viernes, 29 de enero de 2021

(2) BLACK JACK, de Ken Loach (1979)

Triángulo marginal
Film muy bien ambientado y entretenido en el cual el director británico se adentra —a partir de la adaptación de la novela de Leon Garfield— en aspectos propios de la época del siglo XVIII. Así, la picardía para sobrevivir y ganarse la vida, el casamiento por conveniencia, la indiferencia, la ignorancia y la crueldad ante las enfermedades mentales solían ser el denominador común. 
Es importante tener presente que estamos en un espacio de tiempo de la historia en el que los derechos humanos y la justicia brillaban por su ausencia, teniendo además unas diferencias de clase muy marcadas. 
Con estos mimbres, Loach dibuja una amena película, con una brillante puesta en escena, haciéndonos partícipes de las aventuras y desventuras del triángulo de seres marginados: el niño, el francés Black Jack y la niña con problemas mentales. Entre ellos surge una especie de maremágnum de emociones que irán tomando forma a medida que el metraje se desarrolla. Vale la pena .
 
BLACK JACK. 1979. Reino Unido. Color. 105 Min
Dirección: Ken Loach
Intérpretes: Jean Franval, Stephen Hirst, Louise Cooper, Packie Byrne, Pat Wallis, John Young, William Moore, Russell Waters, Brian Hawksley
Guion: Ken Loach (Novela: Leon Garfield)
Música: Bob Pegg
Fotografía: Chris Menges

Críticas de Ken Loach (clicar en este mismo enlace para leerlas)

domingo, 24 de enero de 2021

(4) EL HOMBRE ELEFANTE, de David Lynch (1980)

La verdadera esencia de la belleza
Muchas veces no somos conscientes de la hondura del sufrimiento, entre otras cosas porque es un concepto que no se puede cuantificar. No nos damos cuenta del daño que podemos hacer a los demás dado que ni planificamos nuestros actos ni valoramos las sensibilidades que se hallan a nuestro alrededor. Sí, el padecimiento es interno, oculto y, normalmente, escapa a la visión exterior. Sin embargo, esta obra capta y transmite de manera magistral dicha experimentación a través de la trágica y triste historia de Joseph Merrick. Bautizado como “El hombre elefante”  fue obligado y, sobre todo, condenado por las circunstancias a ganarse la vida exhibiéndose en círculos ambulantes de criaturas deformes, convirtiéndose así en un ser cosificado y mercantilizado. 
Nunca llegaremos a saber cuán cruel puede ser el ser humano, no obstante, la cinta revela el grado de sevicia de nuestra especie, algo que nos tendría que avergonzar. Efectivamente, si nos paramos a pensar unos segundos, nos cercioramos de nuestra connivencia a la hora de tratar al débil o al diferente a través de procesos psicológicos como la influencia social o la conformidad de grupo. En el largometraje, el contexto social, pleno siglo XIX, propiciaba aún más la vulneración de los derechos humanos con el resultado de la normalización de las constantes humillaciones de John. En la actualidad, igualmente, solemos dejarnos llevar por los comportamientos de la oligarquía dominante y vemos como “normal" las injusticias inconcebibles que se traducen en guerras, invasiones, detenciones, etc. 
David Lynch propone, de manera muy acertada, otras interesantes reflexiones como cuando el Doctor Frederick Treves duda sobre su bondad. Se pregunta si está actuando al igual que Bytes (el “propietario” de Johan) y le asaltan las dudas por si ha hecho también de Merrick una curiosidad (cambiando la feria por el hospital). En otras palabras, se plantea abiertamente la cuestión: ¿ayudamos a los demás por altruismo o por egoísmo personal? 
Aunque parezca un cliché, la subjetiva y aparente belleza física es absolutamente efímera. La verdadera belleza —reivindicando a Platón— se encuentra más allá de lo aparente, esto es; en la verdad, en la sabiduría, en lo ético y lo cognoscitivo
El hombre elefante es una crítica a la hipocresía (las visitas de la alta burguesía), una oda a la buena educación (las exquisitas formas de Merrick a pesar de sus penurias y su privación social), pero es ante todo un enigmático, profundo y emocionante film, teñido de un halo dulcemente tétrico.
 
THE ELEPHANT MAN. 1980. Estados Unidos. Color. 125 Min
Dirección: David Lynch
Intérpretes: Anthony Hopkins, John Hurt, Anne Bancroft, John Gielgud, Wendy Hiller, Freddie Jones, Dexter Fletcher
Guion: David Lynch, Eric Bergren, Christopher de Vore
Música: John Morris
Fotografía: Freddie Francis

sábado, 9 de enero de 2021

(3) ELEGY, de Isabel Coixet (2008)

¿Tienen edad las relaciones sentimentales?
El planteamiento o mensaje primigenio de Elegy es bastante interesante: ¿condiciona la edad para mantener relaciones sentimentales y, por ende, sexuales con otras personas mucho más jóvenes? David, profesor de universidad sexagenario y divorciado desde hace muchos años, se siente atraído por su alumna veinteañera Consuela. En una fiesta de despedida de curso se conocen más profundamente, intiman y, posteriormente, emprenden una relación. Esto, como es obvio, supondrá un punto de inflexión en la vida del profesor porque a partir de ahí surgirá el recelo al compromiso y el miedo ante lo que dicta el convencionalismo social. La película remarca los clichés típicos del sexo masculino (aun proviniendo de un colectivo intelectual), esto es: el comportamiento falócrata, celos infundados, imposibilidad de cerrar relaciones anteriores y el alardeo constante ante los demás (en este caso con su amigo confidente). 
David siente su conquista al principio como un trofeo (es clarificadora la frase suya; “cuando haces el amor con una mujer te vengas de todas las cosas que te derrotaron en la vida”). Después, especialmente a partir de la separación entre ambos, viene el cambio, el crecimiento y la maduración en su interior. Además, el fallecimiento de su amigo George y su encuentro con su hijo le harán recapacitar con detenimiento acerca de las cosas importantes y valiosas de la vida. Y es que la sombra de la muerte acecha en el film, más todavía cuando Consuela aparece después de dos años y le cuenta su cáncer. Una lluvia de impotencia aderezada de preguntas y dudas empieza a descargar sobre David; "¿qué pudo ser y no fue?”, “Creo que no supe estar con ella”,” ¿por qué el miedo me paralizó?”, “¿Por qué estos dos últimos años no estuve con la persona que más amo en mi vida?” 
Elegy contiene el peculiar "toque" Coixet, trufado de un aire muy refinado y con sus personajes, —la mayoría perteneciente a las clases altas— mostrando sus dudas, miserias e inseguridades. 
La directora plasma muy bien con esta obra el contraste entre dos mundos tan dispares entre Consuela y David, tanto por estatus como por edad (juventud-vejez). Un film que vale la pena.
 
ELEGY. 2008. Estados Unidos. Color. 108 Min
Dirección: Isabel Coixet
Intérpretes: Ben Kingsley, Penélope Cruz, Dennis Hopper, Patricia Clarkson, Peter Sarsgaard, Deborah Harry, Charlie Rose, Antonio Cupo, Sonja Bennett, Chelah Horsdal
Guion: Nicholas Meyer (Novela: Philip Roth)
Música: Varios 
Fotografía: Jean-Claude Larrieu  

Críticas de Isabel Coixet: Aprendiendo a conducir (2014), La librería (2017).

viernes, 1 de enero de 2021

(3) LUCKY, de John Carroll Lynch (2017)

Reflexionando sobre la senectud
La senectud es una realidad que nos acecha pero que no solemos tenerla presente. Siempre pensamos que es algo que todavía falta tiempo para que llegue. Sin embargo, de repente, aparece un día en que nos damos cuenta que estamos inmersos en ese último período de la vida. 
Lucky es un homenaje a la vejez. La muestra tal como es y la trata con absoluta naturalidad. Entre el desencanto y la dicha, la cámara muestra —a través de unos paisajes desérticos de la América profunda— la personalidad de su protagonista. Cualidades que se conjugan con su microcosmos particular, esto es; la gente con la que interactúa, su acercamiento a la cultura mexicana (impagable la escena de Henry Dean Staton cantando la ranchera “Volver, volver”), sus hobbies, sus recuerdos y, especialmente, la conciencia de una finitud inminente. 
El film juega mucho con los silencios y las metáforas (la escena final de la tortuga). Es importante destacar su trasfondo reflexivo y filosófico: llegará un momento en que el timbre nos avisará y al final llegaremos al final de nuestro viaje que es la nada. Y es que entre el existencialismo y el nihilismo solo nos queda sonreír, al igual que la niña víctima del horror de la guerra.
 
LUCKY. 2017. Estados Unidos. Color. 88 Min
Dirección: John Carroll Lynch
Intérpretes: Harry Dean Stanton, Ed Begley Jr., Beth Grant, James Darren, Barry Shabaka Henley, Yvonne Huff, David Lynch, Hugo Armstrong, Bertila Damas
Guion: Logan Sparks, Drago Sumonja
Música: Elvis Kuehn
Fotografía: Tim Suhrstedt