domingo, 29 de octubre de 2023

(3) LUZ QUE AGONIZA (GASLIGHT), de George Cukor (1944)

Malvados tejemanejes humanos
Quan agitamos una mezcla, fabricada por la manipulación y la falta de escrúpulos, puede brotar de ella un cóctel explosivo capaz de hacer tambalear cualquier conciencia humana. La avaricia y el anhelo de poder se conforman como el primer nivel de necesidad de Gregory Anton, un pianista, cínico y con mente psicopática que lo supedita todo —y cuando es todo, es todo— para llenar la su obsesión pecuniaria. De esta manera, hace un estudio sistemático y minucioso con el objeto de hacer enloquecer a Paula Alquist, quien está absolutamente enamorada de él. El asesinato de su tía, la célebre cantante de ópera Alice Alquist, será el motor de engranaje de una trama muy bien entrelazada que agudiza la intriga y el misterio de la historia (basada en la obra de teatro de Patrick Hamilton). 
La obra es un continuo fotograma de luces y sombras que se alternan en un Londres humeado, dificultando —en el buen sentido artístico— el desciframiento de unos sucesos arcanos. El fantástico trienio actoral realza aún más un filme que expone como la complejidad de las relaciones humanas nos afectan interiormente, hasta el punto —tal como acecha la lámpara —metafóricamente durante todo el metraje, fruto de malvados tejemanejes- de apagarnos psíquicamente.
 
GASLIGHT. 1944. Estados Unidos. Blanco y negro. 114 Min
Dirección: George Cukor
Intérpretes: Charles Boyer, Ingrid Bergman, Joseph Cotten, Dame May Whitty, Angela Lansbury
Guion: John Van Druten, Walter Reisch, John L. Balderston. Obra: Patrick Hamilton
Música: Bronislau Kaper
Fotografía: Joseph Ruttenberg

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