miércoles, 19 de marzo de 2025

(3) NO OTHER LAND, de Yuval Abraham, Basel Adra, Hamdan Ballal y Rachel Szor (2024)

Matrículas amarillas, matrículas verdes
Es complicado vivir una vida plena, acariciada por la tranquilidad y el esparcimiento, si a cada momento debes estar alerta para evitar que forasteros ocupen tus tierras o derriben tus casas. La justicia universal es, en realidad, una entelequia que no se aplica porque los países más poderosos tienen la sartén por el mango. Teóricamente, si invado un país, está mal. Ahora bien, la cosa cambia si me invento que ese país colonizado va contra mis intereses.
Basel Adra, joven activista palestino de Masafer Yatta, en Cisjordania, nos muestra los constantes ataques de las autoridades israelíes contra su población. Quieren que se vayan para construir zonas de entrenamiento militar y, sin miramiento alguno —no importa la infancia, ni los enfermos, ni las condiciones infrahumanas—, comienzan a demoler casas, parques y escuelas.
En un momento dado, conoce a Yuval Abraham, un periodista israelí que apoya su lucha. En esta relación se comprenden muchas cosas: que no todo ciudadano israelí está a favor de lo que hace su gobierno, que es posible un mundo mejor si existieran alianzas verdaderas, que —a pesar de la amistad— aún queda un inevitable resquicio de resentimiento, y que, para que las reivindicaciones tengan éxito, se necesita paciencia y constancia. Basel la tiene. Con su cámara recoge todos los ataques de los colonos judíos, pero la indiferencia de la comunidad internacional lo dificulta todo. No obstante, terco como es, sigue con su empresa hasta completar este excelente documental, dotado de un realismo escalofriante, tanto por sus imágenes esclarecedoras como por el relato crudo y desnudo que presenta con su voz en off, lo que le otorga un realismo abrumador.
La conexión entre los dos protagonistas, uno palestino y el otro israelí, es, además de hermosa, muy esperanzadora. Sin embargo, como las matrículas amarillas y verdes de los coches que pasan cerca de la casa de Basel, existe una gran desigualdad: mientras uno está totalmente restringido, el otro vive con libertad.
En definitiva, un film que debe verse, tanto por su calidad como por el hecho de concienciarnos de que, en otros lugares del mundo, el crimen campa a sus anchas.

NO OTHER LAND. 2024. Palestina. Color. 94 Min.
Dirección: Yuval Abraham, Basel Adra, Hamdan Ballal y Rachel Szor
IntérpretesPersonatges documental
Guion: Basel Adra, Rachel Szor, Hamdan Ballal y Yuval Abraham
Música: Julius Pollux Rothlaender
Fotografía: Rachel Szor

domingo, 16 de marzo de 2025

(3) RITA, de Paz Vega (2024)

A través de la mirada infantil
El debut en la dirección de Paz Vega presenta una historia repleta de sensibilidad, cuyo emblema transpira honestidad por los cuatro costados. He de confesar que me he quedado sorprendido con su propuesta —entre metafórica y social— que aglutina el universo infantil y adulto. Efectivamente, todo lo que sucede está centrado en la mente de Rita, la niña protagonista del film. A través de sus ojos, trasunto de la cámara, procesa los diferentes comportamientos de su familia: una madre abnegada y un padre distante, machista y, a veces, severo. Junto a esto, va asimilando sus primeros sentimientos internos, como el primer amor (el niño, hijo de una divorciada y mal visto por la sociedad), la muerte de su abuela, el amor maternal, el juego y la amistad.
La realizadora traslada el contexto al año 1984, una época tan cercana como lejana, sin la tecnología actual, con patrones de conducta muy arraigados y con el tema de la igualdad completamente inexistente. Acababa de llegar la ley del divorcio (1981) y la madre de Rita sufría constantes agresiones psicológicas por parte de su marido, por lo que empieza a plantearse la idea de separarse. Eran otros tiempos y la situación no pintaba nada fácil (la conversación con la hermana es absolutamente esclarecedora), por lo que las consecuencias serán bastante adversas.
Además de contar con un guion muy bien trabajado, los recursos que se utilizan dotan a la estructura fílmica de la atmósfera adecuada. Hablo de los escenarios con su inconfundible aroma de los ochenta, de su luminosidad, que encaja a la perfección con el mundo de Rita y Lolo, los dos hermanos, y de la cámara, que permanece fuera de campo en los constantes abusos del padre contra la madre.
La película, que fusiona lo bueno (la pureza infantil) y lo malo de la vida (el tormento femenino de la época y el retrato estremecedor de la violencia de género), está envuelta en un bello simbolismo a través del comportamiento y la imaginación infantil de Rita.
En definitiva, una interesante ópera prima que vale la pena conocer.

RITA. 2024. España. Color. 94 Min.
Dirección: Paz Vega
IntérpretesSofía Allepuz, Alejandro Escamilla, Paz Vega, Roberto Álamo, Daniel Navarro, Paz de Alarcón, Amada Santos, Margarita Asquerino
Guion: Paz Vega
Música: Pablo Cervantes
Fotografía: Eva Díaz

sábado, 15 de marzo de 2025

(3) MARCO, de Aitor Arregi y Jon Garaño (2024)

Mentiras hirientes
Desde un punto de vista psicológico, la personalidad de Enric Marco es muy interesante. Efectivamente, si dejamos constante todo el mal que hizo, podemos afirmar —sin ningún género de dudas— que se trata de una personalidad digna de estudio. El hecho de indagar qué procesos mentales se generaron dentro de su cerebro para inventarse una mentira de ese calibre y, además, creérsela hasta la muerte, debe de ser muy apasionante, la verdad. Porque el personaje en cuestión tenía talento. Y tanto que lo tenía: capacidad de oratoria, habilidades sociales para estremecer a los demás y mucha solvencia organizativa. Como se sabe, todo el mundo tiene sus potencialidades, y Enric las aprovechaba al máximo (cabe decir que no en el lugar equivocado, pero sí con unas consecuencias inefables para terceras personas).
El hecho de ser presidente de la Amical de Mauthausen de España y de dar un gran número de charlas didácticas sobre su supuesta vivencia en los campos nazis (afirmaba que era un superviviente del campo de concentración de Flossenbürg) es tan sobrecogedor como desconcertante. Enric era una especie de mentiroso compulsivo y patológico, y su comportamiento solo se explica a través de un trastorno psicológico subyacente que arrastraba a lo largo de toda su vida. Porque, en realidad, Marco engañaba a todos: al mundo en general, a su esposa (le oculta que hace años tuvo una familia y un hijo) y a su propia hija. Al ser descubierto y reprobado por la sociedad (la reprimenda de la hija es de órdago), uno pensaría que se arrepentiría y que, de alguna manera, intentaría reparar todo el daño que causó. Pero no, él sigue justificando que su conducta era para defender y dar voz a los deportados.
Hay escenas clarificadoras de su poder de convicción y de manipulación (la comida en la que Enric deja entrever su intención de dar el discurso en Mauthausen y Pere le recrimina que debería ser alguien que realmente hubiera estado allí), de su obstinación después de ser descubierto (el enfrentamiento con Javier Cercas) y de cómo se forja su personalidad rodeada de falsedades (su anterior familia).
Marco es un filme muy interesante, bien narrado y con una interpretación —una vez más— magistral de Eduard Rodríguez. Esta historia, a través de sus imágenes, transmite una especie de desasosiego porque, sin quererlo, como espectador, te pones en la piel del protagonista. Y sufres, porque te das cuenta de que, tarde o temprano, descubrirán el fraude. Y cuando ocurre, deseas que la tierra te trague. Enric —impostor y peculiar—, como bien sabemos, hace todo lo contrario.

MARCO. 2024. España. Color. 98 Min.
Dirección: Aitor Arregi i Jon Garaño 
IntérpretesEduard Fernández, Nathalie Poza, Chani Martín, Sonia Almarcha, Fermí Reixach, Júlia Molins, Vicente Vergara, Jordi Rico
Guion: Aitor Arregi, Jon Garaño, José Mari Goenaga, Jorge Gil Munárriz
Música: Aránzazu Calleja
Fotografía: Javier Agirre Erauso

viernes, 14 de marzo de 2025

(2) LA ABUELA Y EL FORASTERO, de Sergi Miralles (2024)

La cultura y la identidad se llevan dentro
Forastero o estranjero, da igual. Todos podemos serlo. En cuanto vayas a otro país o localidad, serás considerado como tal. En un mundo ideal no debería pasar nada, pero lamentablemente no siempre es así, especialmente hoy en día con las corrientes de xenofobia que proliferan y se extienden por todas partes. A veces, el concepto de clasismo fagocita al de racismo. Si resulta que eres una persona con muchos recursos, seguramente no serás mal mirado. Ahora bien, si tus bolsillos están vacíos y provienes de una cultura ajena, las dificultades se agravarán.
En la película coexisten dos tramas. Una, la de Teresa, la costurera del pueblo, y su relación con Samir, el paquistaní de la frutería que era sastre en su país. La otra, la de Enric, nieto de Teresa, que vive en Manchester y regresa al pueblo para el entierro de ésta. Teresa y Samir inician una bonita amistad. 
El film denuncia la reticencia y los comportamientos discriminatorios hacia Samir. La historia es un homenaje a todos aquellos inmigrantes que tienen la desgracia de abandonar su país, pero que se adaptan, trabajan y forman parte de la comunidad a la que llegan. Todo esto se personifica en Samir y su hija.
Por otro lado, Enric tiene a su pareja alemana, que está embarazada en Manchester. Al pasar los días, no sabe si, en un futuro, llevar a su hijo al pueblo para que crezca allí y no pierda la identidad. Al respirar los lugares comunes, Enric se deja impregnar por todo lo que le rodea, e incluso revive una antigua relación. Sin embargo, las palabras de Samir lo convencen: la cultura, la identidad se lleva dentro de ti, da igual donde vivas.
Sergi Miralles presenta una película honesta y comprometida. Le reprocharía un poco de moralina respecto a la conducta de Enric y una puesta en escena algo plana; sin embargo, se puede afirmar que estamos ante una película estimable.

L'AVIA i EL FORASTER. 2024. España. Color. 116 Min.
Dirección: Sergi Miralles
IntérpretesCarles Francino, Kandarp Mehta, José Javier Domínguez, Aïda Ballmann, Neus Agulló, Jordi Ballester, Manuel Canchal, Rosana Espinós, María Maroto, Empar Ferrer
Guion: Mila Luengo, Sergi Miralles, María Mínguez
Fotografía: Víctor Entrecanales

jueves, 6 de marzo de 2025

(3) CASA EN LLAMAS, de Dani de la Orden (2024)

Familia, mentiras y soledad
Con patrones sociales tradicionales, hay familias que, aparentemente, parecen estar estructuradas. Sin embargo, si nos adentramos en su realidad, nos damos cuenta de que tienen deterioradas las bases de su psicología colectiva.
No se tarda mucho en descubrir que algo no va bien cuando Montse deja a su madre en el piso. Nada podía estropear el fin de semana que iba a pasar con su familia en la casa de Cadaqués. Los personajes se van presentando en la pantalla y lo que al principio parecía que iba a ser una estancia idílica, de repente comienza a desmoronarse. Los secretos, las mentiras, las neurosis y, especialmente, la soledad de Montse conformarán un peligroso cóctel que estallará en la casa.
Muy teatral, repleta de diálogos inteligentes y profundamente dramáticos, pero salpicados de comicidad, la película indaga sobre la manera de sentir de los protagonistas y sus relaciones. Pero, sobre todo, esta obra es una reflexión sobre la soledad que prioriza lo espiritual sobre lo material. A veces, nuestros actos, por muy extravagantes que sean, tienen una explicación. Montse se siente sola. Su alma está desierta y la falta de reciprocidad en el afecto la lleva inexorablemente a un estado de melancolía interior. La casa está en llamas, pero vale la pena que arda si así puede recuperarlo todo. Una película muy interesante que cuenta con excelentes interpretaciones.

CASA EN FLAMES. 2024. España. Color. 105 Min.
Dirección: Dani de la Orden
IntérpretesEmma Vilarasau, Enric Auquer, Maria Rodríguez Soto, Alberto San Juan, Clara Segura, José Pérez Ocaña, Macarena García, Flavio Marini, Noa Millán, Zoë Millan
Guion: Eduard Sola
Música: Maria Chiara Casà
Fotografía: Pepe Gay de Liébana

miércoles, 5 de marzo de 2025

(2) LA INFILTRADA, d'Arantxa Echevarría (2024)

 Vida condicionada
Desde mi punto de vista, el cine no solo debe mostrar la realidad, sino que debe indagar y profundizar en la cualidad intrínseca del ser humano. Por ello, es importante que empatice con lo que está contando, que deje de lado cualquier indicio de maniqueísmo y que reflexione sobre el comportamiento humano ante las distintas situaciones en las que se encuentra.
Adentrándose en el metraje, es muy fácil emitir juicios irreflexivos y superficiales sobre esta agente de policía que se infiltra en la banda terrorista ETA durante ocho años. Más aún si tenemos en cuenta que debe convivir y relacionarse con personas que son sus enemigas, que en cualquier momento puede morir asesinada de un disparo en la nuca y que debe permanecer alejada de su familia y círculo de amigos durante todo ese tiempo. Por ello, creo que lo más importante de esta obra es la profundidad psicológica de la personalidad de la protagonista: cómo logra salir adelante, qué piensa, qué siente y cómo nosotros —en calidad de espectadores— podemos inferir su sufrimiento interno a través de su conducta externa y gestual. Porque, al fin y al cabo, no se trata de un simple blanco o negro, sino de un entramado de matices y contradicciones inherentes a la naturaleza humana.
Este es, sin duda, el aspecto más meritorio de la película. Por lo demás, bien podría considerarse un documental de ficción y perfectamente se le podría reprochar cierto reduccionismo por centrarse únicamente en una parte del conflicto. Ahora bien, hay que reconocer que sabe mantener la tensión en todo momento y, especialmente, porque tiene en Carolina Yuste a un auténtico baluarte cuya excelente interpretación mejora todos los aspectos cinematográficos de la película.

LA INFILTRADA. 2024. España. Color. 118 Min.
Dirección: Arantxa Echevarría
IntérpretesCarolina Yuste, Luis Tosar, Víctor Clavijo, Nausicaa Bonnín, Iñigo Gastesi, Diego Anido, Pepe Ocio, Jorge Rueda, Carlos Troya, Pedro Casablanc, Adrián Santos
Guion: Arantxa Echevarria, Amèlia Mora. Idea: María Luisa Gutiérrez
Música: Fernando Velázquez
Fotografía: Javier Salmones, Daniel Salmones

domingo, 2 de marzo de 2025

(3) LOS DESTELLOS, de Pilar Palomero (2024)

Lección de vida
Resplandor vivo y efímero, ráfaga de luz que se enciende y amengua o apaga casi instantáneamente. Esta es la definición que recoge el diccionario sobre destello, una palabra que se metaforiza en las sensaciones de Isabel, la protagonista. Su vida actual da un cambio cuando su hija le pide que visite regularmente a Ramón, su exmarido, con el que no tiene casi contacto desde hace quince años y que ahora se enfrenta una enfermedad terminal. Sin casi dirigirse la palabra, el incómodo silencio se apodera de ambos y se puede inferir un fracaso en sus años de relación. Sin embargo, durante ese tiempo resurgen los recuerdos de su vida en común, los resentimientos, las emociones inalterables y los lazos que, pese al tiempo y la distancia, nunca desaparecen por completo.
“Los destellos” es una película reflexiva, una hermosa oda a la vida —que es también la muerte— y que contiene dos escenas especialmente memorables. La primera, el acompañamiento del equipo médico que ofrece una mirada lúcida y esperanzadora sobre nuestra existencia; y la segunda, el abrazo entre la hija y el padre, sellando, de esta manera, su amor eterno. 
A pesar de algunos pasajes con un ritmo irregular, la cinta tiene su aspecto más destacable en la lección de vida que nos muestra a través del carpe diem, el duelo, la memoria y la reconciliación, algo así como esos destellos fugaces que iluminan, por un instante, nuestra historia, nuestra identidad y nuestra experiencia vital.

LOS DESTELLOS. 2024. España. Color. 101 Min.
Dirección: Pilar Palomero
IntérpretesPatricia López Arnaiz, Antonio de la Torre, Julián López, Marina Guerola
Guion: Pilar Palomero. Relato: Eider Rodríguez "Un corazón demasiado grande"
Música: Vicente Ortiz Gimeno
Fotografía: Daniela Cajías