Memorable escena final
No es fácil mezclar a una persona corriente con una banda de mafiosos, pero Keaton enreda el guion para convertir al protagonista en guardaespaldas y (potencial) asesino al mismo tiempo (como las contradicciones de la vida, pero intensificadas al máximo). Es impresionante cómo, en tan solo veinte minutos, la comicidad y el drama desfilan por sus imágenes junto a una trama consistente. Su escena final —en un espacio cerrado— es absolutamente impactante, trepidante y, a la vez, divertida, lo que pone de manifiesto la capacidad imaginativa y el ingenio de este director (más aún si tenemos en cuenta que fue rodada en 1921 con recursos limitados).En las primeras imágenes ya te introduces en su universo visual (con su sempiterno rostro inexpresivo) y su ágil narrativa. Sin darte cuenta, la inercia de su propuesta te arrastra a un lugar construido de alegrías y penas. Ríes, claro que ríes, pero las secuencias te recuerdan el elemento ambivalente que tiene la vida. Una lección de cine de Keaton.
THE HIGH SIGN. 1921. Estados Unidos. Blanco y negro. 21 Min. Cine mudo.
Dirección: Buster Keaton i Edward F. Cline
Intérpretes: Buster Keaton, Bartine Burkett, Charles Dorety, Al St. John
Intérpretes: Buster Keaton, Bartine Burkett, Charles Dorety, Al St. John
Guion: Buster Keaton i Edward F. Cline
Fotografía: Elgin Lessley
Fotografía: Elgin Lessley
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