jueves, 27 de julio de 2023

(3) AGUIRRE, LA CÓLERA DE DIOS, de Werner Herzog (1972)

Viaje hacia la locura colonial
Las primeras imágenes de Aguirre, la cólera de Dios, son impactantes. Colonos, exploradores y esclavos van desfilando vía abajo, con muchas dificultades, por las laderas de la cordillera andina transportando comida, materiales y armas de fuego. Todo ello se refuerza a través de la fantástica banda sonora del grupo de krautrock, Popol Vuh, a caballo entre clásica y la electrónica; una combinación de música que produce una extraña sensación en el oyente, quién no sabe muy bien si es de calma o de tensión. Este plano secuencia es una clara declaración de intenciones, un aviso al espectador de que está a punto de adentrarse en una historia angustiosa e inquietante. 
Efectivamente, los acompañantes de Lope de Aguirre, siguiendo las órdenes de Pizarro (desobedecidas después), sufren un auténtico infierno, víctima de sus delirios de grandeza y de su afán por conseguir —más que el oro de El Dorado— el poder y la gloria para pasar a la posteridad como un elemento fundamental en la historia. 
La película realiza una abierta crítica al colonialismo: los colonos cosifican a los indígenas. Los tratan como meros objetos para conseguir sus fines (dinero). Su empresa es saquear y expoliar unas tierras que no les pertenecen pero que creen como suyas porque tienen el poder y piensan que están en posesión de la verdad universal (como Lope de Aguirre, pero institucional) Por otra parte, también el film pone en entredicho a la Iglesia: La máxima autoridad eclesiástica, Gaspar de Carvajal, afirma que siempre estará al lado de los más fuertes (rehusando de esta manera ayudar a Doña Inés ante la inminente ejecución de su marido Pedro de Ursúa). Clarificador también el silencio del fraile cuando, ante su observación de que la misión más importante en el nuevo mundo de la Corona Española es trasladar la palabra de Dios, el Emperador le inquiere si prefiere el oro o evangelizar a los indígenas. 
Lope de Aguirre con su actitud propia de un orate (el súmmum es cuando quiere casarse su hija para crear una dinastía pura), infunde miedo y, una vez al mando de la expedición, se enfrenta a la Corona creando un universo paralelo, una especie de quimera quijotiana, que le guiará a la (auto)destrucción. Aguirre, la cólera de Dios, contiene bellas imágenes, unos diálogos escuetos pero contundentes y, además, podemos observar matices y detalles muy sutiles para ser analizados en relación al desarrollo de la trama. La película, además, cuenta con unas buenas interpretaciones, especialmente Klaus Kinski (aunque siendo sincero cuesta asimilar un Lope de Aguirre con tales rasgos germánicos).
 
AGUIRRE DER ZORN GOTTES. 1972. RFA. Color. 94 Min
Dirección: Werner Herzog
Intérpretes: Klaus Kinski, Helena Rojo, Del Negro, Ruy Guerra, Peter Berling, Cecilia Rivera, Daniel Ades, Edward Roland, Alejandro Repullés
Guion: Werner Herzog
Música: Popol Vuh
Fotografía: Thomas Mauch

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