miércoles, 27 de diciembre de 2023

(4) LA PASIÓN DE JUANA DE ARCO, de Carl Theodor Dreyer (1928)

Muerte y liberación en primeros planos
Una obra cinematográfica es un medio por el cual se transmite una información que el espectador deberá decodificar e interpretar según sus procesamientos cognitivos. Nuestra primera sensación y percepción nos llega a través del guion y su puesta en escena, sin embargo, en esta cinta, Dreyer le añade otro cariz ampliando el interior y, por ende, la psicología de los personajes mediante movimientos de cámara magistralmente medidos y estudiados, con unas imágenes que dicen mucho más que las palabras. Con ello consigue un efecto impactante, retratado a base de innovadores primeros planos e imposibles contrapicados. Esta conjunción vanguardista consagra al director danés como un auténtico adalid del lenguaje fílmico otorgándole, además, una gran importancia e influencia en la historia del cine. 
Las secuencias se centran en el proceso y condena por herejía de esta campesina francesa, es por ello que todo ocurre durante el espacio de tiempo que va desde su juicio hasta la decisión final del tribunal eclesiástico. El sufrimiento, las dudas, las presiones para abjurar, la paranoia inquisitiva religiosa, el clamor de indulgencia por parte del pueblo…, conceptos que aparecen reflejados en la película con una intensa profundidad confinada en unos opresivos espacios cerrados henchidos por los rostros de los protagonistas. Si sumamos los aspectos comentados al fantástico trabajo actoral (magnífica, María Falconetti) y a los guiños metafóricos que ofrece (p. ej., el contraste entre la vida la muerte cuando aparece una mujer amamantando a su bebé y la posterior imagen de Juana de Arco en la hoguera), el resultado es un film muy sugestivo y original —fue rodado en 1927— que se ha convertido en un clásico imprescindible de la cinematografía universal.

LE PASSION DE JEANNE D'ARC 1928. Francia. Blanco y Negro. 110 Min.
Dirección: Carl Theodor Dreyer
Intérpretes: Maria Falconetti, Antonin Artaud, Eugène Silvain, André Berley, Maurice Schutz, Michel Simon
Guion:  Carl Theodor Dreyer, Joseph Delteil
Fotografía: Rudolph Maté, Goestula Kottula


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