domingo, 21 de abril de 2019

(2) MOONLIGHT, de Barry Jenkins (2016)

 Sentimientos reprimidos
La exploración humana a través de los sentimientos de las personas que han sufrido heridas emocionales a lo largo de su vida supone un estupendo ejercicio artístico y didáctico que en este caso, Moonlight, ha sabido explotar acertadamente. La película —con una narración dividida en capítulos, haciendo juego con los nombres y motes del protagonista (Little-Chiron-Black) que corresponden respectivamente a su infancia, adolescencia y madurez— tiene la virtud de no detenerse únicamente en la acción sino que, mediante su ritmo pausado y los necesarios silencios, trata de mostrar qué se esconde en el interior de su personaje y cómo evoluciona su desarrollo afectivo.
Chiron, a pesar de su temprana edad, ya empieza a experimentar tremendos golpes en la vida: perteneciente a un núcleo familiar desestructurado —sin figura paterna y con madre drogadicta— es, además víctima del acoso físico y psicológico continuado por parte de sus compañeros de escuela debido a su presumible condición sexual.
El film aborda de una manera valiente el bullying, las drogas y la homosexualidad manifestados en los sentimientos oprimidos y sus consiguientes bloqueos emocionales, lo que supone un honesto estudio al respecto. Sin embargo, creo que la cinta cuenta con una laguna importante. En mi opinión la historia chirría un poco en el papel protector que juega el personaje de Juan; ¿realmente un traficante de crack puede actuar como si fuera un trabajador social con esa enorme capacidad de empatía?  

MOONLIGHT. 2016. USA. Color. 
Dirección: Barry Jenkins
Intérpretes: Trevante Rhodes, Naomie Harris, Mahershala Ali, Ashton Sanders, André Holland, Alex R. Hibbert, Janelle Monáe, Jharrel Jerome, Shariff Earp, Duan Sanderson, Edson Jean
Guión: Barry Jenkins (Historia: Tarell Alvin McCraney)

Música: Nicholas Britlell
Fotografía: James Laxton

sábado, 20 de abril de 2019

(3) EL REINO, de Rodrigo Sorogoyen (2018)

 
 Inmoralidad a raudales
El saqueo constante a las arcas públicas ha sido el denominador común por parte de una de una incesante corrupción sistémica en la vida política. La verdad es que lo que ha acaecido en el Estado Español en los últimos años da para mucho juego cinematográfico. Es para reflexionar el hecho de que no se hagan más trabajos de denuncia social como éste. Se entiende que en el franquismo teníamos la censura y todos los peligros que conllevaba, pero ¿ahora? ¿Tal vez la industria se encuentra maniatada por el temor a los denominados poderes invisibles (los políticos que actúan a la sombra del dinero y la banca)? En otras palabras, estamos delante de la neocensura, esto es; si produzco este tipo de películas seré marginado y censurado y, por ende, mi negocio desaparecerá. 
Pero más allá de las estrategias que se pueden utilizar para dar un enfoque comercial a una obra o la razón de por qué el cine nacional no prolifera y profundiza más en este aspecto, hay que reconocer que El Reino es un film necesario que todos deberíamos visionar. Su explícita denuncia nos relata en qué clase de manos hemos estado estos últimos tiempos y también nos alerta de lo que puede pasar si no atajamos de raíz este tipo de inmoralidad. 
Venir a este mundo como abanderado de una sociedad mejor con el falso objeto de salvaguardar el bienestar de los demás para, al final, desvalijar un dinero que pertenecía a todos aquellos a los que se debía defender, es uno de los ejercicios más nauseabundos que existen en la humanidad. Y eso es lo que ocurrió con estos personajes pertenecientes a las filas de un partido fácilmente reconocible.  
Sorogoyen realiza un inquietante thriller con una cámara nerviosa y música electrónica que ayuda a entender la frenética actividad de estos adláteres de la corrupción; tanto para lucrarse de la ciudadanía como para tapar sus miserias una vez descubiertos. Y luego están otras variables de la personalidad humana que fluyen alrededor de todos estos execrables personajes: la falsa solidaridad, la traición, la mentira, el engaño, el interés individual…, en definitiva, la maldad elevada a la enésima potencia.  

EL REINO. 2018. Esp. Color. 
Dirección: Ricardo Sorogoyen
Intérpretes: Antonio de la Torre, Josep Maria Pou, Nacho Fresneda, Ana Wagener, Mónica López, Bárbara Lennie, Luis Zahera, Francisco Reyes II, María de Nati, Paco Revilla, Sonia Almarcha, David Lorente, Andrés Lima, Óscar de la Fuente, Laia Manzanares, Max Marieges
Guión: Isabel Peña, Rodrigo Sorogoyen

Música: Oliver Arson
Fotografía: Álex de Pablo 

As bestas (2022)

(0) VILLAVICIOSA DE AL LADO, de Nacho G. Velilla (2016)

 Mala sombra
Aunque en un principio la idea argumental pueda llevar a pensar que vamos a ver una comedia delirante, nada más lejos de la realidad. Este (sub)producto es una historia con mucha mala sombra y ni pizca de gracia que, además, hace un tratamiento bastante frívolo de un tema tan delicado como es el de la prostitución. La inclusión de famosos insípidos no hace más que empeorar, más aún si cabe, el resultado. A olvidar.  

VILLAVICIOSA DE AL LADO. 2016. Esp. Color. 
Dirección: Nacho G. Velilla
Intérpretes: Carmen Machi, Leo Harlem, Carlos Santos, Arturo Valls, Jorge Asín, Belén Cuesta, Macarena García, Jon Plazaola, Yolanda Ramos, Carmen Ruiz, Boré Buika, Salva Reina, Goizalde Núñez, Antonio Pagudo, Julieta Serrano, Miguel Rellán, Corinna Randazzo, Toni Sevilla, María Cruickshank, Alicia Fernández
Guión: Nacho G. Velilla, Oriol Capel, David S. Oliva, Antonio Sanchez

Música: Juanjo Javierre
Fotografía: Isaac Vila

(2) APRENDIENDO A CONDUCIR, de Isabel Coixet (2014)

 Taxiterapia
A veces pensamos que nuestra vida ya está totalmente resuelta. Llegada la madurez, tenemos una economía, una familia y un trabajo estable. Nada nos puede pasar. El problema viene cuando esa línea recta se desvía del trazo marcado. En esta tesitura se encuentra nuestra protagonista Wendy; en trámites de separación con su marido quien la ha abandonado por una escritora más joven, —a la que, por cierto, ella admiraba por sus libros— , su plan de vida y todo lo que había construido se viene totalmente abajo. Tras una discusión con su hija, la cual le reprocha que tiene que abrirse más e irse con ella o, al menos, ir a verla a pesar de la distancia, Wendy decide aprender a conducir. 
Fruto del azar conoce a Darwan, refugiado político, taxista, profesor de conducción e hindú. Lo que en un principio iba a ser unas meras clases para que su rumbo de vida diera un vuelco importante, la relación entre ambos va madurando hacia unos derroteros de afecto y química recíproca. 
A pesar de los obstáculos, como es el choque de culturas, las dificultades económicas por la cual atraviesa Darwan y su casamiento concertado, su relación supone una especie de terapia para ambos. Se lee en la atmósfera que algo puede surgir (manifestado en la torpe caricia de él), sin embargo Wendy prefiere seguir con su idealización (debido a su miedo a repetir su fracaso de pareja) y Darwan lo acepta esforzándose por continuar con su matrimonio. 
La película está muy bien ambientada con dos polos opuestos como son la ciudad de New York y su distrito de Queens. Pero Learning to Drive es, ante todo, una historia de amistad, de compresión y de apoyo mutuo donde los inevitables problemas inherentes a la vida quedan subyugados por esa fuerza emocional.

LEARNING TO DRIVE. 2014. USA. Color. 
Dirección: Isabel Coixet
Intérpretes: Ben Kingsley, Patricia Clarkson, Grace Gummer, Sarita Choudhury, Jake Weber, Samantha Bee, Daniela Lavender, Matt Salinger, Michael Mantell
Guión: Sarah Kernochan
Fotografía: Manel Ruiz
 

Críticas de Isabel Coixet: Elegy (2008), La librería (2017).

(4) GENESIS "Selling England by the Pound" (1973)

La voz de Peter Gabriel, junto a una instrumentación ejecutada a la perfección dan como resultado este memorable disco. La exploración sonora se hace patente en cada pieza; hipnotismo, experimentación, melodías pausadas; “Dancin’ With The Moon Knight”, cortes pop-rock acompañados de un peculiar magnetismo; “I Know what I Like (In your Wardrobe”), virtuosismo pianístico; “Firth of Fifth”, materiales de arquitectura musical imposibles; “The Battle of Epping Forest” y puertas abiertas a la fantasía y a la ensoñación; “The Cinema Show”
Ante tanto festín, la obra nos ofrece algunas treguas que nos permiten digerir y asumir tanta calidad musical. De esta manera podemos encontrar la meliflua y cálida aportación de Phil Collins en “More Fool of Me”, una especie de interludio en la instrumental “After the Ordeal” y el colofón que cierra el trabajo —con melodía que nos evoca al inicio— la magnífica “Aisle of Plenty”
Selling England by The Pound es un emblema del rock progresivo con temas extensos, trufado de   interesantes variantes y cambios de ritmo. Imprescindible.

Canciones destacadas en el disco (clicar para escuchar): 
Dancing with the Moonlit Knight 
I Know what I Like (in your wardrobe)

viernes, 19 de abril de 2019

(4) EL NOMBRE DE LA ROSA, de Jean-Jacques Annaud (1986)


Todo un clásico
Jean Jacques Annaud, con dotes de gran artesano, dirige con absoluta maestría esta impecable adaptación de la novela de Umberto Eco. La hipocresía, vestida de redentora de las garras del diablo, circulaba libremente en una época en la que el pueblo estaba sometido a los caprichos de esa inmensa minoría que suponía el poder clerical. A través de un interesante relato de misterio, la obra muestra el fanatismo religioso contrapuesto a la razón lógica donde otras órdenes religiosas profesaban ideas que, sin alejarse de su amor a Dios, buscaban una sociedad más justa e igualitaria. 
En el metraje, de manera sutil, subyace una emocionante visión del amor y del deseo sexual, algo que late en su desarrollo como un concepto vital y, especialmente, humano. 
Este bellísimo film desprende una brillante atmósfera que se introduce en el alma del espectador. Las piezas de engranaje de su guion y puesta en escena encajan a la perfección en cada una de las secuencias. Esto se refuerza aún más por la impactante interpretación de Sean Connery: eterna, emblemática, soberbia e importante. A lo largo de los años El nombre de la rosa se ha convertido en todo en clásico; atención a su memorable e imborrable final. Para disfrutar y visionar a lo largo de nuestra existencia.

EL NOMBRE DE LA ROSA. 1986. Francia - Italia - Alemania. Color. 
Dirección: Jean-Jaques Annaud
Intérpretes: Sean Connery, Christian Slater, F. Murray Abraham, Michael Lonsdale, Valentina Vargas, Ron Perlman, Feodor Chaliapin Jr., William Hickey, Volker Prechtel, Leopoldo Trieste, Helmut Qualtinger, Elya Baskin, Michael Habeck, Urs Althaus, Vernon Dobtcheff, Andrew Birkin
Guión: Andrew Birkin, Gérard Brach, Howard Franklin, Alain Godard (Novela Umberto Eco)
Fotografía: Tonino Delli Colli
Música: James Horner