sábado, 7 de septiembre de 2024

(4) PERROS DE PAJA, de Sam Peckinpah (1971)

No sé volver a casa
Dentro cada ser humano yacen silencios intrínsecos, herméticos e inaccesibles para el resto de las personas, incluso si éstas son muy cercanas a nosotros. Por tanto, dependiendo de cómo sean las relaciones con nuestros iguales, dichos silencios, o bien pueden sanarse o, por el contrario, marchitarse completamente.
David es un joven matemático americano que se traslada con su mujer Amy al pueblo de ésta, situado en la campaña inglesa, para concentrarse en sus trabajos de investigación. Nada más llegar, se puede notar un ambiente enrarecido debido al comportamiento de los aldeanos, cosa que, como espectador se tiene el presentimiento de que algo no funciona adecuadamente.
Aunque en un principio tienen la apariencia de ser una pareja bien avenida, pronto nos damos cuenta de que entre ambos existen muchas barreras, guardando ella, además, un secreto y una pulsión que la atormenta.
Me gusta cómo Peckinpah retuerce aún más el relato original del libro (es una adaptación de la novela de Gordon Williams "The Siege of Trencher's Farm"), dándole un punto de mala leche, desnudando, al mismo tiempo, nuestras perversiones psíquicas y sexuales (sobre todo por la predominante ambigüedad moral que desprende y por la escena de la violación con la actitud tan equívoca de Amy). Con esto, nos demuestra la vasta complejidad del ser humano.
La película aborda la xenofobia (hacia, en este caso, los estadounidenses), el machismo (impregnado en todas las secuencias), y la violencia consustancial a las personas. Por esto último, es muy interesante tener en cuenta la transformación que tiene el protagonista, que pasa de ser un convencido pacifista a utilizar las mismas armas que sus agresores. Lo que nos reafirma que la violencia genera violencia, pero ¿cómo actuaríamos nosotros si, como el protagonista, nos viéramos en una situación límite?, ¿haríamos lo mismo?
Otro concepto determinante que se trata en la película es la comunicación y la sinceridad en la relación de pareja. Como decía al principio del artículo, a veces, las verdades que se mantienen ocultas se vician en nuestro interior terminando en un callejón sin salida. Silencios que se pudren y, antes o después, se manifiestan de manera negativa como bien podemos comprobar. Al final, ni Henry Niles (con trastorno mental) ni David saben volver a casa; poética metáfora de su desconcierto.
Excelente filme; valiente, arriesgado que, pese a tener muchos cambios con respecto al libro, adapta muy bien la esencia de la obra original. Pero, especialmente, porque te hace reflexionar, conjugando con maestría el miedo y el entretenimiento.

STRAW DOGS. 1971. Reino Unido. Color. 113 Min.
Dirección: Sam Peckinpah
Intérpretes: Alexander Skarsgård, James Marsden, Kate Bosworth, Dominic Purcell, James Woods, Willa Holland, Walton Goggins, Laz Alonso
Guion: David Zelag Goodman, Sam Peckinpah. Novel·la: Gordon M. Williams
Música: Jerry Fielding
FotografíaJohn Coquillon