Reparar la injustícia del destino
Tiene mérito coordinar en el tiempo
limitado que tiene un metraje, elementos tan naturales y vitales como los que
presenta esta película. En primer lugar, la enfermedad que sufre el
protagonista. Después, la hermandad y los conflictos interfamiliares. Y, finalmente,
el amor incondicional por la música que experimentan los dos hermanos en su
encuentro.
Courcol hace comedia, hace drama,
hace vida y dispara emociones doquier en una obra con mucha fuerza
emocional que cuida todos los detalles. Me gusta porque es vitalista y
optimista, y porque presenta todo aquello que pudo haber sido y no fue.
La música es, finalmente, el
canalizador que actúa como catarsis, una especie de hilo conductor emocional
con el objetivo de conectar para siempre la vida de dos personas que el destino
separó. Aunque surgen conflictos entre
ellos —el hermano donante se queja de que el otro tuvo más suerte (“el gordo”,
como él decía) porque creció en una familia con más recursos—, realmente el
hecho de reencontrarse les cambió la vida totalmente y para bien.
Es una lástima que la película se
pierda un poco a mitad de metraje, concretamente en el proceso de convergencia
entre los dos personajes. Sin embargo, es importante remarcar que cuenta con
una magnífica banda sonora, referencias culturales en las que predomina la
melomanía y un guion muy bien construido, con ritmo e interpretaciones
convincentes.
El final es absolutamente
memorable, con la escena impagable del Bolero de Ravel, donde la emotividad se
multiplica.
EN FANFARE. 2025. Francia. Color. 103 Min.
Dirección: Rodrigo Moreno
Intérpretes: Benjamin Lavernhe, Pierre Lottin, Sarah Suco, Ludmila Mikaël, Jacques Bonnaffé, Nathalie Desrumaux
Guion: Emmanuel Courcol, Irène Muscari
Música: Michel Petrossian
Fotografia: Maxence Lemonnier
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