sábado, 15 de enero de 2022

(2) NO MIRES ARRIBA (2021), de Adam McKay

Retrato de la inopia
Es lo que vemos día tras día y no nos damos cuenta, o tal vez no lo hacemos porque inconscientemente formamos parte de ese puñado de gente que —como una prolongación de la sempiterna caverna de Platón, y anulados por la oscuridad de la ignorancia— están narcotizados y son incapaces de ver más allá de lo que tienen delante de las narices. Sin embargo, hay algunos que —desgraciadamente— son los que dominan y controlan un mundo condenado a un inefable fracaso. Abordar la inopia, ese estado de desconocimiento o de distracción que aniquila cualquier esperanza para conformar una sociedad mejor, es de una importancia capital.  Abordar y, por supuesto, denunciar. Denunciar unos hechos considerablemente ignominiosos que suponen un descalabro del género humano. 
Por lo pronto es necesario resaltar la osadía y la bravura de la cinta al poner de manifiesto el inmovilismo de los habitantes de la esfera terráquea. Podríamos enumerar ahora, en un breve espacio de tiempo, el cambio climático, la violencia de género, la baja capacidad de infundir a la juventud valores por parte de las redes sociales, el hambre en el tercer mundo, etc. No nos importa como sociedad que a la vuelta de la esquina nos encontremos con la tragedia más aciaga. Somos vulnerables, fácilmente manipulables, dúctiles y una presa fácil para los abanderados de la corrupción que sueltan su veneno a través de trajes de etiqueta tales como la política y los medios de comunicación. 
La película realiza una sátira sobre todos estos comportamientos y caricaturiza personajes y legiones peligrosas que son, en un abrir y cerrar de ojos, reconocibles. Que levante la mano quien no haya visto en el filme a Bush, Trump, Aznar, el RN polaco, el Frente Nacional francés, la Unión Cívica Húngara o los Vox españoles, entre otros. También muestra una realidad cruda como es la ineluctable fagocitosis de la voluntad humana mediante las tecnologías. Bash no es que dé miedo, da pánico: es desgarrador sólo el hecho de pensar que seremos controlados y determinados por algoritmos y que el big data se zampará nuestras almas. Se pone de manifiesto un mundo relleno de clickbaits y desprovisto de cariño y hermanamiento; los "sálvames" y las "islas de las tentaciones" suplirán al arte, a la cultura, a la solidaridad y al amor al prójimo: una auténtica apocalipsis. 
Pero esa valentía de la que hablábamos se queda sólo en buenas intenciones, porque el largometraje se ahoga en sus propios propósitos. La diatriba permanece algunas veces como inverosímil y alterna secuencias acertadas con otras que pertenecen más a un tipo de cine de comedieta juvenil. Es incontestable que la producción tiene una significación adherida a sus fotogramas, que —acompañado por risas y penas— se ve con interés, algo que hay que aplaudir. Aun así, aunque el plantel actoral juega un papel muy importante, no ha sido suficiente. 

DON'T LOOK UP. 2021. Estados Unidos. Color. 138 Min.
Dirección: Adam McKay
Intérpretes: Leonardo DiCaprio, Jennifer Lawrence, Meryl Streep, Cate Blanchett, Jonah Hill, Rob Morgan, Mark Rylance, Tyler Perry, Timothée Chalamet, Ron Perlman
Guión:  Adam McKay. Historia: Adam McKay, David Sirota
Música: Nichollas Britell
Fotografía: Linus Sandgren

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