domingo, 15 de octubre de 2023

(3) EL SILENCIO DE UN HOMBRE (LE SAMOURAÏ), de Jean-Pierre Melville (1967)

La soledad como una manera de vivir
Una vez que empezamos a ver la película, desconocemos por completo la intrahistoria de Jef Costello y los episodios vitales que han forjado su personalidad. Advertimos en su persona, sin embargo, un carácter que le impide exteriorizar sus sentimientos y sus emociones. De esta manera, su frialdad y su comportamiento —metódico y calculado— lo erigen como el candidato ideal para ejercer como asesino a sueldo. Jeff ha elegido ese modo de ganarse de la vida. No es preciso que lo comprendamos, porque tampoco lo entendemos cuando lo hacen otros. Pero podemos captar su soledad, su autoaislamiento y su mutismo. La cita con que se inicia la película, del código de honor japonés Bushido, es su fuerza motriz porque realmente vive como un samurái, separado y exclusivo. 
La acción se desarrolla una atmósfera atrayente, bien tensionada y ligada al estado psicológico del protagonista. Su impecable narración, sus estupendas interpretaciones y su final —absolutamente revelador— conforman un film de obligado visionado, inspirador de la magnífica Ghost Dog, de Jim Jarmush.
 
LE SAMOURAÏ. 1967. Francia. Color. 105 Min
Dirección: Jean-Pierre Melville
Intérpretes: Alain Delon, François Périer, Nathalie Delon, Cathy Rosier, Jacques Leroy
Guion: Jean-Pierre Melville, Georges Pellegrin
Música: François de Roubaix
Fotografía: Henri Decaë

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