viernes, 28 de julio de 2023

(4) BAILAR EN LA OSCURIDAD, de Lars Von Trier (2000)

La música como evasión
Tanto en su trama, imágenes, factura técnica como en sus números musicales, Dancer in the Dark, es una bellísima historia de amor abnegado a través de la personalidad de Selma, inmigrante checoeslovaca y madre soltera que trabaja en la fábrica de un pueblo de los Estados Unidos. Con ello intenta reunir el dinero suficiente para pagar la operación de su hijo quien, en un futuro, alcanzará la ceguera, tal y como les ocurre a todos los miembros de su familia. 
Lars von Trier lanza una mirada entre poética; los sueños con la música de Selma, metafórica; las conversaciones post-asesinato con Bill, el policía vecino, y de realidad social; la inmigración y el trabajo en fábrica. Pues bien, todo ese conglomerado es fusionado y armonizado muy inteligentemente para plasmar un guion que, aparte de enganchar al espectador, da buena cuenta de diferentes actitudes del ser humano. Así, contamos con la traición de Bill —víctima de su desesperación y de su cobardía— quien en un primer momento detrás de su galantería y de su rostro bondadoso hace pensar que estamos delante del paradigma del altruismo. Por su parte, Jeff, compañero de fábrica, muestra un tenaz amor incondicional hacia ella. También de la misma empresa, su amiga Kathy, actúa como una especie de ángel de la guarda demostrando una amistad absoluta con su compañera. 
La película realiza un profundo estudio de sus personajes (mostrados subterráneamente en las secuencias musicales), cosa que hace que como espectadores nos sintamos identificados y nos introduzcamos en el interior de cada uno de ellos. También es muy meritoria la innovación fílmica en cuanto al manejo de la cámara, muy propio del realizador danés: sus movimientos, sus encuadres y sus diferentes planos. El film cuenta también con una estupenda banda sonora compuesta por Björk, unos fantásticos números musicales (con la ironía del diálogo de Jeff con Selma acerca de ellos) y una espléndida utilización del color (su protagonista, con el ritmo de las máquinas, entraba en otra dimensión, es entonces cuando el color cambia —aparece, así, como tostado—muy acorde con la situación onírica.) 
Bailar en la oscuridad es una excelente obra que supone un homenaje a la fuerza intrínseca de todas aquellas madres que luchan por sus progenitores, donde, además, ennoblece conceptos valores como la solidaridad y la amistad y, contrariamente, lanza una feroz crítica a la perfidia y a la pena de muerte (que, lamentablemente, todavía se aplica en algunos estados de Norteamérica).
 
DANCER IN THE DARK. 2000. Dinamarca. Color. 140 Min
Dirección: Lars Von Trier
Intérpretes: Björk, Catherine Deneuve, David Morse, Peter Stormare, Joel Grey, Udo Kier, Stellan Skarsgård, Jean-Marc Barr, Cara Seymour, Vincent Paterson, Vladica Kostic, Siobhan Fallon Hogan, Zeljko Ivanek, Jens Albinus
Guion: Lars Von Trier
Música: Björk
Fotografía: Robby Müller

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