domingo, 28 de mayo de 2017

(3) AMANECER, de F.W Murnau [1927]

 Los juncos y la fuerza visual
 ¿Qué pasa con el poder didáctico del cine? ¿Ven nuestros menores y jóvenes cine clásico? ¿Por qué no se enseña en las escuelas? Parece que se desdeña la idea del séptimo arte como elemento educador, a través del cual, -con su invitación a la reflexión-, nuestro cerebro puede llegar a transformarse. 
Todas estas preguntas me vinieron a la cabeza una vez estaba visionando la cinta que nos ocupa. Realmente es una solemne barbaridad que toda esta serie de joyas clásicas no se fomenten ni difundan a las nuevas generaciones. 
Amanecer es el primer trabajo de Murnau rodado en Hollywood, una lección de cine con un lenguaje fílmico difícil de ver en nuestros días. La obra combina magistralmente el expresionismo característico del director con el realismo cinematográfico, la comedia con la intriga y el melodrama con el romanticismo. 
La fuerza de las imágenes, los movimientos de cámara, las trasparencias, las sobreimpresiones, las tensiones sonoras..., todo ello suple cualquier tipo de diálogo y expresa de manera apasionada la psicología de los personajes. 
Talento y dominio técnico a raudales, Murnau en estado puro. 

AMANECER (SUNRISE: A SONG OF TWO HUMANS). 1927. USA. Blanco y Negro. Muda
Dirección: F.W. Murnau
Intérpretes: George O'Brien, Janet Gaynor, Margaret Livingston
Guión: Carl Mayer
Música: Hugo Riesenfeld, Ernö Rapée
Fotografía: Charles Rosher, Karl Struss 


Críticas de F.W. Murnau:
Fausto (1926)