jueves, 31 de diciembre de 2020

(3) EL EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO, de Pier Paolo Pasolini (1964)

Jesucristo silba un blues
La austeridad y la sencillez son las piedras angulares de esta cinta que se caracteriza por proyectar un reflejo simétrico de las enseñanzas de Jesús de Nazaret. Pasolini moviendo la cámara con inteligencia, a modo de falso documental, muestra las andanzas de esta figura central del cristianismo. Así, lo podemos comprobar, especialmente, en las escenas del juicio y la crucifixión, donde el espectador se puede sentir como un personaje más del film. 
El director, basándose en el evangelio según San Mateo, subraya las doctrinas de Cristo poniendo énfasis en sus principios éticos, en la hipocresía de los fariseos (algo que llega hasta nuestros días) y en la imposibilidad de alcanzar la gloria por aquellos que ostentan el poder a costa de los demás. Conceptos como la ayuda a los más desfavorecidos y la deontología cristiana —que ni se ha seguido ni cumplido por aquellos mismos que propugnan las benevolencias de esta religión monoteísta— completan una propuesta que supone un reproche a la actividad humana a lo largo de la historia. En definitiva, se reivindica la honestidad, la justicia y la ética: ¿existe alguien que cumpla todos esos principios? 
Por lo demás, el realizador muestra un retrato bastante fidedigno —un Pasolini digamos que algo blando en ese aspecto—, pero, al mismo tiempo, personal desde el punto de vista filosófico y técnico. 
A destacar la interpretación del barcelonés Enrique Irazoqui y la música clásica para enfatizar el dramatismo de los hechos. Resulta del todo innovador la utilización de estilos como el góspel y blues. Ambos son metaforizados como el arte popular que emana del pueblo, lugar donde en realidad tendría que residir la soberanía para que las sociedades pudieran desarrollarse y evolucionar de manera real de una vez por todas. Esa es la doctrina y, por ende, el Cristo personal de Pasolini.

IL VANGELO SECONDO MATTEO. 1964. Italia. Color. 137 Min. 
Dirección: Pier Paolo Pasolini
Intérpretes: Enrique Irazoqui, Margherite Caruso, Marcello Morante, Susanna Pasolini, Mario Socrate, Settimio Di Porto, Alfonso Gatto, Luigi Barbini, Giacomo Morante  
Guion: Pier Paolo Pasolini
Música: Luis Bacalov, Varios.
Fotografía: Tonino Delli Colli

Críticas de Pier Paolo Pasolini: 

miércoles, 23 de diciembre de 2020

(3) LA PROFESORA, de Jan Hřebejk (2016)

Abuso de poder
Que cualquier sistema dictatorial y totalitario tenga controlados todos nuestros movimientos y que nuestra libertad sea coartada y restringida para un supuesto beneficio de la comunidad, es algo tan consabido e indeseable que a nadie le puede sorprender. Esta opresión del estado frente a la población ha sido, desgraciadamente, un denominador común a lo largo de la historia. 
La profesora rememora uno de los tantos episodios acaecidos en ese espacio de tiempo y realiza un ajuste de cuentas con el régimen comunista desde la incorporación de Checoslovaquia al bloque soviético oriental (1948) hasta la caída del Muro de Berlín (1989). Los sucesos ocurren en los últimos tiempos del régimen (1983) en una escuela de Bratislava, donde una profesora —aprovechándose de su condición de funcionaria (pertenece al partido comunista) y utilizando una malicia propia de cualquier cuento de brujas— extorsiona y chantajea a los padres de sus alumnos a cambio de un aprobado en su expediente. 
Las primeras imágenes de la profesora —educada, amable y de rostro angelical, hecho que contrasta con su impactante abyección— preguntando el primer día de clase a sus alumnos las profesiones de sus padres, son sobrecogedoras. A partir del intento de suicido de una alumna, la directora del centro se reúne con las madres y padres de los estudiantes y empiezan a surgir las diferentes representaciones de personas que están por debajo de cualquier régimen: el delator, el interesado, el rebelde, el conformista, el miedoso ante el castigo... Figuras que emanan de una forma de gobierno represor y corrupto. 
Es muy interesante observar los diferentes comportamientos en la reunión, donde las emociones y miedos se disparan y el temor a la represalia está constantemente presente (resaltar que la mayoría estaban subyugados a una administración vigilante y a la escasez de recursos. De hecho, al final firman la queja de manera individual). 
Jan Hřebejk consigue un brillante film, narrativamente ágil donde —a base de flashbacks y utilizando la mayor parte del tiempo una planificación media en espacios cerrados— traduce y metaforiza, a pesar de sus hechos verídicos, las desigualdades y las injusticias que cualquier estado puede cometer.
 
UČITEĽKA. 2016. Eslovaquia. Color. 102 Min
Dirección: Jan Hřebejk
Intérpretes: Zuzana Mauréry, Zuzana Konecná, Csongor Kassai, Tamara Fischer, Martin Havelka, Éva Bandor, Oliver Oswald, Peter Bebjak, Richard Labuda
Guion: Petr Jarchovský
Música: Michal Novinski
Fotografía: Martin Ziaran

domingo, 20 de diciembre de 2020

(3) TRAFFIC "Mr. Fantasy" (1967)

D
espués de Spencer Davis Grup, Steve Winwood, con tan solo diecinueve años, pasaría a dar forma a un nuevo proyecto llamado Traffic. Esta banda de Birmingham ofreció, en el contexto de la música rock, un sello distintivo puesto que, con su manera de componer e improvisar, pusieron los cimientos de eso que a finales del 67 y principios del 68 se le empezó a llamar “música progresiva”. Desde ese punto de vista el grupo ha sido uno de los pioneros en esta característica de evolución del rock. 
Mr. Fantasy fue el álbum de debut de la formación y supone una interesante aproximación al blues-rock y más concretamente al rock progresivo, especialmente con su tema más emblemático: la fantástica “Dear Mr. Fantasy”. Dicha pieza contiene un sobrecogedor solo de guitarra conjugado a la perfección con un fondo de órgano y armónica.  Otros cortes atractivos son “Utterly Simple” con efluvios orientales y una sugerente utilización del sitar, la canción que abre el disco; la rítmica “Heavens is in your Mind”, la sinfónica “Dealer”, la extrañamente psicodélica a modo de cuerda de reloj; “House of Everyone” o la que cierra el disco; la jazzísitica “Giving to you”
El resto del disco son la mayoría temas dignos como el carabetero “Berkshire Poppies”, el espiral “Coloured Rain”, el coral “Hope I Never Find me There”. Cómo canción fallida y único reproche estaría la edulcorada y aburrida balada “No Face, no Name, no Number”
En definitiva, un gran e influyente trabajo que se agrandaría con la fastuosa carrera de esa atractiva banda británica.  

Canciones destacadas en el disco (clicar para escuchar):

sábado, 12 de diciembre de 2020

(1) DISPONGO DE BARCOS, de Juan Cavestany (2010)


Un film que no transmite nada
La finalidad de una obra artística a través de cualquier canal de comunicación es, en mi opinión, conectar con el receptor. Conectar en el sentido de transmitir algún tipo de emoción que, de alguna manera, te toque el cerebro y el corazón. No importa el género cinematográfico ni el modo de realización, lo esencial es quedarse atrapado ante aquello que está delante de nosotros. 
Es verdad que la película de Juan Cavestany es arriesgada, alejada de lo convencional y lo comercial, pero también es cierto que esto no es suficiente para que el trabajo desempeñado aporte algo interesante al espectador. Durante su visionado la impresión es más bien de desasosiego. Esperas que ocurra algo, pero lo que impera es la sensación de tedio, exceptuando la secuencia de la caótica planificación del robo donde se extraen unos cinco minutos estupendos de comedia. En ese instante, la sensación de que estás ante un punto de inflexión se diluye inmediatamente para volver a unas situaciones argumentales sin orden ni concierto. 
Realizada de manera doméstica con formato casero, el resultado final es en su mayor parte de aburrimiento y únicamente lo salva la sensacional escena comentada y su metraje, afortunadamente corto; poco más de una hora de duración, más…, hubiera sido insoportable.
 
DISPONGO DE BARCOS. 2010. España. Color. 69 Min
Dirección: Juan Cavestany
Intérpretes: Antonio de la Torre, Roberto Álamo, Diego Paris, Andrés Lima, Juanjo del Rey, Miguel Ortiz, Antonio de Casas, Pietro Olivera, Gerardo Malla
Guion: Juan Cavestany
Música: Nick Powell, Oskar
Fotografía: Juan Cavestany

(3) THE CASTLE, de Lina Lužytė (2020) - "Festival Internacional de Cine de Gijón/Xixón 2020" - "Sección "Albar"


Supeditar nuestros sueños a todo lo demás
Unos episodios aparentemente normales como pueden ser la adaptación de una familia lituana en Irlanda, junto con sus problemas cotidianos (la abuela con demencia y la madre casi sin recursos, trabajadora de una planta de procesamiento de pescado) devienen en un giro inesperado manejado fantásticamente por Lina Lužytė. Y es que lo que en un principio parecía que iba a ser un relato de pugna por vencer las dificultades (enfermedad mental, problemas adolescentes y relación madre-hija) se convierte en una especie de thriller que dispara frontalmente a la emotividad y la sensibilidad del espectador. 
Monika y su madre Jolanta, ambas con gran talento para la música, se dedican a dar pequeños conciertos en funerales con el objeto de conseguir un complemento al dinero que entra en casa. Ante la oferta de trabajo —que les ofrece Liam Maguire, un misterioso empresario musical que encuentran en un entierro adyacente— por tocar en The Castle (un prestigioso recinto cercano a la capital irlandesa), la mente de Monika empieza a divagar cuál es la mejor manera de afrontarlo. Los problemas surgen cuando su madre, agobiada por su trabajo y desmotivada con el mundo de la música, decide vender el teclado de ambas. 
La adolescencia, ese primer estadio en el cual nos es más difícil tomar decisiones, llevará a Mónica a escoger entre varias opciones. Una vez observado su comportamiento conducido por sus procesos mentales la película nos lleva a preguntar: ¿qué hubiéramos hecho nosotras y nosotros en esa edad?, ¿hay alguna patología en ella atendiendo a su manera de actuar? Aparentemente no, sin embargo, su ciega ambición la obligará a decantarse por la determinación más errónea. El personaje principal siente como cualquier ser humano y da la impresión que cada acto cometido está estudiado para no pasarse de la raya, siendo consciente de su alto riesgo. Al final la abuela se adentra en el mar y la mirada de su nieta desprende ternura en forma de mano que la empuja hacia su muerte, pero también hacia su liberación: contradicciones humanas. 
Luchar por nuestros sueños sin importarnos los medios para conseguirlos. Difícil decisión en una película, muy bien narrada y construida, que hace estremecer y reflexionar al espectador.
 
PILIS. 2020. Lituania. Color. 91 Min
Dirección: Lina Luzyte
Intérpretes: Barbora Bareikyte, Gabija Jaraminaite, Jurate Onaitite, Andrei Ciopec, Martyna Peszko
Guion: Lina Luzyte
Música: Jonas Jurkunas
Fotografía: Michael Lavelle

viernes, 11 de diciembre de 2020

(2) POPPY FIELD, de Eugen Jebeleanu (2020) - "Festival Internacional de Cine de Gijón/Xixón 2020" - "Sección "Retuyeos"

Homosexualidad no normalizada
No es fácil vivir en contextos y sociedades donde no está normalizada la homosexualidad. Poppy Field ocurre en Rumanía, donde —como se puede observar— existen grupos homófobos que luchan por erradicar lo que ellos consideran una enfermedad. 
La acción sucede en un día cuando Cristi, agente de policía, acude a una operación en la que un grupo neosfascista boicotea la proyección de una película queer. Una vez entra en las instalaciones, empieza a experimentar una serie de sensaciones y disonancias que le bloquean en su comportamiento. Cuando un miembro del grupo le reconoce, ante el riesgo de ser delatado, sus miedos e inseguridades se multiplican por mil. 
El film realiza una valiente denuncia a estos grupos extremistas junto la pasividad de los aparatos del estado (los agentes tratan a las víctimas, esto es; el público asistente, como si fueran ellos los agitadores) y es, además, un canto al amor en sí, con independencia de la orientación sexual
Rodada de manera sencilla, utilizando muchas veces cámara en mano para imprimirla de más realismo, la obra está dotada de largas e interesantes conversaciones donde sobresalen la inquietud y la aflicción del protagonista
En definitiva, una sugestiva reflexión sobre la situación de la homosexualidad en Rumanía. Y es que, el hecho de que un agente de policía lo sea, choca frontalmente con los estereotipos conformados en las mentes más masculinizadas (en el sentido peyorativo del término).
 
CÂMP DE MACI. 2020. Rumanía. Color. 81 Min
Dirección: Eugen Jebeleanu
Intérpretes: Conrad Mericoffer, Alexandru Potocean, Radouan Leflahi, Cendana Trifan, Ionut Niculae, Alex Calin
Guion: Ioana Moraru
Fotografía: Marius Panduru

jueves, 10 de diciembre de 2020

(2) FIRST COW, de Kelly Reichardt (2020) - "Festival Internacional de Cine de Gijón/Xixón 2020" - "Sección "Albar"


Amistad en tiempos difíciles
Una historia de amistad, en el año 1820 conforma este minimalista western de autor; un relato de subsistencia y supervivencia donde se puede apreciar toda la naturaleza silvestre de la América del siglo XIX. Tal como dice el inmigrante chino, King Lu, hay que aprovechar las oportunidades que aparecen en un mundo donde los más desfavorecidos están condenados a sufrir. Ambos, conscientes del riesgo que corren, retornan cada día a ordeñar a la primera vaca aparecida en el territorio. Con ello, pretenden cumplir sus sueños en otros lugares donde emprender nuevas ideas y negocios. 
La película desarrolla la trama desde los inicios cuando el cocinero Figowitz (Cookie) es contratado por una expedición de cazadores de pieles. En ese espacio de tiempo conoce a King Lu, quien huye de un grupo de rusos que le persigue. La primera parte es bastante parsimoniosa hasta llegar al negocio de los buñuelos, cocinados con leche de la vaca del patrón. Es ahí, en ese momento, cuando la obra empieza a cobrar ritmo y donde llega su punto más interesante. Bellas imágenes y exteriores en una cinta estimable, dura y realista, pero con altibajos.
 
FIRST COW. 2020. Estados Unidos. Color. 121 Min
Dirección: Kelly Reichardt
Intérpretes: John Magaro, Orion Lee, Toby Jones, Ewen Bremner, Scott Shepherd, Gary Farmer, Lily Gladstone, Alia Shawkat, John Keating, Dylan Smith
Guion: Jonathan Raymond, Keely Reichardt (Novela: Jonathan Raymond)
Música: William Tyler
Fotografía: Christopher Blauvelt

martes, 8 de diciembre de 2020

(3) VOICES IN THE WIND, de Nobuhiro Sowa (2020) - "Festival Internacional de Cine de Gijón/Xixón 2020" - "Sección "Albar"

El teléfono del viento
Estamos en casa tan tranquilos y nos enteramos por los medios de comunicación que ha habido una desgracia natural en cualquier parte del mundo. Nos alarmamos e inconscientemente hacemos cábalas de las bajas probabilidades de que aquello ocurra en nuestros lares. Es un mecanismo de defensa, una estrategia para tranquilizarnos. Y, sí, lo sentimos por toda esa gente desconocida y ajena a nosotros que ha fenecido o que ha quedado huérfana de sus seres queridos. La vida continúa y el suceso se torna como aquella nube que, amenazante, cernía sobre nuestras cabezas. 
Voices in the wind es un film catártico y terapéutico. A través del viaje de una adolescente de 17 años que busca encontrar respuestas a todo lo que le ha acontecido en los últimos años (perdió a sus padres y a su hermano en el tsunami de Ōtsuchi en 2011). Viviendo con su tía en Hiroshima, ésta cae enferma, y la protagonista decide escapar para emprender una travesía, dura e incierta, hacia sus orígenes). En su camino se encuentra con personas y situaciones que le ayudaran en su aprendizaje existencial: la anciana marcada por la bomba de Hiroshima, el trabajador de la central nuclear con la pérdida de su familia por el accidente nuclear de Fukushima, la pareja próximos a ser padres que le transfieren todo su cariño y apoyo, la familia kurda…, incluso el episodio de los tres delincuentes que la acechan le servirá como enseñanza. 
La película tiene su punto de abatimiento representado a través del rostro y carácter taciturno de su personaje principal. En esencia, esta obra es nostálgica, melancólica, metafórica y poética donde en cada secuencia absorbemos todas las sensaciones y percepciones que se manifiestan latentemente en sus fotogramas. El teléfono del viento será el elemento supremo, el cénit que actúa como sanador de las malas emociones que circundan el interior de las víctimas. 
El film resulta, al final, algo extenso porque se recrea a veces en determinadas escenas, tal vez algún que otro recorte en el montaje le hubiera dado más agilidad, aunque no por ello deje de ser una estimable cinta.
 
KAZE NO DENWA. 2020. Japón. Color. 139 Min
Dirección: Nobuhiro Sowa
Intérpretes: Shoko Ikezu, Serena Motola, Toshiyuki Nishida, Hidetoshi Nishijima, Tomokazu Miura
Guion: Kyôko Inukai, Nobuhiro Suwa
Música: Hiroko Sebu
Fotografía: Takahior Hairaba

(2) MARYGOROUN, de Daria Woszek (2020) - "Festival Internacional de Cine de Gijón/Xixón 2020" - "Sección "Retueyos"

Liberarse a los cincuenta
Con una estética atrayente, ochentera y, muchas veces, a modo de videoclip, esta película trata de mostrar los temores, inseguridades y sueños de una mujer virginal de medio siglo de edad
Sus relaciones, secretos y enamoramientos flotan en unas secuencias trufadas de comedia y dramatismo. El hecho de que la directora exponga y plantee un tema no muy habitual en cualquier manifestación artística —como es el lugar que ocupan y la sexualidad que experimentan personas que acaban de rebasar la mediana edad y con camino directo a la senectud— añadiéndole, además, una sorprendente ornamentación funky-panki, podemos decir que estamos ante un film estimable, valiente y arriesgado. Sin embargo, todo este maremágnum de pensamientos y deseos se quedan estancados sin realmente conectar del todo con el espectador, resultando aburrida por momentos.

MARIJKI. 2020. Polonia. Color. 75 Min. 
Dirección: Daria Woszek
Intérpretes: Grazyna Misiorowska, Janusz Chabior, Barbara Kurzaj, Magdalena Kolesnik, Agnieszka Wosinska, Michal Majnicz, Pawel Smagala.
Guion: Sylwester Piechura, Aleksandra Swierk, Daria Woszek
Música: Marcin Macuk
Fotografía: Michal Pukowiec

jueves, 26 de noviembre de 2020

(4) PARIS, TEXAS, de Wim Wenders (1984)

Errores y redención
Paris, Texas, al igual que su desértico y asilvestrado paisaje, es un relato turbulento por el que desfilan personajes peculiares que van desde el extravagante médico hasta, —el anulado, amnésico, apático, desorientado y con la sensación de no encontrar sentido a su existencia— Travis
Wenders nos hace reflexionar acerca de los errores que cometemos en la vida en una historia de redención trufada de sentimientos y emociones carentes de resolución. Con una carta de presentación enigmática —plasmada a través de su protagonista deambulando por el desierto de Mojave— comprendemos que estamos ante una estructura narrativa en la que todo está por descubrir. Es inevitable la identificación con su hermano Walt cuyo interés y afán por saber es compartido por el espectador, es más, la vida de Travis tomará un cariz diferente con su llegada pues, a partir de entonces, su objetivo girará en torno a su Ítaca particular, Paris, esa parcela con la que soñará compartir su vida con su esposa e hijo. 
Un remanso profundo de sinceridad y de gran intensidad emocional supone la escena del antro del peep-show, donde queda reflejada su relación tormentosa que desembocó en una ruptura familiar con unas consecuencias funestas, dejando unas huellas indelebles en el interior de cada componente. 
En definitiva, un film magistral, una auténtica maravilla visual y con una genial e hipnótica BSO de Ry Cooder con su constante slide guitar. Destacar la fotografía, el guión de Sam Sheppard y la excelente interpretación de Harry Dean Stanton .
 
PARIS-TEXAS. 1984. Estados Unidos. Color. 144 Min
Dirección: Wim Wenders
Intérpretes: Harry Dean Stanton, Nastassja Kinski, Dean Stockwell, Aurore Clément, Hunter Carson, Bernhard Wicki, Socorro Valdez, John Lurie, Sally Norvell, Sharon Menzel, Tom Farrell, Viva
Guion: Sam Shepard
Música: Ry Cooder
Fotografía: Robby Müller

sábado, 21 de noviembre de 2020

(4) LA RODILLA DE CLARA, de Éric Rohmer (1970)

 La complejidad del ser humano
Un encuentro inesperado —el de un par de amigos— da el pistoletazo de salida a esta historia de pensamientos, dudas y contradicciones alojadas en la mente de los seres humanos. Aurora, escritora, presenta a los propietarios de la casa donde se encuentra como inquilina a Jerome (diplomático), quién está pasando sus últimos días como soltero porque va a casarse en breve. Ella le propone un juego con el objeto de utilizarle como cobaya para sus novelas. Laura, la hija de la propietaria de quince años, parece estar enamorada de Jerome y la novelista le instigará para intentar conquistarla. A partir de ahí, comienza a fluir una relación intergeneracional donde se observan las distancias y las cercanías entre la madurez y la adolescencia. 
Sin embargo, el punto de inflexión viene cuando Jerome conoce a Claire, la hermanastra de Laura. Una vez éste comienza a interrelacionarse con ella se da cuenta de que sus pensamientos empiezan a entrar en conflicto. Así, aunque se le ve muy seguro en sus afirmaciones, en su interior es consciente de sus debilidades como hombre y como ser humano. Y es que la turbación le llega con Claire: un interés no correspondido que aumenta su deseo por ser tenido en cuenta. Rohmer hace aquí una interesante reflexión acerca de la dificultad por alcanzar la fidelidad por parte del ser humano. Jerome en sus tertulias con Aurora no hace más que justificar sus actos y pensamientos. Sin embargo, el film deja bien claro que lo que domina en la psicología humana son los claroscuros, conceptos sin definir que pugnan por salir airosos en nuestro cerebro. 
La rodilla de Claire, será el elemento fetichista y obsesivo que actuará como canalizadora en la búsqueda de la identidad de Jerome en los aspectos amorosos, sexuales y querenciosos. En realidad, la obra nos viene a decir que nuestra existencia está envuelta de microcrisis y es en la adultez cuando se acentúan más aun las inseguridades
En definitiva, esta quinta película de los Cuentos Morales de Rohmer es un estupendo retrato de la vida misma que cuenta con unas bellísimas imágenes y paisajes (magistral fotografía de Nestor Almendros), acompañado por unos excelentes sonidos de la naturaleza.
 
LE GENOU DE CLAIRE. 1970. Francia. Color. 105 Min
Dirección: Éric Rohmer
Intérpretes:Jean-Claude Brialy, Béatrice Romand, Aurora Cornu, Laurence de Monaghan, Michel Montel, Gérard Falconetti, Fabrice Luchini  
Guion: Éric Rohmer
Música: Varios
Fotografía: Néstor Almendros

lunes, 16 de noviembre de 2020

(3) TODOS A CASA, de Luici Comencini (1960)


 La guerra no ha terminado
Además de didáctica —pues pone de manifiesto lo que ocurrió a partir del armisticio entre Italia y las fuerzas aliadas en 1943— esta estupenda película conjuga a las mil maravillas el drama y la tragedia de la guerra. Aun así, Comencini es capaz de introducir magistralmente, y no con calzador, unas entrañables escenas cómicas. Sin embargo, como se ha comentado, la historia no esconde las necesarias escenas dotadas de momentos realmente duros: muertes crueles de personajes por los que el espectador se siente identificado. 
El resultado es una obra cercana al neorrealismo, antibelicista (grandes secuencias como las conversaciones con el soldado americano acerca de la importancia de la vida en detrimento de las contiendas) y un canto a la solidaridad con un fantástico plantel de actores encabezados por la gran personalidad del todoterreno Alberto Sordi. Su final —después del largo y sinuoso camino con intentos fallidos por regresar a casa— expone el cuento de nunca acabar: un mundo henchido de guerras interminables sustentadas por prohombres con delirios de grandeza.

TUTTI A CASA. 1960. Italia. Blanco y Negro. 105 Min
Dirección: Luigi Comencini
Intérpretes: Alberto Sordi, Serge Reggiani, Martin Balsam, Carla Gravina, Eduardo De Filippo, Claudio Gora, Didi Perego, Mario Feliciani
Guion: Agenore Incrocci, Furio Scarpelli, Luigi Comencini, Marcello Fondato
Música: Angelo Francesco Lavagnino
Fotografía: Carlo Carlini

sábado, 7 de noviembre de 2020

(4) ESTA TIERRA ES MIA, de Jean Renoir (1943)

Alegato pacifista
La emotividad que emana está fantástica película de Jean Renoir es inquebrantable. Recuerdo haberla visto en mi infancia y ya me transmitió todas las buenas vibraciones que he experimentado en éste último visionado. This Land is Mine no es solo un alegato a favor de la libertad y los derechos humanos (huelga comentar el merecido ajuste de cuentas que le aplica el film al archiconocido salvajismo del período del Tercer Reich), sino que va mucho más allá, pues también aborda distintos aspectos de la personalidad de nuestro ser. Esto se puede ver en el carácter timorato de su protagonista, Albert Lory, un maestro de escuela de mediana edad e influenciado por una madre posesiva que vive acobardado en un mundo sombrío acechado por el peligro constante de la ocupación nazi. A Albert le cuesta expresar sus emociones y es ahí donde el director realiza una interesante radiografía de sus conductas y cogniciones. El hecho de no sentirse capaz de expresarse y mostrarse al mundo tal como es —a causa, especialmente, del yugo maternal— da como resultado un hombre apagado, con mucho talento cultural latente, pero sin desarrollar su potencial debido a esa oscura y acuciante autocensura que se inflige. ¿Cómo luchar, pues, por ese amor que siente hacia esa mujer mucho más joven que él? Las evidentes injusticias que suceden en la historia van esculpiendo una atractiva metamorfosis en Albert hasta llegar a la memorable escena final; una oda al cine, a la vida y a la libertad del ser humano. 
Dicho análisis de la personalidad humana continúa mientras van desfilando los personajes en la trama. Así, nos topamos con la insidia del Mayor Erich von Keller, con la cobardía de George Lambert, con la exasperante displicencia del alcalde, con la celotipia y sobreprotección de Mrs. Emma Lory y con la inteligente valentía de Kent, el hermano de la profesora. En definitiva, un sinfín de naturalezas, ejemplos perfectos de los contextos históricos, sociales y culturales que han acaecido a lo largo de los siglos. 
Grandísimo guion y magistral interpretación de Charles Laughton en una película que engancha desde el primer momento. Didáctica e imprescindible.
 
THIS LAND IS MINE. 1943. Estados Unidos. Blanco y Negro. 103 Min
Dirección: Jean Renoir
Intérpretes: Charles Laughton, Maureen O'Hara, George Sanders, Walter Slezak, Kent Smith, Una O'Connor, Philip Merivale, George Coulouris, Thurston Hall, Nancy Gates, Ivan Simpson, John Donat
Guion: Jean Renoir, Dudley Nichols
Música: Lothar Perl
Fotografía: Frank Redman

sábado, 31 de octubre de 2020

(3) JOHNNY GUITAR, de Nicholas Ray (1954)

Western pasional
El ambiente sórdido que emana esta historia conjuga elementos que están estrechamente relacionados con el contexto social de una época. Años después de la guerra civil americana, los tiempos están cambiando y, en consecuencia, la población deberá adaptarse a tales circunstancias. La inminente llegada del ferrocarril despierta el emprendimiento de su protagonista. 
Lo que más llama la atención de este western innovador es el importante papel que juega la emancipación femenina. Dos personalidades fuertes pero diferentes; Vienna versus Emma, comparten una cosa en común; ambas son mujeres marcadas por el amor. Y es que Johnny Guitar es una película donde impera un sentimiento de intensa atracción emocional. Existe una relación a cuatro bandas formado por Vienna y Johnny (separados desde hace un lustro y unidos por el desesperante desencanto de no poder unir otra vez sus vidas), Dancing Kid (enamorado de Vienna, realiza sus acciones cotidianas a sabiendas que nunca ha sido —ni será— del todo correspondido) y, por último, Emma quién nunca superó el rechazo de Dancing Kid, es una mujer cruel con problemas de aceptación de sus propios sentimientos. 
Es importante destacar las contraposiciones que ofrece el film, esto es; el vacío legal de un período que da lugar a una violencia gratuita, el “machismo gallito” imperante, la soga, los ahorcamientos…, todo ello contrasta con el romanticismo sentimental que desprenden sus protagonistas. Un ejemplo de tal antagonismo es la escena de Vienna donde toca una bella pieza al piano a la espera de su potencial sentencia de muerte. 
Nicholas Ray plasma cada una de las características psicológicas y sociales confiriendo un interesante realismo agónico al desenlace de la trama. Hay que achacarle a la película algunas transparencias que resultan chirriantes, sin embargo, esto se compensa con una puesta en escena que le dota un aire cuasi desértico y con la utilización del color, los cuales, refuerzan su atmósfera opresora. Y, por último, destacar el gran trabajo actoral, especialmente la inmensa Joan Crawford quién imprime una personalidad abrumadora a cada una de las secuencias.
 
JOHNNY GUITAR. 1966. Estados Unidos. Color. 110 Min. 
Dirección: Nicholas Ray
Intérpretes: Joan Crawford, Sterling Hayden, Scott Brady, Mercedes McCambridge, Ward Bond, Ernest Borgnine, John Carradine, Royal Dano, Ben Cooper
Guion: Philip Yordan (Novela: Roy Chanslor)
Música: Victor Young
Fotografía: Harry Stradling Sr.

sábado, 24 de octubre de 2020

(3) NUEVE CARTAS A BERTA, de Basilio Martín Patino (1966)


Angustia existencial
En esta obra la cámara, trasunto de Lorenzo —su personaje principal—, actúa como un procesador cognitivo que va describiendo sus recuerdos, sensaciones y emociones. De regreso de Londres, éste encuentra la misma rutina de siempre; anclada en unas situaciones y lugares que le resultan desasosegantes con una Salamanca y un contexto social un tanto cerrado y gris. Añora a Berta, una chica de padres españoles que conoció en la ciudad británica, pero Lorenzo es preso de sus contradicciones. Los miedos e inseguridades, su juventud estudiantil enfrascada en una sociedad carente de libertad, sus desavenencias con su padre y con Mary Tere —su novia salmantina— y las aspiraciones por crecer, madurar y encontrarse a sí mismo, conforman los nueve episodios a modo de epístolas en su voz en off. 
Basilio Martín Patino utiliza un cine experimental y rompedor que se sale del cine convencional en lo que se denominó “Nuevo cine español”. De esta manera, las imágenes son de cariz innovador, con “secuencias de frenado” (ralentizados y congelados) que refuerzan el estado psicológico de su protagonista. Su propuesta rezuma modernidad y, tanto técnicamente como socialmente, es una película valiente y arriesgada, con sus referencias y guiños a las generaciones perdidas en España (el cartel de “Tierra sin pan” de Buñuel, el profesor exiliado, etc.). 
Diferente, vanguardista, amarga, pesimista, con aires de tristeza en una generación de jóvenes españoles nacidos después de la guerra que se debatían en la dualidad entre un ambiente opresivo y otro libertario.
 
NUEVE CARTAS A BERTA. 1966. España. Blanco y Negro. 92 Min. 
Dirección: Basilio Martín Patino
Intérpretes: Emilio Gutiérrez Caba, Elsa Baeza, Montserrat Blanch, Mary Carrillo, Antonio Casas, José María Casaux, Manuel Domínguez Luna, María Elena Flores, Rosa Fúster
Guion: Basilio Martín Patino
Música: Carmen A. Bernaola, Gerardo Gombau
Fotografía: Luis Enrique Torán

miércoles, 21 de octubre de 2020

(2) LA MATANZA DE TEXAS, de Tobe Hooper (1974)

Violencia directa
Producción absolutamente extraña y perturbadora que actúa como metáfora de un mundo teñido de violencia y destrucción del ser humano. Todo lo que aparece es extravagante, desde la manera de rodar hasta los personajes de la furgoneta (los aparentemente normales). 
La película, escalofriante y dotada de una alta tensión emocional, es un viaje al infierno en su casi hora y media de duración. Sin tapujos, sin rodeos, directa, La matanza de Texas, a pesar de sus carencias (diálogos, puesta en escena, factura fílmica…) es un digno producto del cine independiente americano que se convirtió en un film de culto con gran influencia posterior
Entre todas las imágenes —dentro de esa espiral de violencia del demente clan familiar— destacaría la escena donde a Leatherface (brazo ejecutor dominado por la figura del padre) se le escapa su víctima y, pese a eso, sigue dibujando en el aire, descontrolado, cortes con su motosierra: toda una representación de la locura, la psicopatía y el placer de matar.
 
THE TEXAS CHAINSAW MASSACRE. 1974. Estados Unidos. Color. 83 Min. 
Dirección: Tobe Hooper
Intérpretes: Marilyn Burns, Paul A. Partain, Edwin Neal, Jim Siedow, Allen Danziger, Gunnar Hansen, William Vail, John Dugan, Teri McMinn, William Creamer
Guion: Tobe Hooper, Kim Henkel
Música: Tobe Hooper, Wayne Bell
Fotografía: Daniel Pearl

martes, 20 de octubre de 2020

(3) SI ME BORRARA EL VIENTO LO QUE YO CANTO, de David Trueba (2019)

La resistencia en la dictadura
Las primeras imágenes del documental están extraídas del film Tillsammans (Juntos), de Lukas Moodyson —una coproducción entre Suecia y Dinamarca— donde se ve en el año 1975 a un grupo de suecos, niños incluidos, celebrando la noticia, que acaban de escuchar por la radio, de la muerte de Franco. Ya de por sí, está secuencia es absolutamente impactante. ¿Cómo es posible que unas personas, tan lejanas y ajenas a la idiosincrasia española, se alegren como si hubieran sido víctimas de su cruel y dictatorial régimen? 
David Trueba, a partir de la vida del cantautor Chicho Sánchez Ferlosio, trenza un interesantísimo documental donde nos da a conocer esta vinculación con el pueblo escandinavo. 
Aunque no lo pareciera, España no estaba del toda sola. Había muchas personas que estaban concienciadas con el último reducto fascista de Europa (después del derrocamiento de Salazar). Ya, anteriormente, hubo movilizaciones contra la pena capital de Julian Grimau y el estado español quedaba, una vez más, como la vergüenza de Europa. El documental muestra la conexión que hubo entre estos comprometidos comunistas del país sueco con la resistencia española y de ahí surgió el emblemático disco “Canciones de la resistencia española”. Un trabajo que realmente fue una odisea y un riesgo para aquellos que lo hicieron posible, pero que, gracias a su ímproba y valiente hazaña, queda como un documento que pervivirá eternamente. 
Prefiero no contar mucho más para no arruinar la sorpresa de su visionado. Sin embargo, sí que he de hacer constar que el director madrileño hace un impecable trabajo de investigación donde cuenta a través de sus entrevistas la compleja y atrayente personalidad de Chicho Sanchez Ferlosio, un personaje y una familia sorprendente si tenemos en cuenta que era hijo del falangista Sanchez-Mazas
Su manera de vivir, de enfrentarse al orden establecido y su poesía en forma de canciones nos muestra que estamos delante de un personaje realmente diferente. La obra de Trueba aparte de interesante y muy didáctica, nos motiva a estudiar más sobre ese periodo del país y de descubrir sus canciones y su tiempo. Vale la pena.
 
SI ME BORRARA EL VIENTO LO QUE YO CANTO. 2019. España. Color. 89 Min. 
Dirección: David Trueba
Intérpretes: Documental (Intervenciones de Chicho Sánchez Ferlosio)
Guion: Joan F. Losilla, David Trueba
Música: Chicho Sánchez Ferlosio 
Fotografía: Julio César Tortuero, Noemí de la Peña

Críticas de David Trueba:
Casi 40 (2018)

domingo, 18 de octubre de 2020

(4) EL ACORAZADO POTEMKIN, de Sergei M. Eisenstein (1925)


Monumental escena de la escalera
Esta célebre película está fragmentada en cinco partes que va desde la opresión que sufren los marineros del acorazado hasta su liberación del yugo zarista. Contextualizada en la fallida sublevación 1905 (preludio de la revolución de octubre de 1917), la película tiene unas innovadoras cualidades técnicas centradas su prodigioso montaje y en su soberbia puesta en escena. La secuencia de la escalera de Odesa es un monumento al cine en la cual el director ofrece, en diez minutos, el drama individual de algunos personajes, —con encuadres divididos— para mostrar una tragedia conjunta
En cada una de sus cinco partes los oprimidos van tomando conciencia de su clase y conforme avanzan los acontecimientos, su metamorfosis llega hasta la revolución. Así la obra empieza con “Hombres y gusanos”; donde los marineros empiezan a rebelarse ante las condiciones infrahumanas a las que les están sometidos. En “Drama en la Bahía” la muerte de Vakulinchuk será el detonante para que, en su tercera parte; “Un muerto pide justicia” la población se agrupe para la lucha. “La escalera de Odessa” muestra la represión por las tropas zaristas y, en su última pieza, “Encuentro con la flota” dará pie a que todos se unan al grito de: ¡Hermanos!, pues los barcos destinados a interceptar al Potemkin deciden unirse a su causa y no abrir fuego. 
El acorazado Potemkin fue un encargo del gobierno soviético al joven Eisenstein. A pesar de ser un trabajo propagandístico, este film es uno de las más estudiados en las escuelas de cine por su particular técnica. Su mensaje revolucionario y de unión de los oprimidos supuso que la cinta fuese prohibida en distintos países. 
Polémicas aparte, el realizador ruso supo dotar a su encomienda, —combinando hechos reales con ficticios— de un guion estructurado que, dejando de lado su notoria ideología, fue un llamamiento para levantarse ante las injusticias a través de unas secuencias e imágenes imperecederas en la historia del cine.
 
BRONENOSETS POTYOMKIN. 1925. URSS. Blanco y Negro. 77 Min. 
Dirección: Sergei M. Eisenstein
Intérpretes: Aleksandr Antonov, Vladimir Barsky, Grigori Aleksandrov, Mikhail Gomorov, Ivan Bobrov, Aleksandr Levshin, Konstantin Feldman
Guion: Sergei M. Einsenstein, Nina Agazdzhanova
Fotografía: Eduard Tissé, Vladimir Popov

martes, 13 de octubre de 2020

(3) LA MORT DE GUILLEM, de Carlos Marques-Marcet (2020)


Crimen político
Los delitos de odio y contra la ideología de las personas es un asunto que cualquier estado democrático debería erradicar -o, al menos, penalizar- para administrar justicia. La realidad es que los hechos que muestra este trabajo son francamente ignominiosos. Debemos tener en cuenta que han pasado casi treinta años y, de sus asesinos, el que más tiempo ha pasado en prisión, ha sido sólo cuatro años (a Pedro Cuevas, le cayó una pena de reclusión menor, pero se la aminoraron por buena conducta). A este fascista lo detuvieron en 2005 por pertenecer a un grupo neonazi de carácter paramilitar (lo absolvieron) y, para escarnio de la democracia española, se presentó a las elecciones de 2007 en Chiva por Alianza Nacional (AN): ¿cómo es posible que partidos fascistas y nazis, con asesinos al frente, se puedan presentar a las elecciones y, por el contrario, haya presos políticos en la cárcel? 
Si en el cortometraje Ni oblit, ni perdó (2019) ya se hacía patente la impotencia que tenía que sufrir su familia una vez pasado los años (con las hermanas y los padres mucho más mayores), ante la extorsión fascista, en este largometraje —además de exponer el duelo y el calvario familiar— se hace un recorrido sobre la vida de Guillem con montajes y fotografías de su infancia, aportando un buen puñado de imágenes de archivo del panorama político del Estado Español desde que murió el general Franco. 
La película —con unas soberbias interpretaciones, especialmente de la pareja protagonista, que le imprimen más realismo al relato— tiene la virtud de cuidar los detalles al máximo: los silencios, las pausas, las miradas, la silla en la mesa de Guillem… Algo así como una especie de tristeza, dolor, rabia y melancolía ante su ausencia y la injusticia constante que les rodeaba. Carlos Marques-Marcet usa muy inteligentemente una puesta en escena austera y humana donde, en cada gesto y en cada escueta palabra, se comprende todo lo que se respiraba en el ambiente reinante de la época, además de todo lo que pasaba por la psicología de los personajes. 
La obra va alternando entre momentos de ficción y grabaciones en la televisión tanto del juicio como de la misma familia, haciendo una mezcla entre película y documental. Cabe destacar la acertada utilización de música valenciana con poemas de Vicent Andres Estelles, la Muixeranga o del magistral disco de Al Tall, "Quan el mal vé d’Almansa…" que conecta especialmente con los hechos que le ocurren a Guillem (más de tres siglos de persecución): abarcar la muerte por el simple hecho de tener una identidad propia y una cultura diferente. 
Los padres quieren saber qué ha pasado, quieren averiguar qué hay detrás de todo ello. El padre de Guillem hace un trabajo de investigación casero y se da cuenta que detrás de la muerte de su hijo existe un grupo activista fascista, nazi y xenófobo que trata de eliminar todo aquel que no piensa como ellos. En este sentido la cinta hace una clara denuncia a la trama fascista que, desde hace décadas, lleva al frente José Luís Roberto, político de extrema derecha, con total impunidad. 
No faltan las discordias, normales y comprensibles en los procesos de duelo, tras el asesinato. La madre quiere ir más allá y hacer constar que Guillem no era sólo un animal político, sino que también tenía otras condiciones admirables y cotidianas como cualquier ser humano: le gustaban las croquetas de su madre, era nadador, era muy querido por sus amigos…, los padres luchan contra la impunidad, se frustran ante la inmovilidad de los políticos (cuando visita su amigo del PSOE y le reprocha que les hagan el juego a los fascistas) e intentan, día tras día, superar la muerte de su hijo. 
Pero la muerte de Guillem Agulló no ha sido en vano, porque su aportación en vida y la lucha de su familia hará una sociedad mejor, proclamando un canto a la vida y una tumba al fascismo. Tal como dijo su madre: "Nosotros tenemos un hijo muerto que vivirá para siempre, pero ellos (los padres de los asesinos) desgraciadamente —seguramente sin saberlo— engendraron, hace unos veinte años, a la muerte ".
 
LA MORT DE GUILLEM. 2020. País Valencià. Color. 95 Min. 
Dirección: Carlos Marques-Marcet
Intérpretes: Pablo Molinero, Jordi Ballester, Belén Riquelme, Carles Martínez, Gloria March, Yani Collado, Diego Braguinsky, Mar Linares, Betlem Agulló
Guion: Roger Danès, Alfred Pérez Fargas
Música: Tarquim
Fotografía: Álex García

sábado, 3 de octubre de 2020

(4) UNA JORNADA PARTICULAR, de Ettore Scola (1977)

Un día de libertad
La obra muestra un punto de encuentro entre dos universos oprimidos: uno por la situación política reinante, amén de los problemas que acarreaba la orientación sexual de él y, otro por el contexto familiar y doméstico asfixiante de ella. Ambos están encarcelados en sus propios submundos cuando, la casualidad y el azar (el loro que se escapa de su jaula para colocarse en la ventana cercana del vecino) dan la oportunidad para comenzar una experiencia catártica y rehabilitadora. La visita del Führer a Roma actúa como un trasfondo acuciante (la música y la retransmisión radiofónica) que refuerza todavía más la atmosfera angustiosa que destila la situación de cada personaje. 
Antonietta vive subyugada entre las cuatro paredes de la casa que tiene que llevar, junto con sus seis hijos y un marido, totalmente ajeno a ella, que la utiliza para los quehaceres de la casa y para su satisfacción sexual. Una vez el periodista le abre las puertas de su casa y de su vida, encuentra una vía de escape y una alternativa a la continua opresión a lo largo de su vida de casada. Gabriele, también, aherrojado por las sombras fascistas imperantes, ve muy difícil (sobre)vivir con su condición de homosexual y poder continuar labores periodísticas (fue expulsado de su trabajo por “actitudes depravadas”). 
Dentro de la sinergia entre ambos, existen conflictos ante la inviabilidad de encadenar sus sentimientos, porque esta película es, sin duda, una historia de amor imposible. Y, de esta manera, va pasando la jornada particular, tan particular que para los dos supone un despertar, un paraíso finito donde poder bañarse en las aguas de la amistad y del amor. 
Fantástica la puesta en escena, los planos cinematográficos, los detalles (las calzas agujereadas, los retoques delante del espejo para ponerse guapa, el recogimiento de los granos de café…) y los movimientos de cámara, con unos inmensos Marcelo Mastroianni y Sophia Loren y un final clarificador donde se cierra el círculo iniciado para volver, cada uno, a su celda particular.
 
UNA GIORNATA PARTICOLARE. 1977. Italia. Color. 105 Min. 
Dirección: Ettore Scola
Intérpretes: Sophia Loren, Marcello Mastroianni, John Vernon, Françoise Berd, Patrizia Basso, Nicole Magny
Guion: Ruggero Maccari, Ettore Scola
Música: Armando Trovajoli
Fotografía: Pasqualino de Santis

lunes, 28 de septiembre de 2020

(3) EL TAMBOR DE HOJALATA, de Volker Schlöndorff (1979)


La rebeldía interior
El tambor de hojalata describe los períodos de guerras y entreguerras de la Alemania contemporánea a través de los ojos de Oskar, un niño, aquejado de una discapacidad psíquica, que se rebela a aceptar una vida de sufrimiento en un contexto social convulso. 
Inconformista ante el comportamiento hipócrita de la edad adulta, en su tercer cumpleaños, se cae (voluntariamente) del sótano de su casa y, como mecanismo de defensa, decide no crecer. Tal como le prometió su madre, recibe como regalo de aniversario un pequeño tambor; objeto simbólico y preponderante que actuará como metáfora de un tiempo de indefensión y abandono. 
Dentro de la situación político-social descrita cohabitan asuntos familiares (el triángulo, tío-madre-padre) que conforman la personalidad reacia de Oskar a los estándares impuestos por la sociedad. Su madre, con emociones escondidas, porta una mochila repleta de culpas y de inseguridades (embarazo) que la conducirán a su hundimiento vital. 
Además, en dicho entorno, el ascenso del nazismo es inminente y en uno de los primeros actos de la II Guerra Mundial —el asalto a la oficina de correos polaca de Dunrig—, fallecerá Jan Bronski, su verdadero padre. A partir de ahí, hasta la llegada de los rusos, desfilaran multitud de aspectos históricos como la evolución, desarrollo y proceder de la ideología nazi; la persecución de judíos (el comerciante Markus), la implantación de la pureza racial (Albert probará su misma medicina cuando la Gestapo requiere el internado de Oskar en una clínica). A ello debemos añadir elementos personales del protagonista, esto es: su despertar sexual con María, su bonita relación con los enanos circenses, la explotación de su habilidad para romper el vidrio con la voz, su amor incondicional por Roswitha, el lloro por su pérdida… 
Volker Schlöndorff consigue un film absolutamente didáctico, emocional, asfixiante, grotesco, extravagante, con elementos surreales: el tambor, los pescados, las monjas… Todo ese coctel conceptual nos encamina hacía un lenguaje cinematográfico complejo e interesante, con multitud de matices a analizar que impactan en el cerebro del espectador.
 
DIE BLECHTROMMEL. 1973. RFA. Color. 142 Min. 
Dirección: Volker Schlöndorff
Intérpretes: David Bennent, Mario Adorf, Angela Winkler, Daniel Olbrychski, Charles Aznavour, Andrea Ferréol, Heinz Bennent, Otto Sander
Guion: Jean-Claude Carrière, Franz Seitz, Volker Schlöndorff (Novela: Günter Grass)
Música: Maurice Jarre
Fotografía: Igor Luther

sábado, 26 de septiembre de 2020

(3) CHACAL, de Fred Zinnemann (1973)

Matar a De Gaulle
Contextualizada en la Francia de los años 60 durante la época del terrorismo de la organización clandestina OAS (contrarios a la independencia a Argelia), este didáctico punto de partida da pie a conformar un sugestivo film de intriga. Su trama va cogiendo forma —hasta atrapar totalmente al espectador— a través de imágenes realistas y de un guion perfectamente estudiado
A pesar de la frialdad que demuestra Chacal, el asesino a sueldo, cualquier observador subjetivo sufriría una dicotomía con su comportamiento. Por una parte, desaprobaría sus medios, pero, por otra, admiraría su destreza a la hora de manipular los acontecimientos para salir airoso en los momentos mas complicados. 
La tensión que desprende, la frialdad en la minuciosidad de los preparativos del protagonista, y, especialmente, la intervención del comisario Claude Lebel, interpretado por un magnífico Michael Londsale que actúa como contrapunto a la experiencia e inteligencia de Chacal — los inspectores y ministros son meros comparsas y, aunque al final se cuelguen las medallas, quedan supeditados a la pericia del comisario en la investigación— tiene como resultado un interesante, instructivo y entretenido trabajo (a pesar de que la última caracterización del personaje chirríe un poco, con su apariencia de viejo mutilado de la guerra). Un brillante ejercicio de un cine para revisitar.
 
THE DAY OF THE JACKAL. 1973. Estados Unidos. Color. 141 Min. 
Dirección: Fred Zinnemann
Intérpretes: Edward Fox, Michael Lonsdale, Derek Jacobi, Alan Badel, Cyril Cusack, Eric Porter, Donald Sinden, Delphine Seyrig, Timothy West, Ronald Pickup, Maurice Denham
Guion: Kenneth Ross (Novela: Frederick Forsyth)
Música: George Delerue
Fotografía: Jean Tournier

lunes, 21 de septiembre de 2020

(3) DÍA DE LLUVIA EN NUEVA YORK, de Woody Allen (2019)

Todo en un día
Un paseo por un día lluvioso neoyorquino junto a una joven pareja de estudiantes universitarios. Ella, ilusionada con la entrevista que le tiene que hacer a un director de culto. Él, por lo menos, visitará su ciudad que está alejada de su actual residencia. 
Encuentros y desencuentros van modelando una divertida y profunda comedia que reflexiona acerca de los primigenios proyectos de vida y de lo que se oculta detrás de cada persona. El film muestra, además, una realidad tangible como es la desorientación en la que nos encontramos al principio y durante nuestra existencia (ya podemos ser jóvenes principiantes que intelectuales maduros). Todo esto, se conforma a través de una refinada comedia romántica —fantástica la puesta en escena, la música, sus diálogos y la fotografía de Vittorio Storaro—, alejada de las idioteces hollywoodienses, de un octogenario y pletórico Woody Allen.
 
A RAINY DAY IN NEW YORK. 2019. Estados Unidos. Color. 92 Min. 
Dirección: Woody Allen
Intérpretes: Timothée Chalamet, Elle Fanning, Selena Gomez, Jude Law, Diego Luna, Liev Schreiber, Annaleigh Ashford, Rebecca Hall, Cherry Jones, Will Rogers
Guion: Woody Allen
Fotografía: Vittorio Storaro

viernes, 18 de septiembre de 2020

(2) ESTRELLA DICHOSAS, de Frank Borzage (1929)

 
Iluminación de sentimientos
Frank Borzage propone un triángulo de amor en el que resbala con sus apuntes excesivamente cercanos al maniqueísmo, aspectos que le restan verosimilitud a un relato almibarado en demasía. No obstante, el film contiene momentos brillantes en cuanto a la interpretación, ambientación (magnífica la escenografía iluminada) y la tensión psicológica de los personajes. Un film menor de la época silente que se deja ver con agrado.

LUCKY STAR. 1929. Estados Unidos. Blanco y Negro. 90 Min. 
Dirección: Frank Borgaze
Intérpretes: Janet Gaynor, Charles Farrell, Guinn 'Big Boy' Williams, Paul Fix, Hedwiga Reicher, Gloria Grey, Hector Sarno
Guión: Sonya Levien (Historia: Tristram Tupper)
Fotografía: Chester A. Lyons, William Cooper Smith

jueves, 17 de septiembre de 2020

(2) ADIVINA QUIÉN VIENE ESTA NOCHE, de Stanley Kramer (1967)


La injusticia racial y la doble moral
Teniendo en cuenta que los matrimonios interraciales estaban prohibidos en diecisiete estados en la época que se rodó la película, podemos decir que este film de Stanley Kramer tiene un valor añadido. Y es que, al margen de su calidad artística, su lanzamiento fue un compromiso social para con los derechos sociales de los ciudadanos americanos. 
Un mérito destacable de la historia planteada es que el director no se limita únicamente a exponer el problema de la segregación racial en la sociedad americana, sino que reflexiona acerca de la doble moral de ésta (los padres de Joey Drayton, liberales y laicos, encuentran al conocer a John Prentice una serie de contradicciones en sus ideas establecidas que creían tener claras). 
Confluencias de opiniones entre los padres de ambos, el reverendo (que actúa como contrapunto dando una visión sensata y, esta vez sí, liberal del problema surgido), la criada (que reniega de su raza y adopta los cánones de la supremacía blanca) hasta llegar al emotivo (y algo sensiblero) discurso final del padre de ella. 
Por lo demás, el film muestra una escenografía muy teatral (las transparencias son un poco cantarinas) con interesantes diálogos donde los personajes muestran sus miedos, expectativas y emociones. Estimable film, mezcla de drama, comedia y denuncia social que, aunque con sus lagunas, supone un ejercicio digno de tolerancia
 
GUESS WHO'S COMING TO DINNER. 1967. Estados Unidos. Color. 108 Min. 
Dirección: Stanley Kramer
Intérpretes: Spencer Tracy, Sidney Poitier, Katharine Hepburn, Katharine Houghton, Cecil Kellaway, Beah Richards
Guion: William Rose
Música: Frank de Vol
Fotografía: Sam Leavitt