Cuarto disco del cantautor de New Jersey y primero con el que cuenta con la colaboración de una banda. Los músicos de The Pariah Dogs son los que le acompañan en este trabajo impregnado de expresiones folk, country y soul.
Su peculiar finura vocal, su sensibilidad melódica y su solvente ejecución dotan al disco de una evidente sencillez clásica. Y es que el cantautor logra su objetivo en la creación de éste trabajo, tan alejado de los dictados comerciales como próximo a su academicismo (The Band, Stephen Stills…).
A destacar la canción que cierra el disco, “Devil’s in the Jukebox” un fabuloso compendio blues-soul con una armónica deslumbrante.
Su peculiar finura vocal, su sensibilidad melódica y su solvente ejecución dotan al disco de una evidente sencillez clásica. Y es que el cantautor logra su objetivo en la creación de éste trabajo, tan alejado de los dictados comerciales como próximo a su academicismo (The Band, Stephen Stills…).
A destacar la canción que cierra el disco, “Devil’s in the Jukebox” un fabuloso compendio blues-soul con una armónica deslumbrante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario