sábado, 26 de febrero de 2011

(3) Bruce Springsteen "Greetings from Asbury Park N.J." [1973]

La ópera prima del cantante de New Jersey es un estupendo disco de folk-rock con claras influencias de Bob Dylan. Aparecen en él la E. Street Band y sus magníficos instrumentistas con Clarence Clemons como estandarte.
En Greetings From Asbury Park N.J. se advierte la portentosa capacidad lírica y compositiva de un autor que sigue emanando calidad en cada uno de sus discos a lo largo de su prolífica carrera. Canciones que a medida que ha transcurrido el tiempo se han convertido en auténticos himnos, especialmente en sus directos, como la deliciosa “Growin’ up”, el jazz-rock de Spirit in the night”, la enérgica melancolía de “For you” o la rítmica de “It’s hard to be a Saint in the city”.
Destacar otras piezas estupendas como la viveza que desprenden “Blinded by the light” o "Does this bus stop at 82nd Street?", la quietud de “Mary Queens of Arkansas”, la belleza de la balada “The Angel” y por último la hermosa “Lost in the Flood” una sugestiva mezcla de instrumentación y lirismo.
Un trabajo que abrió las puertas a uno de los más grandes autores de la música contemporánea.

martes, 15 de febrero de 2011

(4) The Doors "Strange Days" [1967]

La magia continúa. Si su primer disco homónimo era una obra maestra, ésta obra supone una especie de continuación estilística y de composición. Y es que una buena parte de los temas que componían Strange Days fueron compuestos al mismo tiempo que los incluidos en el primer álbum del grupo editados al principio del mismo año. En Strange Days también se encuentra concentrado el espíritu de The Doors, un grupo que elevó la concepción artística de la música pop afrontando asuntos transcendentes para la sociedad en la que vivían.
El rock-hipnótico, que pasea por todos sus surcos, es manejado a la perfección por esta banda de brillantes músicos junto a la extraordinaria capacidad vocal de Jim Morrison.
La propuesta del álbum se muestra desde el principio en su surrealista portada de estética circense y, especialmente, en su contenido: la lírica y la psicodelia imprimidas en bellas baladas como “You’re lost Little girl” y “I Can’t See your Face in my Mind" el desenfreno de sonidos turbadores en “Moonlight Drive”, los portentosos ejercicios de mixtura de expresión musical en las impresionantes “People are Strange”, “Strange Days”, “My Eyes Have Seen you”, “Unhappy Girl” y el espectacular delirio de sonidos pop-rock, con una poderosa carga sexual, que supone su single “Love me Two Times”.
Morrison deja su huella poética con la ensoñadora “Horse Latitudes” , recitada por el cantante con sonidos sombríos de fondo.
El desgarrador corte final, “When the Music Over”, es un extenso poema épico que cierra éste fantástico disco que -como “The End”, tema que cierra su anterior trabajo- es un juego de interacción dramática entre los músicos y la voz de Morrison con un clarificador mensaje para la juventud de la época: “Queremos el mundo y lo queremos ahora” (“We want the world and We want it, now”)
Con este disco el grupo californiano se reafirmó como uno de los más innovadores y controvertidos de la década de los 60.

Críticas de The Doors:
"The Doors" (1967)
"L.A. Woman" (1971)