domingo, 25 de junio de 2023

(4) NOCHE Y NIEBLA, de Alain Resnais (1956)

La síntesis de la macabra barbarie nazi
El odio, el desprecio, la indiferencia, la explotación y la instrumentalización del ser humano. Personas como objetos. Los habitantes del planeta tierra somos capaces de cometer barbaries y atrocidades, pero también somos diestros a la hora de maquillar dichos actos con comportamientos normales cara a la galería. El nazismo fue una patología en sí, una forma de pensar enferma y malévola cuya terrorífica sombra la están avivando en la actualidad grupos ultraderechistas en diferentes países europeos. La especie humana nunca aprende y suele repetir sus errores. 
Alan Resnais a través de imágenes de archivo y de montajes de fotografías narra muy hábilmente la crueldad y el salvajismo perpetrado por la Alemania del tercer Reich en los campos de exterminio nazi. En apenas media hora el espectador tomará conciencia de la humillación y el sufrimiento que padecieron personas normales e inocentes que tenían que morir por el simple hecho de ser judíos, romaníes, discapacitados, polacos, disidentes políticos u homosexuales. La noche y la niebla —dos elementos característicos en el momento de llegar a los campos de concentración— se cernían indefectiblemente en su fuero interno para transformarse en angustia, pavor y desesperanza. 
Este magistral y didáctico documento del realizador francés —además de ser una obra desnuda, contundente y sin concesiones pues muestra todo el legado de tal paranoia ideológica—es un trabajo que invita a la reflexión. ¿Quién es el responsable? —pregunta la voz en off— después que un Capo y un alto mando de las SS afirman en el juicio que no tuvieron nada que ver y que obedecía órdenes—. Es evidente que hubo responsables directos, sin embargo, la connivencia de los presuntos demócratas actúa como soporte para alentar este tipo de ideología racista. Que la atemporalidad de este documental sirva para frenar errores lamentables venideros.   
 
NUIT ET BROUILLARD. 1956. Francia. Blanco y negro. 32 Min.
Dirección: Alan Resnais
Guion: Jean Cayrol
Música: Hanns Eisler
Fotografía: Ghislain Cloquet, Sacha Vierny

sábado, 24 de junio de 2023

(3) LA BATALLA DE ARGEL, de Gillo Pontecorvo (1966)

Los peligros del imperialismo
La Batalla de Argel además de ser un trabajo muy didáctico, debido al hecho de mostrar la realidad convulsa de la guerra de la independencia de Argelia, es una interesante reflexión sobre el colonialismo. Indígenas que ven como su cultura e idiosincrasia es fagocitada y consumida por un imperialismo feroz agresivo y explotador. Por ello, el pueblo tiene que defenderse y es ahí cuando Pontecorvo —sin ningún atisbo de enjuiciamiento— refleja los diferentes ataques y contrataques del opresor y del oprimido. Como resultado, los daños colaterales son diversos entre los que sobresale la vida de víctimas inocentes. 
Realizada en blanco y negro, a veces a modo de documental, la película narra los hechos que originaron el FNL (Frente de Liberación Nacional) y como el ejército francés se las vio y deseó para desarmar a un grupo y a un pueblo dispuesto a todo para conseguir su independencia. No faltan tampoco la crítica y la denuncia a este sistema político y económico a través de los métodos expeditivos de tortura que utilizaba su ejército (con sus paramilitares, también), para interrogar y aniquilar (si era necesario) a todo aquel argelino que estuviera de parte de este movimiento revolucionario. 
El film se adentra en la personalidad de Ali la Pointe, el protagonista, quien pasa de ser un delincuente a tomar conciencia de la realidad de su país tras ser testigo de la ejecución de un preso vinculado con el nacionalismo argelino. Su evolución y su metamorfosis nos servirá para entender la compleja situación en la que se sumerge, y para aprender, analizar y reflexionar acerca de los peligros que conlleva el imperialismo colonial y las fuerzas de ocupación ajenas a un país. Debe verse.
 
LA BATTAGLIA DI ALGERI. 1966. Italia. Blanco y negro. 120 Min
Dirección: Gillo Pontecorvo
Intérpretes: Brahim Hadjadi, Jean Martin, Yacef Saadi, Samia Kerbash, Ugo Paletti, Fusia El Kader
Guion: Franco Salinas, Gillo Pontecorvo
Música: Ennio Morricone, Gillo Pontecorvo
Fotografía: Marcello Gatti

lunes, 19 de junio de 2023

(4) DÍAS DEL CIELO, de Terrence Malick (1978)

Interpretación y comprensión de la realidad
Concidionados por las circunstancias que nos rodean, especialmente por el azar, los seres humanos —con el objeto de sortear las dificultades— tendemos a comportarnos de una determinada manera. El lugar donde nacemos, la familia o grupo social en la que nos ha correspondido desarrollarnos (genética y ambiente) o el período histórico que nos ha tocado vivir, conforman un complejo entramado que nos obliga a realizar una adaptación constante. Sin embargo, cada persona actúa de manera diferente ante el mismo estímulo, y en consecuencia, se forjan historias heterogéneas. 
Bill, Abby y Linda forman un triángulo que intenta escapar de las duras condiciones que la vida le ha proporcionado. Por ese motivo, intentan huir de la pobreza de Chicago para trabajar como braceros en los grandes campos de trigo de Texas y, en contraste, el patrón de las extensiones ostenta una gran riqueza. A partir de ese momento empezaran a fluir estrategias, maquinaciones, emociones y sentimientos. 
El director trenza unas imágenes cargadas de poesía a través de un minucioso trabajo minimalista (el devenir cotidiano, el trabajo en el trigo, las conversaciones, las relaciones personales, el modus vivendi de las personas que trabajan…) y apoyado por una excelente fotografía de espacios y conductas expresivas naturales de Néstor Almendros (de hecho, le valió un Oscar de la Academia de Hollywood). 
El guion, escrito íntegramente por el realizador, conjuga muy inteligentemente pasiones humanas, elementos existencialistas (la inminente muerte del granjero), la pugna entre el bien y el mal o la maleabilidad del amor. Todo se genera a través de la voz en off de Linda, la hermana menor, que narra de una manera profunda, el transcurso de los acontecimientos en su estancia en los campos. Malick se aleja de los cánones comerciales e impone su estilo personal a la hora de comunicarse con el espectador. Esta peculiaridad dota al film de un inusitado realismo a las imágenes por las que las pausas, los gestos y los silencios cobran mucha importancia. 
El engaño (pareja que se hacer pasar por hermanos para evitar la pobreza), los celos, la proximidad de la muerte, la dificultad del amor, las contradicciones, la ambición desatada, la línea tan fina que separa la bondad de la maldad… Elementos terrenales, tan humanos y tan identificables, se condensan en esta tragedia con elementos shakesperianos, capaz de cerrarle la boca al manido pleonasmo del cine como ficción y abrirle las puertas como interpretador, captador y entendedor de la realidad.
 
DAYS OF HEAVEN. 1978. Estados Unidos. Color. 94 Min
Dirección: Terrence Malick
Intérpretes: Richard Gere, Brooke Adams, Sam Shepard, Linda Manz, Robert J. Wilke
Guion: Terrence Malick
Música: Ennio Morricone
Fotografía: Néstor Almendros

jueves, 15 de junio de 2023

(4) ANTONÍN DVOŘÁK "SINFONÍA N. º 9 EN MI MENOR, Op.95 [SINFONÍA DEL NUEVO MUNDO]" (1893)

Surtido sonoro en una obra enigmàtica
Enigmática, sí. Tal vez sería esa la palabra para definir esta obra del compositor checo. Cuatro movimientos en los que experimento distintas sensaciones y estados de ánimo. No puedo quedarme indiferente: tengo que escucharlo una y otra vez para encontrar más matices que me transporten a nuevos descubrimientos
En el primer movimiento (Adagio-Allegro) el compositor me remite a un desenfreno sonoro repleto de timbales, trompas, violines, violonchelos, contrabajos, flautas, oboes, clarinetes... Diálogos entre instrumentos que suponen un misterio para el oyente, utilizando subidas y bajadas, entradas con virulencia para llegar al tema central recogido de sus experiencias americanas. Al empezar la composición la música es muy relajante, casi bucólica, resulta del todo impensable que pueda llegar a diferentes tonalidades y agudos, pero sí, lo que viene después es —además de sorprendente— de una calidad eterna. 
En el segundo movimiento (Largo) comienza con un bellísimo fragmento conocido en Estados Unidos por "Going Home" que es de una tristeza conmovedora. Es el corno inglés quien se encarga de ejecutarla para, después, continuar con variaciones melódicas por parte de los demás instrumentos. De repente, irrumpe la flauta y se inicia un nuevo tema preponderantemente sutil y armonioso, persistiendo en las modulaciones y variaciones de ambos temas. Hacia el final, el oboe hace un cambio radical y se adentra en unas notas saltadoras y juguetonas que, junto con la flauta y el resto de sonoridades, va in crescendo subiendo la intensidad. Al final llega la calma con el tema principal que contiene remembranzas melódicas del tema central del primer movimiento. 
El tercer movimiento (Molto vivace) es un scherzo con el que se expresa la introducción y, además, una exposición muy jovial, alegre y festiva donde las maderas y trompas hacen sonidos intermitentes. Acto seguido las flautas, oboes y fagot dan paso a una tranquila melodía que va sumergiéndose en la audiencia. Después, aumenta la intensidad hasta llegar al máximo esplendor del movimiento. Al final, una gran instrumentación nos conduce a la coda. 
Por último, el cuarto movimiento (Allegro con fuoco) la entrada con la trompa, acompañada de la orquesta, es monumental y formidable. Revestida de una fuerza inconmensurable, la pieza va marcando su ritmo que alcanza su punto álgido con las trompetas y después con los violines y las maderas. Elementos que dan paso a la variación melódica y al maremágnum instrumental producido por su carácter enérgico. Después, el clarinete expone el segundo tema, mucho más melódico y calmado, pero con una tensión que, acompañada por el resto de instrumentos, nos anuncia un crecimiento del fortalecimiento musical. Luego, llega el tercer tema con un juego nervioso entre las cuerdas y el viento que va mermando la cadencia a medida que se aproxima al tema central. En los minutos siguientes, un collage de las melodías de los otros movimientos va presentándose hasta que se impone el tema principal con diversas variaciones. Por último, una bella tonada con violines nos conduce hacia un final esplendoroso. 
La traducción correcta debería ser Sinfonía (desde) del nuevo mundo. Dvořák la compuso en su estancia en Estados Unidos a finales del siglo XIX (estuvo allí después de aceptar el cargo como director del Conservatorio Nacional de Música de América). Su idea era dar a conocer a la vieja Europa sus experiencias desde (subrayo desde) tierras americanas aportando un punto de vista social y musical. Y lo logró, vaya que lo logró. Se puede comprobar deleitándonos escuchando esta obra .

Duración: 41:49
Movimientos: 4
1.- Adagio – Allegro molto 10:05
2.- Largo 11:35
3.- Scherzo: Molto Vivace – Poco sostenuto 8:26
4.- Allegro con fuoco' 11:43

domingo, 11 de junio de 2023

(2) OPENING NIGHT, de John Cassavettes (1977)

La aceptación del paso del tiempo
Opening night realiza un análisis sobre la crisis personal —canalizada a través de la experiencia teatral— de una mujer de mediana edad. En esta reflexión sobre la madurez existe una interesante analogía entre la obra representada y los continuos tambaleos que acontecen dentro de la mente de la protagonista. “La segunda mujer”, título de la representación, supone una especie de metáfora sobre el proceso que va desde la juventud hacia la senectud; ese espacio transitorio donde desaparece nuestro yo joven para dar paso a nuestro yo maduro. Se da la circunstancia que la actriz principal se encuentra en la misma tesitura, esto es; la negación a admitir la vejez. Si a todos esos factores le sumamos ser testigo de la muerte de una fan incondicional, dará como resultado la apertura de las puertas hacia la oscura depresión existencialista y a la lucha por su aceptación. 
Entretanto hay que destacar un meritorio trabajo actoral y de puesta en escena. Es sabido que Cassavettes fue un innovador en la creación de un cine independiente alejado del cine convencional. Si bien, este film resulta un tanto excesivo de metraje. Creo que hubiera ganado con una menor duración. 
 
OPENING NIGHT. 1977. Estados Unidos. Color. 143 Min
Dirección: John Cassavettes
Intérpretes: Gena Rowlands, John Cassavetes, Ben Gazzara, Paul Stewart, Zohra Lampert, Laura Johnson, James Karen, Joan Blondell
Guion: John Cassavettes
Música: Bo Harwood
Fotografía: Al Ruban

(1) DESAFIO TOTAL, de Paul Verhoeven (1990)

Sobrecargadas escenas de acción
El punto de partida de esta película hubiera podido dar lugar a una interesante historia que combinara existencialismo, filosofía y acción. Sin embargo, sus creadores se decantaron por elaborar un producto que se acercara al espectáculo comercial. 
Basada en el relato corto de Philip K. Dick We Can Remember It for You Wholesale (“Podemos recordarlo todo por usted” / “Podemos recordarlo por usted al por mayor”), se aleja más del sugestivo juego que podría dar la contraposición entre realidad, recuerdos y memoria, y acaba perdiéndose en unas sobrecargadas escenas de acción, maniqueísmo ramplón y final, forzadamente, feliz
Ha envejecido mal y Arnold Schwarzenegger demuestra que es un armario total (el adjetivo es intencionado). Lo único que me queda de (buen) recuerdo de esta película, es la banda sonora de Jerry Goldsmith que la asocio con los partidos de futbol del plus de las tardes de domingo. Nada más.
 
TOTAL RECALL. 1990. Estados Unidos. Color. 109 Min
Dirección: Paul Verhoeven
Intérpretes: Arnold Schwarzenegger, Rachel Ticotin, Sharon Stone, Michael Ironside, Ronny Cox, Marshall Bell, Debbie Lee Carrington, Dean Norris, Mel Johnson Jr., Michael Champion
Guion: Dan O'Bannon, Gary Goldman, Ronald Shusett. Relato: Philip K. Dick
Música: Jerry Goldsmith
Fotografía: Jost Vacano

sábado, 10 de junio de 2023

(3) INSEPARABLES, de David Cronenberg (1988)

Una existencia irresoluta
Una vida aparentemente feliz, ordenada y económicamente holgada puede estar corrompida sistémicamente por otros condicionantes ocultos y opacos a la vista de los demás. “Inseparables”, muestra esta particularidad a través de la relación entre los gemelos Elly y Bev Mantle. Ambos, ginecólogos de prestigio por sus innovadoras investigaciones, están muy íntimamente ligados, hasta el punto de compartirlo todo, conquistas amorosas incluidas. Ahora bien, dentro de ese nexo existe algo tan inherente al ser humano como es la jerarquía. Así pues, Elly desempeña el rol dominante y Bev, timorato, queda supeditado a los designios de su hermano. Y así transcurre su vida, inmersa dentro de una “zona de confort” espuriamente aséptica. Sin embargo, su sistema de funcionamiento se desmorona al conocer a la actriz Clarie Niveau. La bomba de relojería instalada en el interior de Bev estalla conduciéndole a un indefectible descenso a los infiernos de la depresión y al recurso de la química para paliar el dolor emocional. Como dice, Elly, ambos tienen que estar sincronizados y esto los arrastrará hacia un desenlace fatal. 
El film de David Cronenberg juega con esta vinculación mezclada con los conocimientos médicos de ambos hermanos. Reflexiona, además, acerca de la identidad propia, de los condicionantes biológicos y de la influencia del ambiente en las personas. Esto lo hace, especialmente, por medio del tormentoso personaje de Bev que quiere alejarse, pero al mismo tiempo, unirse aún más, a su hermano. Es interesante como la película se desarrolla en diferentes fases; desde algo más cercano a lo que podríamos denominar una comedia de enredo hasta adentrarse hacia lo más profundo de la esquizofrenia. Desde ese punto de vista la película es muy sugestiva, pues presenta dicha transformación, como una evolución —o involución, según se mire— para alcanzar la cúspide de la exaltación, el trastorno y el desasosiego. Superlativo Jeremy Irons.
 
DEAD RINGERS. 1988. Canadá. Color. 115 Min
Dirección: David Cronenberg
Intérpretes: Jeremy Irons, Geneviève Bujold, Heidi von Palleske, Barbara Gordon, Shirley Douglas, Stephen Lack, Nick Nichols
Guion: David Cronenberg, Norman Snider. Novela: Bari Wood, Jack Geasland
Música: Howard Shore
Fotografía: Peter Suschitzky

lunes, 5 de junio de 2023

(3) EL PROCESO, de Orson Welles (1962)

Estado permanente de indefensión
Introducción cinematográfica al universo kafkiano a través de su novela El Proceso. Si bien el proyecto estaba acompañado de una gran complejidad dadas las dificultades de adaptación de una historia de este tipo, Orson Welles realiza una inteligente transposición de su críptico significado. De esta manera, domina con maestría la intención psicológica a través de una fascinante escenografía y una acertada utilización técnica combinando luces y sombras y utilizando constantemente los ángulos picados y contrapicados. 
El espíritu de la obra se encuentra fielmente reflejado en la película donde sobrevuelan sus elementos más reconocibles como son el estado permanente de indefensión, la instrumentalización de la ciudadanía, el poder invisible, la “justicia injusta”, la corrupción y la sumisión ciega a los dictados provenientes desde arriba. Por lo demás, queda una sensación —muy bien conseguida por el film— de opresión y desasosiego después de las peripecias, desencuentros y desenlace final de Joseph K.
 
THE TRIAL (LE PROCÈS). 1962. Francia. Blanco y Negro. 118 Min
Dirección: Orson Welles
Intérpretes: Anthony Perkins, Jeanne Moreau, Romy Schneider, Elsa Martinelli, Suzanne Flon, Orson Welles, Akim Tamiroff, Madeleine Robinson, Michael Lonsdale
Guion: Orson Welles. Novela: Franz Kafka
Música: Jean Ledrut
Fotografía: Edmond Richard

jueves, 1 de junio de 2023

(2) EL OTRO SEÑOR KLEIN, de Joseph Losey (1976)

La indiferencia humana
La indiferencia es una actitud que define a los seres humanos con unas altas carencias de sensibilidad hacia sus iguales. La característica principal del Sr. Klein, el protagonista de la película, era aprovechar la coyuntura de las desgracias de los demás para beneficio individual (comportamiento que es, ha sido y será habitual a lo largo de la historia). 
Losey y Gavras cuentan las peripecias de este comerciante de arte cuyo desdén hacia la población judía se revuelve —como tierra movida por el viento— en contra suya. Se nota la mano del guionista griego en su denuncia hacia el colaboracionismo francés con los ocupantes alemanes. Pero, sobre todo, este trabajo es una crítica hacia la indiferencia, hecho que se puede aplicar a cualquier injusticia social que acaece en diferentes épocas y lugares del mundo
Destacaría de la obra dos momentos memorables. La primera es la perturbadora secuencia en la que un médico está analizando a una mujer, como si de un animal se tratase, tratando de averiguar si sus orígenes son judíos. La segunda es la escena final del tren cuando el Sr. Klein va en el mismo vagón que el judío que le compró el cuadro a bajo precio, sacando tajada de su desesperación: espléndida metáfora de la (des)igualdad de la especie humana. 
En definitiva, un film que vale la pena ver, aunque como espectador, en mi caso, me sentí un poco como distanciado (tal vez por su falta de ritmo), sin acabar de llegarme del todo aquello que la cinta, en un primer instante, pretendía transmitir. Resaltar, por último, la genial interpretación de Alain Delon, quien fue también productor de la película.
 
MONSIEUR KLEIN. 1976. Francia. Color. 117 Min
Dirección: Joseph Losey
Intérpretes: Alain Delon, Jeanne Moreau, Francine Bergé, Juliet Berto, Massimo Girotti, Dany Kogan, Michael Lonsdale
Guion: Fernando Morandi, Costa-Gavras, Franco Solinas
Música: Egisto Macchi, Pierre Porte
Fotografía: Gerry Fisher