sábado, 18 de agosto de 2018

ROGER HODGSON "Plaza de Toros" - Alacant


   
Afortunadamente, no fue un sueño
Consciente de encontrarse en una ciudad alejada del mundo anglosajón y de hablar un idioma diferente, Roger Hodgson transmitió, el pasado 14 de agosto de 2018, su amor por una ciudad como Alacant y su arrepentimiento por no dominar la lengua española. Es por eso que tuvo la deferencia —cosa que no hacen todos— de comunicarse con la audiencia de manera pausada en inglés para que una gran parte del público pudiera entenderle. 
Música desde el corazón para adentrarse en las almas de los que le escuchan. Esa es la propuesta que proclama el cantante y que le ha llevado a lo largo de su carrera a firmar un gran número de canciones emblemáticas que forman parte de la banda sonora de nuestras vidas. Si bien, cada vez que termina un concierto suyo o de los Supertramp actuales, uno siempre tiene la sensación de que lo ofrecido queda como cojo (se echa de menos las canciones, teclados y voz de Davies y los instrumentos de viento de Helliwell —en el primero— o la voz de Hodgson en el segundo) sí que hay que reconocer que en la sesión pudimos observar a un Roger en plena forma y con una banda bastante solvente. 
Y es que el músico de Portsmouth ofreció un set memorable, muy emocionante, repleto de canciones de Supertramp (trece canciones) y unas pocas de sus discos en solitario (cuatro temas). 
Nada más empezar el recital, sonaron las primeras notas con la armónica de “Take The Long Way Home” y, sin darte cuenta, ya estabas introducido en un mundo paralelo ajeno a los problemas mundanos. Luego, “School”, ¿estaba alucinando?, esperaba el solo de piano del músico que lo acompañaba, ¿lo hará igual de bien que Rick?, lo hizo bien, pero no tan bien. “In Jeopardy” de su primer disco en solitario, “Breakfast in América”, ¡se desata la locura!, ¿qué más da como suenen? Viajamos del Crisis, What Crisis? al Crime of the Century, de la genial “Sister Moonshine” a la emotiva “Hide in Your Shell”
Más tarde, inmersos en una tregua, buf…, demasiadas emociones desatadas, escuchamos “Alone Came Mary” de Open the Door , dosis relajante para llegar a la fuerza de “The Logical Song”, ¡qué subidón!. Seguidamente, Roger se sentó al piano y comenzó a sonar la melodía preciosista de “Lord is it Mine”
A mitad concierto llegamos a otra pequeña aproximación a su último trabajo con “Animal Death” para introducirse con la guitarra en su tema del disco homónimo “Even in the Quietest Moments” (como bien dice la canción supuso un momento de sosiego —y enternecimiento— extremo). 
El grito gutural de un bebé nos condujo a su hit en solitario “Had a Dream” que a su vez no nos trasladó a la fabulosa interpretación de la progresiva “Child of Vision”
Para finalizar, cuatro extraordinarios bombazos —“Dreamer”, “Fools Overture” (indescriptibles las sensaciones experimentadas), “Give a Little Bit” y “It’s Raining Again”— en una noche absolutamente mágica e inolvidable.

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