domingo, 5 de mayo de 2024

(4) UNA HISTORIA VERDADERA, de David Lynch (1999)

Liberación y redención personal
Esta obra es la historia real de Alvin Straight quien, pese a gozar de una salud deficiente, decide emprender un viaje para reencontrarse con su hermano Henry que acaba de sufrir un infarto y con quien no se habla desde hace más de diez años. Dada su carencia de visión y la escasez de dinero, opta por hacer él mismo el recorrido de cientos de kilómetros —entre Laurens (Lowa) y Blue River (Wisconsin)— con su máquina cortacésped que circula a 8 km/h.
Parece que está a punto de caer, pero no cae. De acuerdo con la estructura del guion se esperaría que esta crónica declinara en una insoportable mezcolanza de sensiblería. Más bien al contrario, Lynch modela el guion y lo refleja en las imágenes de una manera sencilla, desnuda y sin adornos impregnándola de una belleza poética absolutamente cautivadora.
The Straight Story es una historia de redención en la que se presentan una gran cantidad de conceptos y valores que permanecen ocultos en nuestro consciente colectivo contemporáneo. ¿Quién se para a pensar actualmente en elementos tan incómodos como la senectud, el perdón, la paz individual o el milagro de la vida? Si alguien alcanza ese estado, probablemente lo hará porque se encuentra en la coyuntura de su propia decadencia.
En cada uno de los personajes afloran sentimientos y emociones previamente escondidos: sufrimientos latentes que conllevan un gran dolor emocional. La película es magistralmente metafórica en ese aspecto, tanto explícitamente (la conversación de los dos hombres mayores en el bar) como implícitamente (la mirada silenciosa de su hija Rose o el matorral de ramitas con el atadillo).
La vejez y el ocaso de la existencia se manifiesta constantemente en la cinta, lo que supone una muy interesante reflexión en torno a una etapa de la vida a la que, indefectiblemente, llegaremos todos: tan lejos pero tan cerca.
En su trayecto, Alvin, se topa con diferentes personajes diferentes en cultura, edad e idiosincrasia, así como con otros coetáneos que comparten sufrimientos pasados (la Segunda Guerra Mundial). El film está lleno de escenas emotivas y de dramas interiores que el director combina a la perfección con otros elementos mundanos y cotidianos como el humor y la ironía.
La película es, en definitiva —sin evadir su crueldad—una oda en la vid con una última escena absolutamente memorable.

THE STRAIGHT STORY. 1999. Estados Unidos. Color. 111 Min.
Dirección: David Lynch
Intérpretes: Richard Farnsworth, Sissy Spacek, Harry Dean Stanton, Jane Galloway Heitz, Joseph A. Carpenter, Donald Wiegert, Jennifer Edwards-Hughes, Everett McGill
Guion: John Roach, Mary Sweeney
Música: Angelo Badalamenti
Fotografía: Freddie Francis

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