viernes, 24 de mayo de 2024

(4) LAS AMARGAS LÁGRIMAS DE PETRA VON KANT, de Rainer Werner Fassbinder (1972)

Dependencia ciega hasta la autodestrucción
Estudio fascinante sobre las relaciones y emociones humanas, presentado en un escenario único. A través de una puesta en escena que evoca el teatro y sus extensos monólogos, la película profundiza en la psicología de los cada uno de los personajes. Efectivamente, mediante Petra se ponen de manifiesto nuestras contradicciones: se puede ver en sus diálogos con Sidonie. Ambas hablan desde una perspectiva humana de la relación de pareja, de los momentos gratos, de los fallos, de las culpas o de la imposibilidad de convivir y compartir. Sin embargo, la propia Petra tiene a su servicio una esclava (decir secretaría sería un eufemismo) a la que humilde y maltrata. Petra saca pecho y está orgullosa del papel empoderado y feminista que adopta hacia su marido (después de haber estado perdidamente enamorada, casi esclavizada, de él). Ahora, sin embargo, se siente independiente y es ella quien emprende acciones para el divorcio. Meses después se arrastrará ante Karin, una joven de origen humilde (que le presentó Sidonie) de la que se enamora locamente, abosorbida por una extremada dependencia emocional. Petra amarga a Marlene y Karin castiga a Petra: ahora, esta última, prueba de su propia medicina.
La película está dividida en tres actos en función del estado anímico de la protagonista. El primero es el momento de fortalecimiento e independencia después de separarse del marido. El segundo es cuando cae en una profunda depresión tras el amor no correspondido de Karin, un pozo sin fondo que anula toda su voluntad psíquica. Y, en tercer y último lugar, sería el de la liberación cuando comprende la imposibilidad de alcanzar el amor anhelado.
Evidentemente, esta obra invita a la reflexión y hace que nos preguntemos cómo una persona puede invalidarse hasta la autodestrucción. Cómo es posible esta tremenda fijación en un solo ser humano, obviando todo lo que le rodea (amigas, madre, hija o elementos materiales), o qué procesos mentales actúan dentro de la mente para divinizar a una persona de la misma condición y rango. Mal de amores sería una afirmación entre popular y prosaica. Patología y desadaptación sería una afirmación más científica.
El caso es que esta cinta nos habla de la misteriosa complejidad del ser humano. Un melodrama muy interesante que toca la homosexualidad y los miedos que nos rodean, con personajes muy bien construidos. Y, por supuesto, no podría terminar este escrito sin hacer referencia a la sirvienta, secretaria y esclava. Marlene es una figura retórica, es el yo esclavizado de Petra y simboliza los miedos y las emociones negativas. Por eso la trata mal. Cuando, al final, se libera del yugo de Karin, libera también Marlene. Y Marlene, se va, y va dejando las cosas en la maleta, incluso una clarificadora pistola fruto de la mente trastornada de la protagonista.

DIE BITTEREN TRÄNEN DER PETRA VON KANT. 1972. RFA. Color. 124 Min.
Dirección: Rainer Werner Fassbinder
Intérpretes: Margit Carstensen, Hanna Schygulla, Eva Mattes, Gisela Fackeldey, Irm Hermann, Katrin Schaake
Guion: Rainer Werner Fassbinder. Obra: Rainer Werner Fassbinder
Fotografía: Michael Ballhaus

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