¿Por qué tienes que joderme la vida?La letra de una canción (La gent vol viure en pau / La gente quiere vivir en paz) del grupo de folk-fusión catalán Compañía Eléctrica Drama decía algo así: “...la gent vol viure en pau i a quatre desgraciats no els hi dóna la gana / "…la gente quiere vivir en paz y a cuatro miserables no les da la gana…”. Pues bien, esta frase encajaría perfectamente en el pensamiento de Federico, el protagonista del film.
Y es que dejando aparte la contraposición y las contradicciones que muestra el realizador entre el progreso y el respeto a la tierra, lo que es evidente en esta obra es la alteración (y manipulación) que sufre un paisaje originalmente tranquilo y rural.
La causa de Federico -quien durante toda su vida ha luchado por cerrar esa monstruosidad (la central térmica) adherida a su realidad concreta- se enriquece con la aparición de Ferguson, escritor escocés de guías turísticas que irrumpe por casualidad a causa de una avería de su roulotte en el lugar donde se desarrolla la historia. Éste se empapa involuntariamente de una realidad injusta y de los acontecimiento que rodean al grupo con el que se mueve Federico. A raíz de eso nace una complicidad entre ambos que se mezcla con la influencia que tiene con la gente del lugar.
Cenizas del cielo es una película optimista y libertaria con un buen puñado de dosis de humor (la metáfora de le esperanza en el nacimiento de Kyoto -nombre que le pone al ternero en homenaje al Protocolo-, el abrazo al cerezo, el golf…) que se combina con el dramatismo del atentado contra el medio ambiente y contra el modus vivendi de una estructura social acostumbrada al contacto directo con la naturaleza.
Pero el súmmum de la desvergüenza llega cuando acusan al protagonista de delito ecológico, y es que, a propósito de la canción del encabezamiento de este post, la película nos hace meditar sobre las acciones de nuestros mandatarios, así como el porqué a veces la gente humilde tiene que soportar cuestiones ajenas a su voluntad para cebar los bolsillos de los poderosos.
Amor, reivindicación, amistad, poesía y denuncia se coaligan en este magnífico film de J.A Quiros, un director comprometido que ya dio cuentas de su valía en su anterior trabajo Pídele cuentas al rey (que por cierto, la nombran en una secuencia en una especie de autohomenaje).
Resaltar, por finalizar, la inmensa interpretación de Celso Bugallo, un excelente actor (ya lo demostró en La Noche de los girasoles) donde podemos comprobar como la edad avanzada no está en absoluto reñida con el buen trabajo actoral.
Y es que dejando aparte la contraposición y las contradicciones que muestra el realizador entre el progreso y el respeto a la tierra, lo que es evidente en esta obra es la alteración (y manipulación) que sufre un paisaje originalmente tranquilo y rural.
La causa de Federico -quien durante toda su vida ha luchado por cerrar esa monstruosidad (la central térmica) adherida a su realidad concreta- se enriquece con la aparición de Ferguson, escritor escocés de guías turísticas que irrumpe por casualidad a causa de una avería de su roulotte en el lugar donde se desarrolla la historia. Éste se empapa involuntariamente de una realidad injusta y de los acontecimiento que rodean al grupo con el que se mueve Federico. A raíz de eso nace una complicidad entre ambos que se mezcla con la influencia que tiene con la gente del lugar.
Cenizas del cielo es una película optimista y libertaria con un buen puñado de dosis de humor (la metáfora de le esperanza en el nacimiento de Kyoto -nombre que le pone al ternero en homenaje al Protocolo-, el abrazo al cerezo, el golf…) que se combina con el dramatismo del atentado contra el medio ambiente y contra el modus vivendi de una estructura social acostumbrada al contacto directo con la naturaleza.
Pero el súmmum de la desvergüenza llega cuando acusan al protagonista de delito ecológico, y es que, a propósito de la canción del encabezamiento de este post, la película nos hace meditar sobre las acciones de nuestros mandatarios, así como el porqué a veces la gente humilde tiene que soportar cuestiones ajenas a su voluntad para cebar los bolsillos de los poderosos.
Amor, reivindicación, amistad, poesía y denuncia se coaligan en este magnífico film de J.A Quiros, un director comprometido que ya dio cuentas de su valía en su anterior trabajo Pídele cuentas al rey (que por cierto, la nombran en una secuencia en una especie de autohomenaje).
Resaltar, por finalizar, la inmensa interpretación de Celso Bugallo, un excelente actor (ya lo demostró en La Noche de los girasoles) donde podemos comprobar como la edad avanzada no está en absoluto reñida con el buen trabajo actoral.
CENIZAS DEL CIELO. 2008. Esp. Color
Dirección: José Antonio Quirós
Intérpretes: Celso Bugallo, Clara Segura, Gary Piquer, Fran Sariego, Beatriz Rico, Txema Blasco, Raquel Evia, Eduardo Antuña, Nicolas Fernandez, Carlos Kaniowski
Guión: Dionisio Pérez y José Antonio Quirós
Fotografía: Álvaro Gutiérrez
Música: Ramón Prada
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