sábado, 26 de febrero de 2022

(3) EL BUEN PATRÓN (2021), de Fernando León de Aranoa

El equilibrio hipócrita del patrono
El abuso de poder y la creencia supremacista — únicamente por el simple hecho de ostentar una posición social acomodada— de tener un control sobre las vidas de los demás es uno de los ejercicios más abyectos que pueden existir en la humanidad. El respeto, entendido como el valor suficiente e indispensable para salvaguardar una imperecedera salubridad en las relaciones humanas es uno de los pilares fundamentales con los que se deberían basar las relaciones laborales. Sin embargo, desgraciadamente, todavía deambulan por el mundo laboral empresarios decimonónicos con el arcaico convencimiento de que el humanismo está confrontado con la rentabilidad en los negocios. 
A modo de sátira, Aranoa refleja en El buen patrón, estos comportamientos instalados en el subconsciente de un buen puñado de patronos. Comportamientos impregnados de un perverso capitalismo hipócrita. 
La película tiene un arranque un poco decepcionante porque como espectador da la sensación de estar delante de una simple comedia superficial, pero, afortunadamente, las dudas se van disipando a medida que avanza el metraje. La historia empieza a profundizar en los personajes y en las conductas sociales de determinados grupos (clase trabajadora, directivos, familias acomodadas, colectivos oprimidos) y especialmente en el nexo jurídico que existe entre empresario y trabajador. La falsedad, la sumisión, la injusticia, la lucha por los derechos, el engaño, las reverencias forzadas…, son conceptos que desfilan como parte de un entramado que indefectiblemente y, tal como la sociedad está montada, nos toca vivir a lo largo de nuestra existencia. 
En la obra, coexisten diferentes historias que entrelazadas conforman su producto final: el afán controlador de Blanco, la lucha reivindicativa de José, los problemas de Miralles con su mujer, el juego perverso de Liliana, el irreverente Khaled y, por último, el obrero Fortuna, su hijo y su grupo neonazi. Todo dirigido, vigilado y supervisado por el patrón a través de un sempiterno equilibrio (la metafórica balanza) cuyo objetivo es amasar riquezas y vivir una vida en modo imperial (algo que ocurre cuando la vanidad se convierte en una forma de vida). 
Por último, es importante resaltar el magnífico trabajo de Javier Bardem, demostrando —una vez más— su versatilidad actoral.

EL BUEN PATRÓN. 2021. España. Color. 120 Min.
Dirección: Fernando León de Aranoa
Intérpretes: Javier Bardem, Manolo Solo, Almudena Amor, Óscar de la Fuente, Sonia Almarcha, Fernando Albizu, Tarik Rmili, Rafa Castejón, Celso Bugallo, Yaël Belicha, Martín Páez, Daniel Chamorro, María de Nati, Mara Guil, Pilar Matas
Guion:  Fernando León de Aranoa
Música: Zeltia Montes
Fotografía: Pau Esteve Birba

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