La influencia de Ozu
Yasujiro Ozu ha ejercido una gran fascinación e influencia en muchos creadores cinematográficos. Su peculiar manera de narrar y de rodar, y su pericia a la hora de profundizar desde la sencillez ha conformado un estilo peculiar admirable y perenne. Wim Wenders realiza con este documental un sincero homenaje a la fuerza y el lirismo que ha impregnado el director japonés en el séptimo arte. Confluyen en él dos miradas diferentes: el ojo fílmico de Ozu con el Japón contemporáneo (del año 85). Con ello, se muestra una reflexión sobre el paso del tiempo y sobre la manera de captar el estado más primigenio de la sociedad japonesa (que Hergoz cuestiona con el Japón “solapado por edificios” actual).
La aparición de su actor fetiche; Chishû Ryû, de su operador de cámara y posterior director de fotografía; Yûharu Atsuta (emocionante su intervención) y las reflexiones del realizador refuerzan un interesante film en el que la aportación tanto artística como humana del realizador nipón es su eje central.
TOKIO-GA. 1985. Alemania del Oeste (RFA). Color. 89 Min.
Dirección: Wim Wenders
Intérpretes: Documental, Intervenciones de: Chishu Ryu, Werner Herzog, Yuuharu Atsuta, Chris Marker
Intérpretes: Documental, Intervenciones de: Chishu Ryu, Werner Herzog, Yuuharu Atsuta, Chris Marker
Guion: Wim Wenders
Música: Lauren Petitgand
Fotografía: Edward Lachman
Fotografía: Edward Lachman
No hay comentarios:
Publicar un comentario