La metáfora del cordero
Dentro de las muchas aristas que puede tener la inmigración, la historia de Oleg nos cuenta hechos universales sobre ella, tal como la desprotección que tiene esta gente que deja su tierra para encontrar un mundo mejor. Sí, además, a esto le añadimos que otras circunstancias pueden empeorar su situación nos encontramos en un viaje laberíntico a las profundidades del infierno. Así, Oleg, es víctima de, primeramente, un deficiente funcionamiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales en Bélgica (una investigación adecuada del accidente no le hubiera tenido que suponer un despido laboral) y después de la extorsión, en este caso de la mafia y corrupción, perpetrado por el maléfico Andrei, polaco buscado por la Interpol.
El resultado de todo esto son momentos de sufrimiento por parte de una persona inocente que escapa de su país para encontrar trabajo y enviar dinero a su familia. La trama va ligada a la metáfora del cordero que le contaba su abuela: "Cuando la abuela me contó la historia del cordero que sacrifican me puse a llorar. La abuela me dijo:" No llores, no es una historia triste, es una historia de esperanza. "Y yo le dije:" ¿Cómo quieres que lo sea si el cordero se muere? Dijo que yo no lo entendía, que no iba de eso. Empecé a tener miedo, porque comprendí que yo era el cordero ". Y luego cuando entra en el museo y se habla del cuadro de los hermanos Huber y Jan van Eyck, antiguos pintores flamencos, el guía explica: "Se la considera una obra maestra del arte europeo y un tesoro mundial. El panel central tiene como pieza principal un altar donde está el Cordero de Dios. El cordero está sobre el altar rodeado de catorce ángeles dispuestos en círculo. El cordero tiene una herida en el pecho de la que brota la sangre hasta el cáliz dorado, pero no expresa ningún tipo de dolor, en referencia al sacrificio de Cristo".
El cordero es Oleg, porque es sacrificado en un mundo muchas veces injusto, pero también, como decía su abuela, él es también la esperanza para volver y cambiar las cosas.
La dureza de las imágenes y la sensación de angustia que transmite dan buena cuenta de una realidad que está al alcance de nuestros ojos y que se debe denunciar, tal como lo hace magistralmente este sorprendente filme.
OLEG. 2019. Letonia. Color. 108 Min.
Dirección: Juris Kursietis
Intérpretes: Valentin Novopolskij, Dawid Ogrodnik, Anna Próchniak, Guna Zarina, Adam Szyszkowski, Marcos Adamantiadis, Ronald Beurms, Toussaint Colombani, .
Guion: Liga Celma-Kursiete, Juris Kursietis, Kaspars Odins
Música: Aaron Cupples
Fotografía: Bogumil Godfrejów
Fotografía: Bogumil Godfrejów
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