I Got The BluesInteresante aproximación a los orígenes de la música contemporánea a través de la historia de Leonard Chess, un emigrante polaco que creó el conocido sello discográfico -abanderado del blues- “Chess Records”. Leonard consiguió su sueño, además de un elenco de artistas de una gran calidad musical (debido a su buen ojo a la hora buscar talentos). Y es que por la casa Chess desfilaron figuras del calibre de Muddy Waters, Little Walter, Howlin’ Wolf, Chuck Berry, Etta James…
Dada la dificultad de profundizar en cada uno de los artistas, la película realiza una somera pincelada acerca de las bases- que tuvieron su arranque en los campos sureños de algodón- de éste tipo de música y su posterior comercialización. Desde un punto de vista sociocultural el director contempla el negocio de la industria discográfica, la rivalidad y la amistad entre músicos, su agitada vida, los problemas con el alcohol y la heroína, la segregación racial…
Y como narrador de la historia actúa el Dios (I am the blues) del blues, Willie Dixon. Creador éste de gran parte de los éxitos de los artista mencionados y figura influyente entre los emblemáticos del rock (Led Zeppelin, Steve Ray Vaughan, Jeff Beck, Eric Clapton…). Gran acierto por parte de la directora utilizar su voz en off como hilo conductor del argumento.
Cabe destacar también anécdotas y curiosidades en torno a plagios musicales (cuando Chuck Berry se da cuenta por la radio de que los Beach Boys les ha copiado las notas de una canción suya) o de la admiración profesada hacía estos músicos por iconos del rock posteriores a ellos (cuando aparecen unos jóvenes Rolling Stones demostrando su total admiración por un Muddy Waters en declive). En relación a esto último, fue en Europa dónde existía una total devoción por éstos músicos, siendo desde allí donde se relanzó la carrera -de manera póstuma o no- de cada uno.
Beyoncé aparece recreando la figura de una autodestructiva Etta James realizando una tan sorprendente como magnífica interpretación. Su portentosa voz en las grabaciones es combinada con su dominio absoluto de todos los registros dramáticos.
La dirección de actores está muy conseguida en la que destaca Adrien Brody en el papel de Leonard Chess.
Una didáctica historia del blues para que todo el mundo, sobre todo la juventud actual, sea consciente de dónde vienen todos esos maravillosos ritmos y sentimientos que encontramos en cada acorde y nota de las canciones actuales en la música popular. Y es que como dijo Willie Dixon: “Creamos el tipo de música que puede convertirse en lo que sea: Rhythm and Blues, Rock and Roll, Hip Hop. Para lo que sea que toques, chaval, estaremos allí contigo.”
Dada la dificultad de profundizar en cada uno de los artistas, la película realiza una somera pincelada acerca de las bases- que tuvieron su arranque en los campos sureños de algodón- de éste tipo de música y su posterior comercialización. Desde un punto de vista sociocultural el director contempla el negocio de la industria discográfica, la rivalidad y la amistad entre músicos, su agitada vida, los problemas con el alcohol y la heroína, la segregación racial…
Y como narrador de la historia actúa el Dios (I am the blues) del blues, Willie Dixon. Creador éste de gran parte de los éxitos de los artista mencionados y figura influyente entre los emblemáticos del rock (Led Zeppelin, Steve Ray Vaughan, Jeff Beck, Eric Clapton…). Gran acierto por parte de la directora utilizar su voz en off como hilo conductor del argumento.
Cabe destacar también anécdotas y curiosidades en torno a plagios musicales (cuando Chuck Berry se da cuenta por la radio de que los Beach Boys les ha copiado las notas de una canción suya) o de la admiración profesada hacía estos músicos por iconos del rock posteriores a ellos (cuando aparecen unos jóvenes Rolling Stones demostrando su total admiración por un Muddy Waters en declive). En relación a esto último, fue en Europa dónde existía una total devoción por éstos músicos, siendo desde allí donde se relanzó la carrera -de manera póstuma o no- de cada uno.
Beyoncé aparece recreando la figura de una autodestructiva Etta James realizando una tan sorprendente como magnífica interpretación. Su portentosa voz en las grabaciones es combinada con su dominio absoluto de todos los registros dramáticos.
La dirección de actores está muy conseguida en la que destaca Adrien Brody en el papel de Leonard Chess.
Una didáctica historia del blues para que todo el mundo, sobre todo la juventud actual, sea consciente de dónde vienen todos esos maravillosos ritmos y sentimientos que encontramos en cada acorde y nota de las canciones actuales en la música popular. Y es que como dijo Willie Dixon: “Creamos el tipo de música que puede convertirse en lo que sea: Rhythm and Blues, Rock and Roll, Hip Hop. Para lo que sea que toques, chaval, estaremos allí contigo.”
CADILLAC RECORDS. 2009. USA. Color
Dirección: Darnell Martin
Intérpretes: Adrien Brody, Jeffrey Wright, Beyoncé Knowles, Columbus Short, Cedric The Entertainer, Emmanuelle Chriqui, Eamonn Walker, Mos Def, Gabrielle Union
Guión: Darnell Martin
Fotografía: Anastas Michos
Música: Terence Blanchard
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