dead, en las cuales existe una continua tensión en cada secuencia. 
El resultado final es, en general, satisfactorio especialmente por el sello personal de Bier (que se nota, sobre todo, cuando entran en conflicto distintas personalidades en la lucha por sobrevivir). La obra cuenta, además, con actores de renombre: el gran John Malcovich y Sandra Bullock —un poco inverosímil lo del embarazo— que también es productora ejecutiva del film.

BIRD BOX . 2018. USA. Color.124 min.
Dirección: Susanne Bier
Intérpretes: Sandra Bullock, Trevante Rhodes, John Malkovich, Sarah Paulson, Jacki Weaver, Danielle Macdonald, Julian Edwards, Vivien Lyra Blair, Rosa Salazar, BD Wong, Tom Hollander, Machine Gun Kelly, David Dastmalchian, LilRel Howery, Happy Anderson, Amy Gumenick, Parminder Nagra, Taylor Handley, Keith Jardine, Chanon Finley, Damon O'Daniel, Matt Leonard
Guión: Eric Heisserer (Novela: Josh Malerman)
Música: Trent Reznor, Atticus Ross
Fotografía: Salvatore Totino

sábado, 5 de octubre de 2019

(3) JEFFERSON AIRPLANE "SURREALISTIC PILLOW" (1967)

En San Francisco, hasta enero del año 1967 el LSD estaba permitido y a partir de entonces se ilegalizó. Grupos como Greatful Dead o Jefferson Airplane eran abanderados de dicha sustancia. Esta "almohada surrealista" que vamos a comentar la podríamos calificar como un extracto de esa filosofía de vida abrazada al hedonismo.
Surrealistic Pillow es un excelente trabajo de la banda californiana Jefferson Airplane compuesta por once pinceladas psicodélicas envueltas por la inquietante voz de Grace Slick.
Esta obra se caracteriza por ser un intento de ir más allá, esto es; en cada corte la banda no expresa solo pasión por el blues, beat o rock, sino que hallamos algo nuevo, original y diferente que llama poderosamente la atención: no se parece a nada de lo escuchado anteriormente. Además de este rasgo innovador, el disco se distingue por la guitarra ácida de Jorma Kaukonen trufada con ritmos refulgentes que están condensados en un sugerente binomio folk-rock. Conocido como el álbum del “Verano del amor” destaca por piezas emblemáticas como los hits “Somebody to Love” y la lisérgica e himno del hipismo “White Rabbit”: una fascinante lectura psicodélica de “Alicia en el país de las maravillas” a través del ácido que fue grabada en 1966 cuando el LSD aún era legal.
Asimismo cuenta con melodías cadenciosas como "How do You Feel”, “Today” o “Come Back to me”, animosos y enérgicos cortes rock; “She Has a Funny Car”, viajes hacia la luminosidad; “D.C.B.A.”, psicodelia poppy; “My Best Friend” y “3/5 of a Mile in 10 seconds” e hipnóticos instrumentales como “Embryonic Journey”. La guinda a este fantástico plástico la encontramos —valga la redundancia— con la estupenda “Plastic Fantastic Lover”, expeditivo trallazo rockero y verbal con una atractiva conjunción grupal.    

Canciones destacadas en el disco (clicar para escuchar): 
Somebody to Love
White Rabbit
Plastic Fantastic Lover
D.C.B.A.

Para escuchar el disco completo:
Jefferson Airplane "Surrealistic Pillow" (1967)

(3) PAISÀ, de Roberto Rossellini (1946)

 La cruda realidad
Unos de los mayores logros de este filme de Rosellini es que muestra la cruda realidad tal como es. Normalmente las historias de la vida, más aún si se basan en contiendas belicosas, no terminan bien. Sin embargo, la industria cinematográfica se ha encargado un montón de veces de edulcorar guiones, para sacarles, claro está, más rédito. Y así es como el realizador italiano —en esta segunda película de su llamada "trilogía neorrealista" sobre la guerra— dibuja un espeluznante paisaje dividido en seis partes, todas separadas e interconectadas al mismo tiempo mediante la liberación de Italia por los aliados. 
En el primer relato podemos disfrutar de poesía pura cuando surge el encuentro entre Carmela y el Sargento Joe. La diferencia del idioma no supone ningún obstáculo para sacar la luz de las emociones de cada uno. Bello sentimiento profundo que sólo puede truncar la violencia de las guerras y que conduce a la miseria más absoluta del segundo episodio; donde la relación entre el niño y el militar estadounidense dejará a este último trastornado por la desdichada vida del primero. 
La tercera parte habla de todo lo que hubiera podido ser y que no es cuando estamos inmersos en un conflicto bélico. Relaciones imposibles y, sobre todo, la necesidad de sobrevivir. Necesidad por culpa del hambre, sombra que acecha con sus garras preparadas. La población, Francesca en este caso, tiene que resistir como sea y es aquí donde el director plantea la injusticia social de la prostitución. 
El amor roto, la lucha de religiones y el abatimiento de partisanos y americanos por parte de las tropas alemanas -en la cuarta, quinta y sexta sesión, respectivamente- junto a la utilización de actores no profesionales muestran y enfatizan, más si cabe, ese panorama desolador y de sufrimiento que quiere transmitir el film. Absolutamente recomendable. 

PAISÀ . 1946. Italia. Blanco y Negro.
Dirección: Roberto Rossellini
Intérpretes: Maria Michi, Gar Moore, Carmela Sazio, Dots M. Johnson, Harriet White, Bill Tubbs, Dale Edmonds
Guión: Federico Fellini, Roberto Rossellini, Sergio Amidei
Música: Renzo Rossellini
Fotografía: Otello Martelli

sábado, 28 de septiembre de 2019

(4) UMBERTO D., de Vittorio de Sica (1952)

Desesperación vital
Una manifestación de personas jubiladas exigiendo un aumento en sus pensiones por las calles de Roma. Esta es la primera imagen, absolutamente impactante, de la historia de Umberto Domenico; empleado del gobierno retirado que a pesar de haber pasado toda la vida trabajando como funcionario se encuentra en su senectud sin recursos y sin poder atender casi a sus necesidades básicas. 
Vittorio de Sica retrata este contexto social desolador en la Italia de la posguerra; seres desprotegidos y marginales, víctimas de un entorno estatal que desatiende a sus ciudadanos (planteamiento totalmente vigente en la actualidad).
Las secuencias son realmente duras con una música tensa que refuerza la crudeza del drama. La angustia interna del protagonista está perfectamente plasmada en los gestos del personaje y en los sugestivos ademanes (sus intentos por pedir limosna o de suicidarse). Cada fotograma rezuma cotidianeidad, premisa básica en los cánones del neorrealismo, porque de eso se trataba en esta innovadora forma de hacer cine; mostrar las cosas para comprometerse socialmente a través del séptimo arte.  

UMBERTO D . 1952. Italia. Blanco y Negro.84 Min.
Dirección: Vittorio de Sica
Intérpretes: Carlo Battisti, Maria Pia Casilio, Lina Gennari, Memmo Carotenuto, Alberto Albani Barbieri
Guión: Cesare Zavattini, Vittorio de Sica
Música: Alessandro Cicognini
Fotografía: G.R. Aldo

viernes, 6 de septiembre de 2019

(3) UNA HISTORIA INMORTAL, de Orson Welles (1968)

La ambición por el poder total
El afán de poder llevado hasta el paroxismo a través de la personalidad ruda, y huraña del Sr. Clay se mezcla con los deseos de venganza de su secretario Levinsky y de Virgine, hija del hombre que arruinó y se suicidó por su culpa. La película plantea algunas preguntas morales: ¿Tenemos todos un precio?, ¿podemos evitar la desdicha y la tristeza acumulando riquezas? 
La paranoia por ser una especie de dios por parte del comerciante se traduce, no solo en el hecho de poseer abundante capital, sino también, en el deseo por controlar la vida de los demás y convertir la fantasía en realidad: “…creéis hacerlo porque queréis, pero no, lo hacéis porque yo lo digo”. Su áspera personalidad no hace más que esconder un ser amargado e insatisfecho en la vida. 
Welles, basándose en el relato corto de la escritora danesa Karen Blixen (“Memorias de Africa”, “El festín de Babette), plasma una interesante y profunda obra con una realización dotada de una excelente ambientación, magníficas interpretaciones (el mismo Orson Welles, Jean Moreau y Roger Coggio) y una estupenda utilización del color (la primera vez que experimentó con él). La música de Erik Satie tiñe de nostalgia cada fotograma de este extraño —con su atmósfera pesimista— y fascinante film. 

THE IMMORTAL STORY . 1968. Francia. Color.
Dirección: Orson Welles
Intérpretes:Orson Welles, Jeanne Moreau, Roger Coggio, Norman Eshley, Fernando Rey
Guión: Orson Welles, Louise de Vilmorin (Novela: Karen Blixen)
Música: Musica de Erik Satie
Fotografía: Willy Kurant

domingo, 25 de agosto de 2019

(4) LA STRADA, de Federico Fellini (1954)

Realidad Social, Realidad Emocional
Fellini plasma mediante este fantástico retrato social las dificultades que tiene que atravesar la población en la Italia de la posguerra. Su arranque ya es estremecedor: una madre se ve “obligada” a vender a su hija mayor a un recién viudo, trabajador de circo ambulante. A partir, de ahí la película pasa a través de los ojos de Gelsomina (fantástica, una vez más, Giulietta Massina) que representa la bondad e ingenuidad cuasi infantil. Su objetivo es ser feliz y parece estar expectante para que el viento sople a su favor. Sin embargo, se topa con la vida misma, y las hostilidades que conlleva. Los intereses personales, los lamentos del desamor, la falta de empatía, la envidia, el engaño…, todo se torna en su contra. Ella es víctima de una dependencia emocional hacia su verdugo del cual siente un amor autoimpuesto. 
La historia se va desarrollando mediante un halo poético, social, cómico,humanístico y emocional. De fondo, la recurrente e hipnótica melodía de Nino Rota nos conduce al momento más duro de la vida: la muerte. La benignidad y blandura de Gelsomina, que no soporta el dolor ajeno, la hará enloquecer. Zampanò caerá en la cuenta de todo después (gran papel el de Anthony Quinn); su llanto y desesperación en la magistral última escena así lo manifiestan. 
El realizador italiano afirmaba que “el neorrealismo debería abarcar no sólo la realidad social, sino también la realidad espiritual, la realidad metafísica y todo lo que hay dentro del hombre”. Aquí, lo bordó.

LA STRADA . 1954. Italia. Blanco y Negro.
Dirección: Federico Fellini
Intérpretes: Anthony Quinn, Giulietta Masina, Richard Basehart, Aldo Silvani, Marcella Rovere, Livia Venturini
Guión: Hans Kyser (Novela: Johann Wolfgang Von Goehte)
Música: Nino Rota
Fotografía: Otello Martelli

Críticas de Fellini (clicar en este mismo enlace para leer las críticas)

domingo, 4 de agosto de 2019

(3) FAUSTO, de F.W. Murnau (1926)

 Imaginería reflexiva
A través de una imaginería prodigiosa y abordando conceptos tanto mundanos cómo filosóficos, Murnau se adentra en el mito de Fausto. En ésta obra, última filmada en Alemania para dar paso a su periplo americano —que comenzó con la fantástica Sunrise: A Song of Two Humans— el director alemán continúa dando lecciones fílmicas con una escenografía rebosante de expresionismo. Basándose en el texto de Goethe, la cinta relanza en cada secuencia todas aquellas sempiternas reflexiones que el ser humano se plantea a lo largo de su existencia. 
De esta manera, temas como la finitud de la vida, la pérdida de la juventud o el hedonismo en contante pugna con el aburrimiento servicial a los condicionantes socioculturales, son mostrados con el objeto de entreverarse con diversos aspectos que completan el film. Así, comprobamos cómo de lo terrorífico (los constantes juegos de cámara, luces y sombras y vestuario), podemos pasar a lo cómico (el flirteo de tía Marta con el Diablo) hasta llegar a lo más trágico y cruel (la muerte de congelación del bebé y la condena a la hoguera de la madre). 
En definitiva, una película muy completa, técnicamente impecable e innovadora (hay que recordar que fue rodada en 1926).  

FAUST . 1926. Alemania. Blanco y Negro. Muda
Dirección: F.W. Murnau
Intérpretes: Emil Jannings, Gösta Ekman, Camilla Horn, William Dieterle, Yvette Guilbert, Frida Richard, Eric Barclay, Hanna Ralph, Werner Fuetterer, Hans Brausewetter
Guión: Hans Kyser (Novela: Johann Wolfgang Von Goehte)
Fotografia: Carl Hoffmann

Críticas de F.W. Murnau:
Amanecer (Sunrise: A Song of Two Humans (1927) 

domingo, 14 de julio de 2019

(3) SIN RETORNO, de Miguel Cohan (2010)

La ética al servicio de la vida
El punto de partida de Sin retorno es una propuesta que contiene un espinoso planteamiento moral: ¿Qué haríamos nosotros, como padres, si nuestro hijo atropellara a otra persona y este hubiera ocultado tal suceso? Seguramente, en primera instancia, elegiríamos la opción más aparentemente sensata como es la de denunciar el hecho a la policía. Sin embargo, en la vida, los episodios que acaecen no suelen ser tan sencillos y a veces la dualidad corazón-mente puede entrar en un conflicto difícil de resolver.
Federico Samaniego y Víctor Marchetti son las dos víctimas de la trama (exceptuando al hijo de Víctor y su fatal desenlace). El primero será el falso culpable y el segundo se encontrará desamparado ante la falta de resultados por parte de la acción policial. Ambos serán los que moverán los hilos de la investigación de manera separada en el espacio y en el tiempo; Víctor para descubrir el autor del fallecimiento de su hijo y Federico —una vez liberado de la prisión y con el afán de encontrar una reparación ante su injusticia— para encontrar al verdadero responsable de la muerte.
El film cuenta con un inteligente guion cuyas historias paralelas que se van acercando y entremezclando hasta llegar a la confrontación final. Su final abierto es muy interesante al hacernos reflexionar acerca de los sentimientos de culpa y la responsabilidad unida al deber, a la obligación y a la ética. Y es que cada acto que realizamos en la vida tiene sus consecuencias, sin vuelta de hoja y sin retorno a su punto de inicio.

SIN RETORNO . 2010. Arg. Color.
Dirección: Miguel Cohan
Intérpretes: Leonardo Sbaraglia, Federico Luppi, Martín Slipak, Luis Machín, Bárbara Goenaga, Ana Celentano
Guión: Miguel Cohan, Ana Cohan
Música: Lucio Godoy
Fotografia: Hugo Colace

domingo, 7 de julio de 2019

(2) MOTÖRHEAD "ACE OF SPADES" (1980)

Un compendio de trallazos a espuertas conducidos por la grave voz de Lemmy conforma el cuarto disco de esta banda británica. He de confesar que los Motörhead no entran dentro de mis intocables, no obstante, es de justicia reconocer su determinación a la hora de proponer una pionera intensidad y contundencia en sus temas que van desfilando sin tregua con una gran vehemencia. 
A destacar su hit homónimo y la magnífica “The Chase is Better Than The Catch”.

Canciones destacadas en el disco (clicar para escuchar): 
Ace of Spades
The Chase is Better Than The Catch

Para escuchar el disco completo:
Motörhead "Ace of Spades" (1980)

viernes, 5 de julio de 2019

(3) CLÈO DE 5 À 7, de Àgnes Varda (1962)

  Espera infinita
Imaginemos un momento determinado de nuestra vida donde la ansiedad y la angustia se apoderan de nosotros. Un espacio de tiempo en el que todo aquello que hemos confeccionado a lo largo de los años tal vez se desmorone a causa de una posible fatídica enfermedad. Este contratiempo psicofisiológico dará paso a una espera agónica, eterna e infinita hasta conocer el resultado de las pruebas. Pero, además, la dureza de esta amarga experiencia se duplicará porque se da la circunstancia que ha ocurrido en el momento más dulce de nuestra existencia: la juventud. A partir de ahí comenzarán a fluir preocupaciones, miedos, pensamientos especulativos y reflexiones metafísicas. 
Agnès Varda con ese lenguaje fílmico innovador de la nouvelle vague plasma de manera sugestiva tal maremágnum emocional a través de hora y media de filmación, con tiempo real y fragmentado en pequeños capítulos a modo de falso documental. 
La película medita y considera conceptos como la vulnerabilidad humana, la finitud de la vida, la solidaridad, el hedonismo y el aprovechamiento al máximo de cada momento vital. Su realizadora nos hace partícipes de todo el acontecer en un momento concreto de la historia de Cleo. A causa de ello seremos como sus ojos y su mente: por delante de nosotros desfilarán los pensamientos de los demás, el contexto social y las preocupaciones de la ciudadanía (la guerra de Argel) lo que supone una sugestiva relación bidireccional entre espectador y film.

CLÉO DE 5 À 7 . 1962. Fra. Blanco y negro.
Dirección: Àgnes Varda
Intérpretes: Corinne Marchand, Antoine Bourseiller, Dorothée Blanck, Michel Legrand, Dominique Davray, José Luis de Vilallonga, Loye Payen, Jean-Luc Godard, Anna Karina, Eddie Constantine, Jean-Claude Brialy, Sami Frey
Guión: Àgnes Varda
Música: Michelle Legrand
Fotografia: Jean Rabier