domingo, 9 de febrero de 2020

(3) EL ARPA BIRMANA, de Kon Ichikawa (1956)

 La reivindicación de la filantropía
La propuesta del arte como arma arrojadiza contra un estado de orden injusto es un síntoma inequívoco de compromiso. Canalizar dicha empresa a través del séptimo arte supone una ardua tarea de la que Ichigawa supo salir airoso en este bello, metafórico y poético alegato pacifista. 
El arpa birmana arranca con unas cuantas briznas de humanidad que, dentro de la barbarie, van agrandándose a medida que la trama evoluciona. Sobresale en el film una estética filosófica conceptual asociada a valores utópicos y revolucionarios como la solidaridad, la paz y la empatía, pilares que actúan como contrapeso a la atrocidad y la sinrazón de las contiendas bélicas. 
Destacar su acertada banda sonora, el uso del arpa y la música como elemento vertebrador comunicativo, las sobrias interpretaciones y su emotiva misiva final.

BIRUMA NO TATEGOTO. 1956. Japón. Blanco y Negro. 116 Min.
Dirección: Kon Ichikawa
Intérpretes: Rentarô Mikuni, Shôji Yasui, Jun Hamamura, Takeo Naito, Ko Nishimura, Hiroshi Hijikata, Sanpei Mine, Yoshiaki Kato, Sojiro Amano, Yôji Nagahama, Eiji Nakamura, Shojiro Ogasawara
Guion:  Natto Wada (Novela: Michio Takeyama)
Música: Akira Ifukube
Fotografía: Minoru Yokoyama

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