domingo, 12 de abril de 2020

(4) LAS HERMANAS DE GION, de Kenzi Mizoguchi (1936)

 
 Crítica al poder masculino
A pesar de estar rodada en los años 30 estamos ante una historia vigente y universal como es la explotación y cosificación de la mujer. Mizoguchi muestra una sociedad patriarcal y machista (en Cuentos de la luna pálida de agosto ya hacía referencias a esta vileza masculina) ilustrado en el señor Furusawa quién, —obligado a cerrar su negocio de muebles y arruinado—, es capaz de abandonar a su familia e hijos pequeños para encontrar refugio en el “distrito del placer” al cobijo de las geishas y la bebida.
Es muy sustancioso el planteamiento de las dos hermanas geishas al barajar dos puntos de vista diametralmente opuestos. Por una parte Umekichi, conservadora, abnegada, sumisa y con una óptica conformista de la vida, opta por hacerle el juego al poder (el género masculino) considerando que es la única manera de salir ilesa de una atmósfera tan negativa. En el otro extremo Omocha, rebelde, revolucionaria e inconformista, piensa que ante una situación tan abusiva lo mejor es tomar ventaja y aprovecharse al máximo del elemento alienador y explotador que es el hombre (su enemigo perenne). Por encima de todo queda patente una crítica feroz a una sociedad perversa que a lo largo de la historia se ha caracterizado por usar, beneficiar y exprimir a los más vulnerables. En este caso las dos hermanas, aunque con un sistema de creencias distinto, dan una lección de apoyo mutuo y solidaridad porque ambas son víctimas de un mundo inaceptable e injusto. Tal y como comenta Omocha en la magistral última escena con el zoom aproximándose a ella postrada en la cama: «¿Por qué tenemos que sufrir así?, ¿por qué existen profesiones como la de gheisa?, ¿por qué el mundo necesita esta profesión? Es tan injusto. ¡Ojalá no existiera!»
Según el propio director esta fue su primera gran película (anteriormente se dedicó a realizar adaptaciones de Tostói o versiones del expresionismo alemán). Y es que en realidad, con esta “opera prima” Mizoguchi realizó un interesante relato de denuncia repleto de bellos planos. Imprescindible.

GION NO SHIMAI. 1936. Japón. Color. 67 Min.
Dirección: Kenzi Mizoguchi
Intérpretes: Isuzu Yamada, Yôko Umemura, Benkei Shiganoya, Eitarô Shindô, Taizô Fukami, Fumio Okura, Namiko Kawajima, Reiko Aoi
Guion: Kenji Mizoguchi, Yoshikata Yoda (Novela: Aleksandr Kuprin)
Fotografía: Minoru Miki

Críticas de Kenzi Mizoguchi  (clicar en este mismo enlace para leerlas):
Cuentos de la Luna Pálida de Agosto (1953), Los Amantes Crucificados (1954), La Calle de la Vergüenza (1956)

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