Existen grandes diferencias interculturales en cuanto a la visión de la muerte. En nuestra sociedad supone un tabú que se intenta alejar de nuestra cotidianeidad. Algo así como si llevásemos una venda en los ojos para ignorar cualquier conocimiento acerca del fin de la vida.
Frente al prisma peyorativo de aparición y representación de los muertos en nuestra pusilánime cultura, encontramos El Día de los Muertos que marca el calendario mexicano. En esa fecha se celebran las memorias que los difuntos han dejado entre los vivos. Los seres queridos regresan a la fiesta de la vida siendo posible brindar de nuevo con ellos y agasajarlos con sus bebidas preferidas. Porque realmente…, ¿quién se acordará de nosotros dentro de doscientos años? Fenecemos físicamente y luego nuestro recuerdo vaga por las mentes de las personas con las que tuvimos relación e hicimos mella en nuestro corto periplo vital. Sin embargo, esa memoria —tal como muestra la película— tendrá un límite y se extinguirá, de hecho, será la segunda vez que fallezcamos y, por ende, la definitiva.
¿Por qué nos han inoculado a lo largo de nuestra existencia que todo aquello que pueda proceder del más allá tiene que ser maléfico? ¿Por qué ese interés desmesurado en desnaturalizar la muerte? ¿No sería mejor una continuación de la vida a través de la memoria de los seres queridos que nos han dejado?
Coco muestra muy bien toda la energía positiva —que podemos canalizar y emanar— como muestra de homenaje hacia esas personas que nos dejaron pero que, sin embargo, continuarán perviviendo en nuestro interior.
Cabe destacar, por último, su perfecta animación que conjuga momentos cómicos, sumamente divertidos, con reflexiones profundas —muy inteligente ese mundo paralelo— acerca de la desmitificación de la muerte.
Cabe destacar, por último, su perfecta animación que conjuga momentos cómicos, sumamente divertidos, con reflexiones profundas —muy inteligente ese mundo paralelo— acerca de la desmitificación de la muerte.
Dirección: Lee Unrick y Adrián Molina
Intérpretes: Personajes de animación
Guión: Adrián Molina, Matthew Aldrich (Historia original: Lee Unrich, Jason Katz, Adrián Molina, Matthew Aldrich
Fotografia: Matt Aspurby, Danielle Feinberg
Musica: Michael Giacchino
