Cuando la materia cobra vida
A veces, las cosas materiales tienen más vida que la propia vida. De ellas brotan recuerdos que hablan y nos proyectan imágenes evocadoras de un tiempo que, lamentablemente, ya no podremos volver a vivir. Esas pequeñas (grandes) cosas alojadas en un rincón, en un papel o en un cajón —parafraseando a Serrat— nos saludan al descubrirlas para darnos una sorpresa tan inesperada como bienvenida. Y de repente, nos captura la nostalgia. Y comenzamos a valorar momentos dorados que estaban escondidos en algún lugar recóndito de nuestro cerebro.
Esto es precisamente lo que les sucede a los tres hermanos, y sus respectivas familias, tras la muerte de su padre cuando se reúnen en la casa de campo donde pasaban los fines de semana y las vacaciones durante su infancia. Una vez que deben decidir qué hacer con la casa, comenzarán a surgir las dudas y a fluir un sinfín de emociones que tendrán que gestionar. Como en cada familia, existen caracteres e intereses diferentes. Por ello, los inevitables conflictos se muestran como parte de un proceso natural por el que deben pasar, esto es, asumir la muerte de su progenitor y todo lo que conlleva.
Álex Montoya hace una atractiva adaptación de la novela gráfica de Paco Roca. Llena de poesía, de referencias metafóricas y de imágenes que nos transportan a ese tiempo pasado con una deliciosa pequeñita pantalla retro. A pesar de sus altibajos, creo que es un film para degustarlo tranquilamente. Vale la pena.
LA CASA. 2024. España. Color. 83 Min.
DireccióN: Álex Montoya
Intérpretes: David Verdaguer, Óscar de la Fuente, Luis Callejo, Olivia Molina, María Romanillos, Lorena López, Marta Belenguer, Jordi Aguilar, Miguel Rellán, Tosca Montoya
Guion: Álex Montoya, Joana M. Ortueta. Novel·la gràfica: Paco Roca
Música: Fernando Velazquez
Fotografía: Guillem Oliver
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