Viaje al infierno
Si queréis hacer un viaje al infierno a través de la gran pantalla, esta película es para vosotros. No lo digo en sentido peyorativo, sino todo lo contrario, porque estamos ante un ejercicio de buen cine que cumple uno de los grandes objetivos de este arte: despertar emociones en el espectador.
Las imágenes, desde el principio, son muy expresivas: escenarios desérticos del norte de África que se combinan con una cámara trepidante, testigo de la macrofiesta rave. Esta descarnada puesta en escena se concilia con un trasfondo dramático que es la historia de Luis —quien junto con su hijo Esteban— lleva meses buscando a su hija por una rave que se celebra en el desierto de Marruecos.
A partir de esa tortuosa travesía, el director teje un relato crudo, que no deja espacio para el equilibrio armónico. Sin darse cuenta, los protagonistas se adentran en un pérfido callejón sin salida que los engulle a medida que avanzan. Laxe juega con maestría con los sucesos inesperados, y los espectadores se quedan atónitos al atravesar el umbral de un universo lleno de angustia y sufrimiento.
No siempre las cosas salen bien en la vida. A veces la suerte no te acompaña ni aparecen deus ex machina para resolver la situación. La indefensión y el desamparo son el denominador común en muchos rincones del mundo. Y esta historia es una de tantas que pueden ocurrir.
Los primeros planos y el refuerzo dramático completan una película redonda con un Sergi López impresionante.
Escribo estas palabras y no puedo deshacerme ni del constante bombeo electrónico ni de los episodios que me acaban de contar. Real, pero hipnótica. Sensorial, pero emocional. Dura, pero inolvidable. Muy recomendable.
SIRÂT. 2025. España. Color. 114 Min.
Dirección: Oliver Laxe
Intérpretes: Sergi López, Bruno Núñez, Stefania Gadda, Joshua Liam Herderson, Tonin Javier, Jade Ouki, Richard Bellamyun
Guion: Oliver Laxe, Santiago Fillol
Música: Kangding Ray
Fotografia: Mauro Herce